Fase 1 de la desescalada

Las mezquitas de Granada permanecerán cerradas ante la restricción de aforo

  • "Preferimos ser pacientes y abrir dentro de dos o tres semanas de forma normal", señala Umar del Pozo, presidente de la Comunidad Islámica en España

La Mezquita Mayor de Granada, en una imagen reciente.

La Mezquita Mayor de Granada, en una imagen reciente. / Toni L. Juárez / PhotographersSports

La fase 1 de desescalada permite a los lugares de culto abrir sus puertas con un tercio del aforo lleno. Las parroquias decidieron volver a la actividad este lunes tras dos meses vacías (a excepción del desalojo en la Catedral de Granada el Viernes Santo). La comunidad islámica de Granada, en su caso, prevé mantener cerradas las mezquitas ante las limitaciones de esta fase, que prohíbe superar el 30% del aforo y no permite la apertura de los servicios, lo que impide a los fieles llevar a cabo el tradicional rito de lavarse rostro, brazos y manos antes de la oración.

Los musulmanes granadinos, que se encuentran inmersos en el Ramadán, optan así por "tener un poco más de paciencia" y abrir cuando se pueda acudir a las mezquitas de una forma más normalizada, explica el presidente de la Comunidad Islámica en España, Umar del Pozo. "Preferimos esperar dos o tres semanas para abrir de forma normal. La Mezquita Mayor es bastante grande y no se llenaría ahora. Pero en el caso de las mezquitas pequeñas llenar un tercio de su aforo es muy fácil", reconoce Del Pozo. 

"Cuando se llena tienes que poner a alguien en la puerta para decirle que no puede entrar. Es una situación bastante complicada y vergonzosa de alguna manera. ¿Cómo le dices a alguien que viene desde su casa a rezar a la mezquita que no puede entrar porque esta el cupo lleno? La mayoría no abrirá hasta que todo vuelva a la normalidad", insiste el presidente de la Comunidad Islámica en España, que confirma que estos espacios permanecerán cerrados por el momento hasta poder abrir con el mayor aforo posible. A partir de la fase 2, los lugares de culto no podrán superar la mitad de su capacidad. 

En Granada son más de 36.000 personas las que componen la comunidad musulmana -de los que 2.500 son españoles conversos- y además de la Mezquita Mayor, asentada frente a la Alhambra, existen otros 16 locales que se usan como lugares de culto repartidos por toda la provincia. En su mayoría tienen poco aforo, por lo que se puede dar la circunstancia de que se llene y que cuando acuda la gente a rezar se les tenga que decir que no pueden entrar, una tesitura en la que ninguna mezquita quiere verse.

A ello se suman otras restricciones que impiden hacer un uso normalizado de estos lugares, como las distancias de seguridad, el uso de mascarillas o la imposibilidad de abrir los baños para la ablución, el rito islámico de lavarse el rostro, los brazos y las manos antes de la oración.

La comunidad musulmana de Granada está celebrando por primera vez el Ramadán en confinamiento, sin acudir a las mezquitas donde tradicionalmente se rompe el ayuno de forma colectiva en la puesta de sol, dado que permanecen cerradas desde que se decretara el estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus. La pandemia ha impedido los rezos colectivos, los encuentros en las mezquitas y, en general, el alto grado de socialización que caracteriza este mes especial para los musulmanes.

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