Esta semana el área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada hará la reordenación necesaria para hacer peatonal la calle San Antón, una decisión tomada hace unas semanas dentro del nuevo plan de movilidad de la ciudad por el coronavirus y la necesidad de aumentar el espacio de los peatones para garantizar distancias de seguridad.

Según confirma el concejal de Seguridad y de Movilidad, César Díaz, los trabajos se iniciarán esta semana una vez que se han recibido todos los elementos de señalización necesarios para el cambio, que sólo permitirá el acceso de los vehículos de residentes a cocheras, los de hoteles y el parking público.

Esto conllevará una reordenación también del tráfico en calle Alhamar para dar salida a los coches que llegan del Palacio de Congresos y se cambiará también el sentido de dos calles: Duende y Verónica de la Magdalena, que invertirán los sentidos.

Así, el peatón tendrá tránsito preferente por la céntrica calle con el objetivo también de descargar la Acera del Darro.

Según Díaz, de todas las nuevas medidas de movilidad: creación de rutas peatonales, carriles reservados para bicis y patinetes y calles de coexistencia, sólo falta por señalizar estas últimas que son las que con un solo carril de circulación incluirán la zona reservada a bicis en el centro de la vía.

Sobre la aceptación que están teniendo las medidas, sobre todo las de peatonalización, Díaz es optimista.

Con todo, las medidas de calles con direcciones peatonales todavía tienen que calar más entre la población. Así, se recuerda que se han puesto en el suelo señales amarillas indicando la dirección recomendada para garantizar la distancia social y que no se produzcan encuentros de frente. Por ejemplo, en Recogidas la acera de la derecha hacia Camino de Ronda es para bajar y la de la izquierda, para subir. Y así muchas calles del Centro de la ciudad.

“Se tomaron esas medidas para optimizar el espacio para los peatones y sacar el máximo provecho a las calles. E insistimos en que tienen carácter sanitario ya que por un lado reduces el espacio destinado al coche y por tanto la contaminación, que se ha visto que ha vuelto a subir tras el confinamiento estropeando la calidad del aire, y por otro se cuida la salud de los ciudadanos”, recuerda Díaz, que reconoce que entre los peatones “hay de todo” y que como no se puede obligar, lo único es recomendar que se sigan esas direcciones de circulación.