Más de 70 niñas en Granada, en riesgo de sufrir una ablación

Las víctimas potenciales son un 51% más que hace cuatro años La mayoría se concentra en la capital

El riesgo se ha incrementado en España un 61% desde 2008.
Arantxa Asensio · Efe Granada

07 de febrero 2014 - 01:00

Unas 73 niñas en Granada están en riesgo de ser víctimas de ablación, según un informe hecho público recientemente por la fundación Wassu, dependiente de la Universidad Autónoma de Barcelona. La Fundación ha elaborado un mapa de la mutilación genital femenina en España, un documento en el que figura también la provincia de Granada y en el que se reseña, además, que es la capital la que concentra mayor número de niñas de entre cero y 14 años que están en el grupo de riesgo, un total de 52. La estimación de la población que puede ser víctima de la ablación se calcula a partir de la población femenina menor de 14 años que reside en la provincia procedente de países en la que se sigue realizando esa práctica, como Senegal, Nigeria o Gambia. El dato provincial refleja, además, que las niñas que pueden sufrir esta práctica ha aumentado en un 52,1% en los últimos cuatro años en Granada, de 35 menores a 73.

En relación al resto de Andalucía, la situación más preocupante se da en la ciudad de Málaga, donde el número de niñas en edad de riesgo es de 314. Granada capital sería la séptima localidad en esta clasificación elaborada por la UAB. En cuanto a los datos nacionales, el número de niñas y jóvenes en riesgo de padecer mutilación genital en España se ha incrementado un 61% en los últimos cuatro años en España y ahora son casi 17.000 las menores de 15 años en esta situación, hijas de familias procedentes de países africanos en los que se realiza esta práctica.

Cataluña concentra el 36,6% del total de estas jóvenes de menos de 15 años, con más de 6.000 chicas, unas 2.000 más que en 2008, mientras que el municipio español con más mujeres menores procedentes de países donde se practica la Mutilación Genital Femenina (MGF) es Zaragoza, con 818 en riesgo de padecerla. En la comunidad de Madrid residen unas 2.000 jóvenes, en Andalucía y la Comunidad Valenciana, 1.500, y en Aragón, Canarias, Baleares y País Vasco están empadronadas alrededor del millar.

Estos datos forman parte del Mapa de la MGF (siglas de mutilación genital femenina) en España 2012, que dio a conocer recientemente la antropóloga Adriana Kaplan, que dirige la Fundación Wassu y trabaja desde hace más de veinte años en la prevención de esta costumbre, extendida en numerosos países principalmente en el África subsahariana.

Kaplan consideró que disponer de esta información pormenorizada de la población en riesgo de padecer MGF por comunidades autónomas y municipios españoles "permite aproximarnos a la realidad y es esencial para cualquier tipo de planificación para la prevención primaria en salud, trabajo social y educación".

Se trata, consideró, de "explorar el interior de la cifra creciente de inmigración subsahariana", establecer la procedencia, la edad y la distribución de la población en el territorio español para "orientar el trabajo preventivo dirigido al abandono de la práctica".

El aumento de población femenina menor de 15 años ha sido intenso desde el año 2008 en la mayoría de regiones españolas y, así, el Principado de Asturias la ha multiplicado por cinco aunque la cifra global parezca pequeña, con 64 niñas; País Vasco, Cantabria y Castilla-La Mancha la han triplicado y Murcia, Baleares y Galicia la han duplicado.

Este informe constituye la cuarta actualización del mapa, con anteriores ediciones en los años 2001, 2005 y 2009, lo que permite la comparación con lo que sucedía en esos momentos y ver la evolución de esta práctica ancestral, extendida en 28 países africanos y que afecta a más de 140 millones de mujeres en todo el mundo debido a la que Kaplan denominó "diáspora" africana.

Según explicó la antropóloga, el Gobierno del País Vasco ha optado por afrontar la prevención de la mutilación genital femenina y "ya se ha puesto manos a la obra para formar" a sus profesionales de la salud, contrariamente a lo que ha sucedido en Cataluña, donde en los últimos años se ha rebajado el nivel de formación y se ha optado por recurrir a la policía.

Los médicos de familia, pediatras y ginecólogos de la atención primaria, "que ya están trabajando con las familias", son los que deberían ser formados para prevenir que las niñas puedan ser víctimas de la mutilación, consideró Kaplan, que añadió que "no es una cuestión de crear cosas nuevas, sino de voluntad política".

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