El nuevo itinerario para bajar a la Costa de Granada: al menos ocho kilómetros en la carretera antigua y el resurgir del viejo puente de hierro de Ízbor

A partir del 9 de septiembre, por las obras del viaducto de Rules en la A-44, será obligatorio circular por la N-323, en un recorrido de pocos minutos sin tráfico pero que se complica en caso de atascos

Habrá dos opciones para continuar hacia Motril: volver a la autovía a la altura de Vélez o seguir por la vieja vía

Las obras de emergencia en el viaducto de Rules obligarán a cortar el tráfico en un tramo de la A-44 hasta final de año

Imagen de archivo de los tres puentes de Ízbor, teniendo que circular por el de hierro a partir del 9 de septiembre / G. H.

Granada se dispone a "viajar al pasado reciente" de los desplazamientos hacia la Costa Tropical por la antigua carretera N-323. Las obras de emergencia para tratar de solucionar los deslizamientos que afectan al viaducto de la autovía A-44 que cruza Rules obligarán a los conductores a utilizar la antigua carretera de la Costa, para llegar así al destino a partir del próximo martes 9 de septiembre. Esto hará que los vehículos vuelvan a circular por el viejo puente de hierro de Los Acebuches e Ízbor, y que se pueda volver a disfrutar de la panorámica de la presa desde el otro lado del embalse.

De esta manera, los conductores que bajen a la Costa tendrán que dejar de circular por la A-44 cuando lleguen al kilómetro 167, tomando el desvío hacia la vieja carretera nacional N-323 a la altura de Ízbor, de la misma forma que ocurría cuando los viaductos de la autovía de Rules no estaban construidos y había que seguir el camino hacia la playa por la carretera antigua.

A partir de aquí se circulará durante ocho kilómetros por la vieja N-323, pasando por el viejo puente de hierro de Los Acebuches y subiendo hacia el mirador del embalse, para luego bajar a la altura de la presa siguiendo el margen derecho del río Guadalfeo. Este tramo la carretera consta de tres carriles, que se van alternando entre uno u otro sentido en función de los cambios de elevación, y las velocidades máximas permitidas van entre los 60 y los 90 kilómetros por hora.

Imagen orientativa sobre los cortes y lo desvíos de tráfico / G. H.

Tras recorrer los ocho kilómetros obligatorios, la carretera llega hasta el puente de piedra de Vélez de Benaudalla. En este punto, el conductor podrá decidir qué itinerario seguir, en función de cuál sea su destino final del viaje: podrá girar a la izquierda (un giro que tendrá prioridad y estará señalizado específicamente) hacia la A-346 para, a través de esta carretera, volver a la A-44 a la altura del desvío de Vélez y Órgiva; o podrá seguir recto por la vieja N-323 hacia el Azud de Vélez y llegar a la playa como se hacía hace ahora unos 20 años.

Aquí cada conductor tendrá que valorar su situación particular. Si viaja a Motril, el Puerto o a las localidades entre Torrenueva Costa y Adra (Almería), lo lógico es volver a la autovía. Si viaja a Playa Granada, puede tanto volver a la autovía como seguir por la nacional, y si va a las localidades entre Salobreña y Maro (Málaga) puede seguir por la vieja nacional hasta volver a la A-44 a la altura de Lobres o del cruce con la vieja N-340.

El desvío de estos ocho kilómetros entre Ízbor y Vélez apenas supone un retraso en el viaje de entre tres y cinco minutos, ya que son menos kilómetros, pero se circula más lento. Sin embargo, el problema vendrá cuando se produzcan atascos, haya tráfico pesado de camiones o posibles accidentes. Ahí la ralentización de la marcha será notable, y la circulación de este tramo será lenta y pesada. En esos casos será imposible saber cuánta diferencia habrá entre viajar por la autovía a hacerlo por la vieja nacional, y habrá que armarse de paciencia. Por ello, será fundamental anticipar los viajes lo máximo posible, por lo que pueda pasar.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último