El objetivo de la Zona de Bajas Emisiones: reducir las partículas contaminantes hasta un 83% en diez años

La Zona de Bajas Emisiones tiene un objetivo claro marcado por la ley: reducir la contaminación y por tanto mejorar la calidad del aire. Para ello se han realizado análisis de la situación actual y un plan a corto, medio y largo plazo que llega a 2035 con la indicación del objetivo de reducción tanto de vehículos como de contaminantes que en el caso de las partículas llega al 83% de reducción. Para medir la calidad del aire se utilizarán las dos estaciones de medición que hay en Granada capital, una en la zona de Congresos y otra en Norte, y también con una en la Ciudad Deportiva de Armilla de forma adicional teniendo así dos estaciones dentro de la ZBE y una en zona colindante.

En estas estaciones se miden diferentes contaminantes, entre los que tiene especial relevancia por su impacto las partículas PM25 y PM10, aspectos que llevan al aire de Granada principalmente a tener una mala calidad convirtiéndola en una de las capitales más contaminadas. También el dióxido de nitrógeno y el dióxido de carbono. Todos relacionados también con un alto impacto sobre la salud humana y el aumento de la mortalidad. Y aunque en fuentes como los aportes de aire africano no se puede actuar, en el tráfico rodado sí. Otras fuentes son las calderas o las quemas agrícolas.

Distribución del tráfico

Con la reducción de la circulación en el término de Granada de vehículos altamente contaminantes se busca precismante actuar sobre ese foco emisor. Por eso se veta solo la entrada a los vehículos matriculados fuera que no tengan etiqueta, es decir, que no cumplan los estándares ambientales. Por contra, los mismos coches peero que pagen su impuesto en Granada sí pueden circular. El argumento municipal: el 71% del tráfico es de fuera de Granada y solo el 29% es de coches censados en la capital, por lo que la contaminación de vehículos de la ciudad es mucho menor, de ahí no penalizar al granadino, que principalmente se desplaza a pie o en transporte público. El objetivo es que de ese 71% deje de circular el 10% que son los que no tienen etiqueta y que cuando entran en Granada dan vueltas por la ciudad en su desplazamiento o buscando aparcamiento y contaminando. En número, en la provincia hay un total de 489.871 vehículos, de los que 170.062 no tienen distintivo. En la capital, los vehículos censados son unos 157.644 euros, de los que 49.849 no tienen distintivo.

Reducir emisiones

Según los estudios realizados e incluidos en el proyecto de Zona de Bajas Emisiones, se estima una emisión diaria de 165 toneladas de dióxido de carbono, lo que representa anualmente una emisión de 51.253 toneladas. En el caso del dóxido de nitrógeno, la emisión diaria es de 229 kilos, lo que supone 71 toneladas al año. Respecto a la emisión de partículas PM10, se estiman 24 kilos al día, lo que eleva anualmente la emisión a 7,4 toneladas.

El objetivo es reducir la contaminación por fases en un cronograma que llega hasta 2035 con un objetivo de bajar entre 6 y 12 puntos los valores de mejora de la calidad del aire en cinco años. Por eso también se anuncia una revisión de las medidas en 2028, primer corte para la evaluación del funcionamiento, por si hay que tomar nuevas medidas y ampliar restricciones.

A corto plazo (hasta 2028) se estima una reducción entre el 8 y 10% del tráfico, lo que supone bajar entre 104.972 y 107.305 vehículos al día. A medio plazo (2030) se quiere llegar a un porcentaje de reducción de entre el 11 y el 15% (bajando 103.000 y 99.000 vehículos al dia) y a largo plazo (2035), reducir entre el 17 y el 25% quedando los vehículos entre 96.808 y 87.477. Con estos datos de reducción, se pasará de un 0,33% de vehículos O ahora a hasta un 32% en diez años; del 2,41 al 43% en el caso de los ECO mientras que los de etiqueta C, B o sin etiqueta bajarán del 97,26% actual al 25% en 2035.

Las emisiones, con estos datos de eliminación de vehículos contaminantes, bajarán. En el caso del dióxido de carbono se reducirá del 30% en tres años al 59% en diez; el dióxido de nitrógeno pasará de bajar un 37 al 77% entre en cinco años y las partículas PM10 se reducirán un 39% en tres años y un 83% en diez.