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Las olas de calor marinas, una nueva preocupación para la Costa de Granada

Submarinista con corales, en una imagen de Coral Soud.

Submarinista con corales, en una imagen de Coral Soud. / Javier Sánchez

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apunta a que, en estos días, la temperatura del agua en las costas de Granada ronda los 25 grados centígrados, valor que, a buen seguro, ha sido motivo de comentario entre los miles de bañistas que en estas semanas alivian los calores estivales a pie de playa. "La temperatura es más alta", certifica la directora del Aula del Mar de la Universidad de Granada, Isabel Reche, que destaca que ya el año pasado se constató una anomalía positiva de unos dos grados con respecto a los valores promedio de los últimos años en la zona del Mediterráneo occidental. Con ese precedente, se prevé que este fenómeno posiblemente no se quede en anecdótico.

"Este incremento de la temperatura es generalizado en el Mediterráneo", explica Reche, que señala que queda mucho trabajo por hacer para determinar el alcance de este fenómeno y las consecuencias que puede tener tanto para la vida en el mar como para el régimen meteorológico fuera del agua. 

Mapa por satélite de la Aemet con la proyección de la temperatura del mar. Mapa por satélite de la Aemet con la proyección de la temperatura del mar.

Mapa por satélite de la Aemet con la proyección de la temperatura del mar. / R. G.

Según indica el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en Andalucía, Luis Fernando Sánchez Cotín, las olas de calor se transmiten por el aire, que a su vez está en contacto con el agua y "eso influye" en el calentamiento del mar, entre otros factores. En estos días Granada sufre los rigores de las altas temperaturas gracias a un anticiclón situado en el norte de África que propicia que llegue a esta zona de la Península aire seco y muy cálido. El lunes Loja se alzó con el título de lugar con la temperatura más alta de toda España con 44,6 grados, testigo que el martes recogió la base aérea de Armilla, donde el mercurio llegó a los 43,4. 

En un principio, quien peor lo tiene es el ecosistema marino. Existen formas de vida con una "tolerancia térmica más estrecha", apunta la investigadora, y que ante fenómenos como las olas de calor marinas sufren más. No están adaptadas y eso las hace más vulnerables. Otras especies, como las medusas, parece que llevan mejor ese incremento de la temperatura del agua y "sí son capaces" de proliferar en mares más cálidos. 

El aumento de la temperatura conlleva que haya menos oxígeno en el agua, lo que también supone un reto para determinadas comunidades de seres vivos marinos. En Granada, por ahora, no hay estudios suficientes para determinar el alcance de estos fenómenos, y serán estudios como los que desarrollan en el Aula del Mar los que certifiquen las consecuencias del incremento de la temperatura marina. Por lo pronto, investigadores como Luis Sánchez Tocino, profesor colaborador de la Universidad de Granada, apunta a que especies como los erizos "se van a ver muy afectados" si se mantienen los termómetros en valores como los que se registran en estos días. También afecta a esponjas, anémonas y corales, especies que viven en el fondo del mar y tienen pocas opciones de desplazarse. 

Además de afectar a la biodiversidad en el mar, el calentamiento del mar tiene otros efectos. Reche explica que el agua  es capaz de acumular mucho calor. "Para subir un grado ha tenido que absorber mucho calor". En invierno, ese calor 'regresa' a la atmósfera y eso, a su vez, tiene consecuencias a nivel meteorológico. "Tenemos que tener series numéricas suficientemente grandes" para analizar qué ocurre en el mar y conocer los fenómenos que se asocian a esa templanza marina. De ahí la importancia de que el Aula del Mar se dote en el puerto de Motril con una sonda, la primera que se instalará en Andalucía, que ofrecerá un registro diario de variables que van a servir para comprender los procesos que ocurren en la Costa de Granada.

El Aula del Mar CEI·MAR-UGR es una entidad que engloba a la mayor parte de los grupos de investigación e investigadores de la Universidad de Granada interesados por el medio marino. Además, es el nexo de conexión con el resto de universidades andaluzas que conforman en Campus de Excelencia Internacional del Mar. Constituye un centro de apoyo a la docencia y a la investigación con especial énfasis en la transferencia de los resultados de la investigación al litoral de Granada. A través de la cooperación con el Puerto de Motril y otras instituciones y empresas provinciales desarrolla proyectos y programas de sensibilización como “Mimar mi mar” o “Una costa para todos”.

Uno de los principales objetivos del Aula del Mar es promover la conservación del litoral granadino que, a pesar de no ser muy extenso, posee enclaves de altísimo interés biológico debido a su elevada biodiversidad, probablemente consecuencia de las excepcionales características del mar de Alborán.

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