La oscilación térmica durante 2007 fue una de las más bajas de la década

Se esperaba lo peor y, sin embargo, 2007 no ha sido un año especialmente duro. Ni un frío extremo en invierno, ni, sobre todo, mucho calor en verano. El pasado 2007 fue un año climatológico moderado, con una de las menores oscilaciones térmicas de la última década. Y además, según los datos facilitados por la Oficina Meteorológica de la Base Aérea de Armilla -que pertenece al Instituto Nacional de Meteorología-, también fue uno de los más frescos de los últimos diez años. "Dentro de los promedios, 2007 ha sido uno de los años más fríos", explica el jefe de la Oficina Meteorológica de la Base Aérea de Armilla, Guillermo Ballester.

Y es que la temperatura media anual de 2007, según las mediciones del Instituto Nacional de Meteorología, ha sido la más baja de la última década. La media de las temperaturas máximas y mínimas de los doce meses del pasado año se situó en torno a los 15,55 grados, mientras que la media de la temperatura anual de los últimos diez años alcanza los 15,86. Esta diferencia, que puede no parecer muy elevada, aumenta de forma considerable al comparar la temperatura anual de 2007 con la del año anterior, que alcanza casi un grado.

La mayor diferencia, según los valores recogidos por el Instituto Nacional de Meteorología, se registró en las media de las temperaturas máximas. Mientras que en la última década la media máxima se sitúa en torno a los 22,7 grados, en 2007 sólo llegó a los 22,3. En cuanto a las temperaturas mínimas, 2007 no se quedó muy alejado de los valores medios de la última década. Si en los últimos diez años la media de las temperaturas más bajas se situó en torno a los 8,9 grados, el año pasado se quedó en 8,8.

Así que, atendiendo a estos datos se puede asegurar que la tendencia a la baja de las temperaturas del año pasado se explica fundamentalmente por una mayor moderación de las temperaturas máximas y el mantenimiento de las mínimas.

Claro que esto no quiere decir que el cambio climático haya decidido pasar de largo de la provincia. Por una parte, hay que tener en cuenta que "los diez años anteriores a 2007 han sido mucho más calurosos que los de la década anterior", asegura el jefe de la oficina Meteorológica de la Base Aérea de Armilla. Y, por otra parte, es necesario contar con las circunstancias climatológicas concretas de cada año, que pueden provocar mayores o menores oscilaciones y variar la tendencia general de las temperaturas.

Uno de los meteorólogos de la Oficina Meteorológica del Aeropuerto de Granada -que también pertenece a la red de estaciones del Instituto Nacional de Meteorología- explica que para observar la incidencia del cambio climático hay que tener en cuenta un periodo mucho mayor. "La tendencia general, según las observaciones de meteorólogos y climatólogos, es a aumentar, independientemente de cómo se haya desarrollado 2007", explica el técnico.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, en su estadística sobre las condiciones climatológicas de la región, cifra en 14,9 grados la media histórica de las temperaturas de Granada, en la que se tienen en cuenta los valores térmicos recogidos desde 1961. Teniendo en cuenta esta cifra, y a pesar de la moderación térmica del último año, Granada registró en 2007 una temperatura media superior en más de medio grado a la media histórica.

Y, según las previsiones de los meteorólogos, la tendencia al calentamiento no hará más que aumentar a lo largo de los próximos años. En el informe Escenarios actuales y futuros del clima de Andalucía, elaborado por la Fundación para la Investigación del Clima, se asegura que en un periodo de entre diez y cuarenta años los termómetros en Granada experimentarán una subida de las temperaturas -más de las máximas que de las mínimas- de alrededor de tres grados. Además, según el mismo informe, en los próximos cuarenta años las precipitaciones descenderán hasta un 16 por ciento.