El guante que tendió el PSOE el pasado jueves al equipo de gobierno en apoyo a la propuesta de subir dos euros la entrada a la Alhambra para rehabilitar el Albaicín es, a juicio del concejal de Economía, Francisco Ledesma, un dardo envenenado, una huida hacia adelante... un debate estéril. Y es que el apoyo de los socialistas a la propuesta del equipo de gobierno lleva parejas varias 'coletillas'. La primera, la exigencia de que también se cobre esta tasa en otros monumentos como la Catedral, la Capilla Real, el Centro Lorca (cuando esté abierto), el Aljibe del Rey o los hoteles de cinco estrellas de la ciudad. La segunda exigencia: que el dinero extra recaudado se invierta no solo en el Albaicín, también en el centro histórico y en el Realejo.

"Por esa misma regla de tres también podríamos subir los precios en las paradas de taxi o en los ultramarinos, ya que también son servicios que usan los visitantes", relató el concejal de Economía, quien instó a los socialistas a que se sumen a la propuesta consensuada que ya hay encima de la mesa. "Si realmente están de acuerdo con la medida, que se sienten y negocien. Su propuesta sólo contribuiría a crear una fisura en el sector de la hostelería, ya de por si bastante castigado", añadió Francisco Ledesma.

Además del concejal de Economía, el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Francisco Puentedura, también se manifestó sobre el debate que ha abierto desde hace unos meses el equipo de gobierno. "Yo lo primero que le pediría al Ayuntamiento de Granada es que escuche a los vecinos del Albaicín. Ahora mismo este barrio no tiene ni Plan Director. En diciembre de este año se cumplirán 20 años de la declaración de Patrimonio Mundial y seguimos sin un Plan Especial", dijo.

En este sentido, Puentedura cree que se está empezando la casa por el tejado cuando "hay que ponerse con los vecinos, las instituciones y aquellas personas especialistas en el patrimonio para saber qué líneas estratégicas se tienen que llevar".Sobre las actuaciones que deben acometerse en el barrio, el portavoz de IU resaltó la necesidad de centrarse en la accesibilidad y en la rehabilitación de infravivienda para fijar la población al Albaicín y evitar que se despoble. "Si se despuebla, al final se degradará y perderá", declaró.