Los peritos han confirmado este martes que la acusada de asesinar a golpes y puñaladas a la que era su novia, una joven de 18 años, mantenía sus capacidades volitivas y cognitivas pese a que declaró haber actuado bajo la influencia de la droga y no recordar cómo ni cuántas veces la atacó.

La segunda sesión del juicio, que se celebra desde este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, ha estado centrada en la declaración de testigos y de peritos que han descartado una enajenación transitoria de la procesada por el consumo de droga.

Lo han hecho después de que la acusada, que se enfrenta a la petición de una condena a 17 años de la Fiscalía, pena que la acusación particular eleva a prisión permanente revisable, se declarara este lunes culpable pero dijera no saber cómo mató a la que era su novia porque había mezclado cocaína y ansiolíticos.

Los hechos se remontan al 11 de abril de 2021, fecha en la que la acusada, que tenía entonces 36 años, mató de cerca de medio centenar de golpes a Marina, una chica de 18 años con la que convivía y con la que llevaba dos años de relación sentimental.

Después de matarla y limpiar la vivienda, la procesada intentó aparentar que la joven había dejado de manera voluntaria la vivienda que compartían en Motril (Granada) y buscó dónde esconder el cadáver, aunque un día después se entregó ante la Policía Nacional y confesó los hechos.

La procesada dijo ayer que siempre atacó a la víctima de frente, aunque la declaración policial ha apuntado que, según la distribución de la sangre en el escenario del asesinato, la acusada acorraló en un rincón del salón a la que era su novia, que no pudo defenderse del ataque.

"Es irónico porque yo siempre la he querido proteger de su familia", declaró en el inicio del juicio la acusada, cuyo abogado ha pedido la libre absolución por al eximente completa de enajenación mental transitoria por el consumo de sustancias con la alternativa de una condena a un máximo de diez años de prisión.

El juicio continuará este miércoles con nuevas periciales y los informes finales de las partes, tras lo que el presidente de la sala redactará el objeto del veredicto que recibirá el jurado popular.