Las playas granadinas, las menos accesibles de todo el litoral andaluz

Según establece el artículo 31 de la Ley de Costas de 1988, el disfrute de las playas es un derecho de todos. Pero, en ocasiones, las personas con alguna discapacidad física no gozan de él en toda su extensión. De las cinco provincias que dibujan el litoral andaluz, Granada se sitúa a la cola a la hora de atender las necesidades de este colectivo, según la Guía de Playas Accesibles que elabora cada año Discapnet.

Así, de 28 playas granadinas tan sólo 6 superan el examen. Mientras, las provincias vecinas de Almería y Málaga cuentan con 21 y 11, respectivamente. Huelva tiene ocho repartidas en seis municipios y en Cádiz son ni más ni menos que 36 distribuidas en 10 localidades. Municipios como Chipiona con siete o Rota con nueve ya suman más que todas las de la provincia de Granada juntas.

Tan sólo dos municipios de los que componen los 80 kilómetros de la Costa de Granada se han recogido en la última edición de esta guía: uno de ellos es Motril y el otro, Castell de Ferro. En este último aparecen las playas de Cambriles y del Sotillo, las cuales disponen de pasarelas, rampas y sillas anfibias. El alcalde de este municipio, Eloy Martín, se ha marcado como reto conseguir que en su localidad ondee la bandera azul, por lo que considera necesario mejorar las instalaciones en su franja de litoral.

El que más poderío presenta con diferencia es el municipio de Motril, que se erige como todo un ejemplo a seguir y referente a imitar en materia de turismo accesible. Las playas de Poniente y Granada y las de sus anejos de Carchuna y Calahonda están incluidas en esta guía.

El alcalde de Motril, Carlos Rojas, comenta orgulloso que cuentan con todos los equipamientos y servicios necesarios: "Trece plazas de aparcamiento, señalización específica, pasarelas de ancho especial para que puedan cruzarse sin problemas hasta dos sillas a la vez, duchas y aseos adaptados, fuentes o papeleras dispuestas a lo largo de las pasarelas". Además, están disponibles para la personas que lo necesiten cinco sillas anfibias -dos de ellas de uso infantil- y pasarelas enrollables que llegan hasta la orilla para facilitar la entrada al mar.

Bastante más dejan que desear el resto de playas de la Costa, incluso las consideradas como más turísticas. La semana pasada el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Almuñécar, Francisco Prados, pidió al concejal de Seguridad que dotara al cuerpo de voluntarios de Protección Civil de los medios humanos y técnicos necesarios para mejorar la accesibilidad de las playas sexitanas. Entre otras cosas, Prados demandó la instalación de pasarelas desde los puestos de Protección Civil hasta la orilla para facilitar el transporte de las sillas anfibias.

"Puesto que los voluntarios de Protección Civil ayudan a las personas con discapacidad a bañarse en las playas de Almuñécar y La Herradura, entendemos que debemos facilitarles un acceso adecuado hasta la orilla. Ha habido casos en los que han tenido que coger la silla entre varios desde bastantes metros de distancia con el consiguiente riesgo de caídas y la fatiga que supone. Al Ayuntamiento no le cuesta mucho dinero hacer que las pasarelas lleguen casi hasta el rebalaje. Así facilitamos el trabajo de los voluntarios y hacemos que nuestras playas mejoren su accesibilidad", explicó.

Francisco Prados reclamó también dotar de un mínimo personal sanitario así como de mejor equipamiento para emergencias a los puestos de Protección Civil de La Herradura, Velilla, San Cristóbal y Puerta del Mar. "Si realmente queremos que Almuñécar sea una ciudad sin barreras y sus playas sean ejemplo de accesibilidad y seguridad, hay que incentivar cualquier medida dirigida a la eliminación de barreras y a la mejora de la seguridad de los bañistas. Nuestras playas están bien equipadas pero siempre hay que intentar mejorarlas", concluyó el edil socialista.

Por su parte, la alcaldesa de dicha localidad, Trinidad Herrera, se ha comprometido a presentar un plan de playas para el próximo 2012, así como a mejorar la accesibilidad a todas las playas del municipio para las personas con problemas de movilidad.

Sin embargo, si aún en este terreno queda mucho camino por recorrer en municipios como Almuñécar (considerado oficialmente como turístico), el abismo es mayor en otras localidades de menor tamaño. También se da el caso en esta provincia de poblaciones que siendo de interior tienen una pequeña franja que históricamente ha pertenecido al pueblo y que apenas cuentan con presupuesto para dotarla de los medios más imprescindibles.