El Picasso encontrado es el original: lo cogió una vecina en el portal pensando que era un paquete y nunca viajó a Granada

El envoltorio y otras circunstancias apuntaban a que la obra hallada este jueves era el cuadro que se buscaba, un pequeño 'gouache' valorado en 600.000 euros

El extraño viaje a Granada del cuadro de Picasso desaparecido

Imagen de la Policía Científica analizando el cuadro de Picasso
Imagen de la Policía Científica analizando el cuadro de Picasso / G. H.

La Policía Nacional ha confirmado este viernes que el cuadro localizado a última hora del jueves en Madrid es el bodegón del artista malagueño Pablo Picasso que desapareció cuando iba a ser trasladado a Granada capital para formar parte de una exposición. Los análisis que ha realizado el cuerpo de seguridad este viernes han sido clave, pues han demostrado definitivamente que se trata de Naturaleza muerta con guitarra, datado del año 1919 y valorado en más de medio millón de euros.

La obra nunca llegó a subir al camión de transporte para ser trasladado desde la capital nacional a capital nazarí, porque los transportistas la olvidaron en el portal, y una vecina la cogió pensando que era un paquete y la dejó en su casa.

La historia es, cuanto menos, rocambolesca. Al parecer, el pasado 25 de septiembre, los transportistas que acudieron al inmueble de un coleccionista privado ubicado en la Avenida Pío XII de Madrid, procedieron a la recogida de varias obras para después almacenarlas y, ya en octubre, llevarlas a Granada. Los operarios se marcharon pero se dejaron olvidado el bodegón, un pequeño dibujo realizado con pintura gouache y mina de plomo sobre papel que estaba asegurado en 600.000 euros, y que ni siquiera salió del inmueble. Este se quedó en el portal.

Al rato, una vecina que accedió al inmueble lo vió y lo recogió pensando que era un paquete dejado por algún mensajero, rescatándolo así tras el olvido de los transportistas. Hay que recordar que esta obra mide 12,7 centímetros de alto por 9,8 centímetros de ancho, y que sumando marco puede pasar por un libro grande.

Vista en detalle de la obra del pintor malagueño
Vista en detalle de la obra del pintor malagueño / G. H.

En un primer momento se investigaba si el cuadro había podido ser robado en algún momento durante su guarda en un almacén a la espera de la llegada del resto de obras de la exposición, o en el traslado de todas las pinturas a Granada, pero finalmente esta hipótesis ha sido descartada. Al parecer, la mujer no lo abrió y lo dejó arrinconado en su vivienda, por lo que pasaron los días y el Picasso seguía en el olvido en Madrid. Hasta que el marido de esta vecina comentó con ella la noticia de que el cuadro no había llegado a su destino y lo habían echado de menos en Granada cuando descargaron los otros 56 que formaban parte de la exposición Bodegón. La eternidad de lo inerte, que se inauguró el 9 de octubre pero sin la obra.

La mujer cayó entonces en la cuenta de que ese paquete podría ser el cuadro desparecido, sabiendo que en alguna vivienda de su portal había obras de arte. Efectivamente, así era, y el matrimonio llamó a la Policía, quien lo recogió a última hora de este jueves y este viernes ha procedido a analizarlo para determinar que, efectivamente, se trataba del cuadro original.

La Brigada de Patrimonio Histórico, adscrita a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) dentro de la Comisaría General de Policía Judicial, ya había iniciado una investigación tras la denuncia de CajaGranada Fundación de la desaparición, y ya había tomado declaración a todo aquel que hubiera tenido contacto con el cuadro, principalmente transportistas de la empresa y empleados del almacén. Este viernes, la Policía Científica ha abierto el paquete y ha comprobado que el cuadro era el auténtico, un Picasso que ha traído de cabeza a investigadores, propietarios, expositores y a unos trabajadores que, seguramente, se han llegado a sentir sospechosos de un robo que nunca existió. No se han producido detenciones a raíz de este caso, y la investigación sigue abierta para confirmar esta increíble historia que demuestra que, en ocasiones, la realidad supera a la ficción.

Un 'robo' que nunca existió

Tras su localización en la tarde de este jueves, la hipótesis que se barajaba de una posible pérdida o robo en la parada que se produjo en la localidad de Deifontes durante la noche del 2 de octubre perdía fuerza, y una vez conocido el caso queda totalmente descartado que llegara a pasar nada raro durante la parada de los 56 cuadros en la localidad, a apenas 30 kilómetros de la capital nazarí. Fue simplemente un olvido que incluso llegó a ser incluido hace una semana en la base de datos internacional de obras de arte sustraídas, para tratar así de facilitar su búsqueda.

Para su localización y determinar si era el original han sido claves el envoltorio y otros pequeños detalles. Así se confirma la hipótesis de que la obra se había extraviado en algún momento entre la salida de su ubicación en un domicilio privado de Madrid, su custodia y la acción de cargar las obras que iban a ser trasladas a Granada. Literalmente, el cuadro no llegó a salir de Madrid, ni siquiera del edificio en el que se encontraba originalmente.

Es habitual que, en exposiciones de este tipo que reúnen a obras repartidas por todo el territorio nacional y el extranjero, todas las pinturas se concentren en un lugar para hacer el traslado definitivo en una fecha acordada por el museo y los dueños de las pinturas, que son o particulares u otros museos. En este caso, el Picasso en teoría debía haber viajado con otras 56 obras hasta la exposición, pero no llegó a salir de su bloque. Al parecer todos los cuadros que se esperaban para la exposición llegaron juntos, pero que cuando el camión de la empresa transportista los descargó faltaba uno de ellos: el Picasso.

El embalaje del cuadro ha sido clave para comprobar su autenticidad
El embalaje del cuadro ha sido clave para comprobar su autenticidad / G. H.

El embalaje y la noche en Deifontes

Una de las claves para determinar que el cuadro encontrado por la vecina era el Picasso ha sido el embalaje de las obras. El traslado se inició el día 2 de octubre, después de que las obras fueran preparadas para su traslado, y los cuadros llegan a Granada el día 3. Sin embargo, a esa furgoneta no llegó a subirse el cuadro, que estaba olvidado en un rincón de la vivienda de la vecina, ya ni siquiera en el almacén. El desplazamiento de este tipo de cuadros implica un embalaje cuidadoso, con materiales específicos, y el transporte se realiza en vehículos con control de temperatura y humedad, asegurándose que las piezas no se muevan durante el trayecto para que no sufran daños.

Los cuadros pasaron una de las noches del trayecto en la localidad de Deifontes, pero no fue en este punto donde desapareció el bodegón de Picasso, sino que este se quedó olvidado en el portal en algún momento de la operación de carga en el camión que la tenía que llevar a su almacenaje a la espera de ser llevado a Granada.

Según CajaGranada Fundación, una vez que las obras llegaron a Granada, "al no estar todos los embalajes debidamente numerados, no fue posible hacer un chequeo exhaustivo sin desembalar". Se comprobaron las distintas procedencias que se podían contrastar, y se acordó firmar las cartas de porte "pendientes del desembalaje el lunes 6, para poder chequear con exactitud pieza a pieza".

Ya el lunes 6 de octubre, a partir de las 08:30 horas, se inició el desembalaje de todas las piezas, que permanecieron desde el viernes video vigiladas en todo momento. La fundación ha asegurado que ha comprobado en las grabaciones que no existió ninguna incidencia con los cuadros durante el fin de semana. "A media mañana, con todo ya desembalado, la comisaria de la exposición y el responsable de exposiciones detectaron la falta del Picasso", se aseguró desde CajaGranada Fundación la pasada semana en una nota de prensa reenviada a los medios que ofrece su versión de los hechos.

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