El Ayuntamiento de Granada se convirtió ayer en el gran atractivo turístico de la ciudad. La Plaza del Carmen permaneció durante toda la mañana colapasada de vecinos que, congregados bajo una enorme cruz de claveles presenciaron todos los movimientos de los políticos. La mayoría habían acudido con motivo del pregón del Día de la Cruz, a cargo de Adrián Sánchez. Sin embargo, muy pronto cambiaron sus motivaciones. Lo de las cruces era más secundario. La noticia de que el diputado de Deportes, Mariano Lorente cumplía con la exigencia de C's y abandonaba su puesto dejó vía libre a Paco Cuenca para convertirse en el próximo alcalde de Granada muy pronto centró las conversaciones y los chascarrillos. Tanto que, una vez finalizado el pregón numerosos granadinos seguían sentados en los bancos de la Plaza del Carmen o en las sillas del interior del consistorio. No todos los días Granada cambia de alcalde.

"He venido desde mi pueblo para ver cómo estaba la cruz del Ayuntamiento y ya que estaba... me he quedado un rato", explicó Carlos Monter, un vecino de Padul que consideró que ayer estaba sentado en las sillas situadas en el interior del Ayuntamiento de Granada y que afirmó que este año la cruz municipal es un poco austera, como los tiempos que corren. A su juicio, la salida del equipo de gobierno de la ciudad de José Torres Hurtado, Sebastián Pérez e Isabel Nieto era necesaria: "Me parece bien desde el momento en se intuya que cualquier persona ha podido hacer algo que no es legal. Debe apartarse pues los políticos no solo deben ser decentes si no que tienen que parecerlo".

Sobre la llegada de Paco Cuenca a la Alcaldía, Montes opinó que lo va a tener fácil por las circunstancias pero tendrá que "llegar a acuerdos con otros partidos dado que tanto la capital como parte del Área Metropolitana es bastante conservadora". Respecto a la posibilidad de que otros grupos municipales entren a formar gobierno, defendió que "todos lleguen a un acuerdo con los ciudadanos que los han votado sin traicionar sus principios pero ya que cobran un sueldo por lo menos que se esfuercen".

Pablo Groso, que se encontraba por el entorno de Correos, se enteró por las noticias de la radio de que, previsiblemente, Paco Cuenca será el próximo alcalde de Granada. Para este vecino de la capital que ayer paseaba junto a otros amigos en este día de fiesta la prioridad del nuevo alcalde debe ser acabar con la suciedad, reducir el desempleo, invertir en bienestar social con cero corrupción. "Ni tengo esperanzas ni dejo de tenerlas. Solo espero que lo haga bien. Puede que venga bien un cambio de aires en el Ayuntamiento. Todo es probar", remarcó Groso. Por otra parte, sobre Torres Hurtado se mostró partidario de que, en caso de que los jueces determinen su culpabilidad, "devuelva el dinero".

Para Marisa Morales el cambio de aires será positivo en la ciudad. "Entra una cara nueva, una actitud nueva y sobre todo limpia", detalló que se encontraba en el entorno de la Fuente de las Batallas donde el tema de conversación también giraba en torno al futuro alcalde. Para ella, la operación nazarí y la presunta trama de corrupción que hay detrás ha supuesto un desencanto para los ciudadanos. "No me lo esperaba", destacó esta mujer para quien la prioridad en esta nueva etapa es intervenir en los barrios periféricos y obreros de la ciudad. "Hay que actuar en las zonas donde no se ha hermoseado la ciudad. Donde los vecinos siguen sufriendo apagones por los enganches, o donde no hay seguridad y la Policía no entra. Debe ser el alcalde de toda la ciudad". Ella, que vive en el distrito Ronda, espera con impaciencia la apertura del Metro cuyas estaciones "han quedado bonitas". Prestar más atención al resto de barrios parece ser una prioridad para muchos vecinos. Para Virginia Martínez con Torres Hurtado se ha demostrado que Cartuja, La Paz o Almanjáyar están abandonados". Por eso ahora espera que el nuevo equipo de gobierno transforme la zona Norte.