Los bajos precios y la corta duración de la campaña condenan a la chirimoya
Esta mala tendencia está haciendo que los productores del litoral granadino apuesten por otro productos más rentables
Frente al despegue imparable del mango y del aguacate, la chirimoya, a pesar de ser un fruto que tan sólo se da en la Costa de Granada y en la de Málaga en toda Europa, no termina de despegar. En 2015 se produjeron 39.083 toneladas en Granada, 1.841 menos que el año anterior y una disminución de 5.480 respecto a la media entre 2010 y 2013, periodo en el que se plantaron 2.899 hectáreas, según datos de la Consejería de Agricultura. Varios son los factores que influyen en su tendencia decreciente. Si los bajos precios han dado al traste con la mayoría de campañas, la de la chirimoya ya lleva varios años sin levantar cabeza, con valores en torno a los 70 u 80 céntimos el kilo.
A todo ello se unen factores como que la campaña es muy corta -de septiembre a noviembre-, por lo que "en ese periodo hay mucho producto y los precios son bajos, la cosecha viene muy junta y madura a la vez", explica el secretario de Coag Granada, Miguel Monferrer. De ahí que algunas plantaciones que antes se dedicaban a chirimoyas busquen ahora la rentabilidad con el aguacate o el mango. Además, existe un bajo rendimiento de cultivo por hectárea, por lo que sus productores están buscando fórmulas para alargar las cosechas y aumentar la productividad.
La climatología también influye. En la anterior campaña, las elevadas temperaturas registradas durante el mes de septiembre adelantaron la maduración del fruto, concentrando a finales de este mes un excesivo volumen de fruta en las entidades comercializadoras que dificultaron su manipulación y distribución, lo que hizo caer los precios. Y en ésta se han dado también temperaturas altas y sequía.
La falta de agua en la zona del Río Verde tampoco ayuda, por lo que se hace imprescindible la puesta en servicio de la Presa de Rules. Estas canalizaciones son también fundamentales para el níspero, cultivo en el que al igual que pasa con la chirimoya en cuanto a producción, Granada no tiene competencia, con 9.844 toneladas de las 11.971 de toda Andalucía y le sigue de lejos Málaga con 1.900. El año pasado esta fruta experimentó una subida, aunque tímida, de apenas 100 toneladas respecto al periodo 2000-2013.
Las elevadas temperaturas registradas durante el inicio de la primavera de 2015 en todas las zonas productoras de níspero, incluidas las zonas más altas como Ítrabo o Lentegí, anticipaban la recolección. Hacia finales de abril, hubo una afluencia masiva de fruta a las comercializadoras. Durante las semanas 18 y 19 tuvieron lugar los máximos picos de producción, que hicieron caer los precios. A partir de mediados de mayo y hasta final de campaña se recuperaron ligeramente, y llegaron a una media de 0,88, algo más que en 2014 (0,75), pero lejos del 1,16 registrado en 2013.
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