Los profesionales pueden avisar por ordenador a los compañeros ante una situación de riesgo

Los servicios jurídicos del Servicio Andaluz de Salud en Granada han recibido a lo largo de 2011 un total de 38 sentencias condenatorias relacionadas con agresiones sufridas por los profesionales en los centros sanitarios públicos, seis de las cuales incluyen la tipificación de delito de atentado. Este número supone un 73% del total dado que los abogados del SAS han llevado a cabo en 2011 un total de 52 asistencias letradas en relación con las agresiones sufridas por los profesionales sanitarios y no sanitarios en el desempeño de su trabajo en los centros sanitarios públicos de la provincia. Con respecto a 2010, ha habido cinco condenas más en la provincia granadina.

En el conjunto de Andalucía las sentencias condenatorias han sido 174, de las que 22 están tipificadas como atentado. El resto se dividen entre delitos de amenazas, falta de lesiones e injurias, entre otras.

Durante los dos primeros meses de 2012 se han registrado en Granada dos agresiones, lo que supone una reducción del 40% respecto al mismo período del año pasado, cuando se contabilizaron entre enero y febrero cinco.

Dentro del Plan de Prevención y Atención a las Agresiones para los profesionales del sistema sanitario público andaluz, la Consejería de Salud dota a los centros de medidas de seguridad, a las que recientemente se incorporó el botón antipático, una aplicación informática instalada en el propio ordenador de consulta y que permite al profesional emitir una señal al ordenador de los compañeros del centro para alertar de una situación de riesgo.

El botón antipático, de los que existen actualmente 204 en los centros granadinos (3.308 en Andalucía), es un mecanismo de alarma silenciosa (a través de un mensaje en la pantalla de todos los ordenadores del centro), con lo que se evita que el agresor se percate. Al tratarse de una alarma colectiva, supone una gran ventaja respecto al timbre antipático tradicional. Además no supone coste económico alguno al ponerse en marcha con recursos informáticos ya existentes, a los que se dota de una nueva funcionalidad.

Esta nueva aplicación informática se une a los 336 timbres antipánico existentes, 186 interfonos, 23 salidas alternativas, 262 videocámaras y 32 vigilantes de seguridad.