Más de un centenar de profesores de la Facultad de Derecho de la UGR han firmado un manifiesto en defensa del Estado de Derecho y contra la nueva ley de la amnistía firmada por el nuevo Gobierno, siguiendo así la estela de otros centros como el de Córdoba, Zaragoza o León. Con este acto, al que se suma la lectura pública del texto, "el mundo académico se va incorporando a la ola jurídica que no permanece callada ante el preocupante deterioro del estado de Derecho", según explican los firmantes. El texto también lo apoyan 15 miembros de la Delegación de Estudiantes de la Facultad y las asociaciones de alumnos de Derecho CED y Libertatem.

En el texto, leído públicamente por Mª Asunción Torres López, los docentes denuncian "un pacto entre los poderosos que, para mantener o aumentar su poder, trate de deslegitimar las decisiones de los jueces y de maniatarlos para el futuro es un ataque frontal a todo esto" y ponen de manifiesto unas leyes, que según los firmantes, acaban con el Estado de Derecho y que permiten "que el poder legislativo imponga al poder judicial a quién y cómo puede controlar", lo que las convierte en unas leyes "que vulneran la independencia de los jueces".

Todo esto, según se recoge en el texto, choca directamente con lo que se enseña en la propia Facultad. Así, a modo de ejemplo, los docentes han explicado que, en las aulas de Derecho se explica que el poder está limitado por el Derecho, sujeto al Derecho y que "ello tiene un respaldo capital: ese sometimiento al Derecho lo garantizan los jueces"; también que solo es posible un Estado en el que "reine la separación de poderes "que esa es la garantía de nuestros derechos ciudadanos"; o que el Estado de Derecho es "la gran conquista de la humanidad", pero que no es una definitiva, sino que está "siempre amenazada". 

En el acto, también intervino el profesor Agustín Ruiz, quien insistió en la necesidad de ser firmes en nuestras convicciones, prescindiendo de etiquetas y adhesiones ideológicas. Tras él, tomó la palabra Antonio Peña Freire, que recordó que el acto no era un acto político porque no se había convocado contra nadie, sino en defensa del Estado de derecho, un principio propiamente jurídico. Señaló que es convicción compartida por los firmantes que hoy el Estado de derecho en España no está mejor hoy de lo que lo estaba hace unos meses, antes de conocerse el contenido de algunos de los acuerdos de investidura y advirtió que el Estado de derecho estará aún peor si esos acuerdos se ejecutan. 

El acto se cerró con un abrazo de los asistentes, como en el cuadro El Abrazo, de Juan Genovés, símbolo de la Transición Política.