Varias decenas de profesionales sanitarios se concentraron en las puertas de los dos principales hospitales granadinos para protestar por los despidos, en su mayoría de los refuerzos Covid, que se producirán a partir del lunes. Los afectados en la provincia son 1.600 y la Junta no tiene la intención de que continúen, según denuncian las centrales, que ya iniciaron las concentraciones de repulsa la semana pasada en el Hospital de Baza.

La concentración más numerosa tuvo lugar frente al hospital de Traumatología, perteneciente al Virgen de las Nieves, convocada por CSIF, CCOO y UGT, mientras que el sindicato de enfermería SATSE se concentró frente al Clínico San Cecilio del PTS. En todas ellas se pide al SAS que recapacite y que no prescinda del 40% de de los profesionales que se contrataron como refuerzos por la pandemia.

Frente a Trauma, Matilde Núñez, responsable de Sanidad de CSIF en Granada, primera fuerza sindical dentro del SAS, calificó como un "maltrato a un sector esencial", y lamentó también que no se mantenga a estos profesionales en sus puestos, que "han arriesgado su vida durante los momentos más críticos de la pandemia, se los ha llegado a calificar como héroes y sin embargo la única recompensa que van a recibir muchos de ellos es el despido el próximo 31 de octubre, en vez de aprovecharlos para paliar el histórico déficit de personal que padece la sanidad pública".

Para Núñez "se desperdicia una oportunidad única para reforzar y actualizar una plantilla que ya estaba infradotada tras años de abandono, como ha evidenciado la pandemia". Así, frente a la afirmación del presidente andaluz, Juanma Moreno, de que el Gobierno hará "un esfuerzo" para consolidar las 11.900 plazas que sí continuarán a partir del 1 de noviembre, la responsable sindical replicó que "todos esos puestos ya debían estar estabilizados antes de la pandemia y aun así serían insuficientes".

Más duro se mostró el responsable de sanidad de CCOO en Granada, Félix Alonso, que cree que estos despidos supondrían "un grave retroceso" ya que son "profesionales que son necesarios e imprescindibles para el mantenimiento de una asistencia sanitaria digna y con cierto grado de calidad en la sanidad pública andaluza".

En su opinión, "este gobierno de derechas de la Junta de Andalucía está haciendo una vergonzosa y lamentable política de contratación de las y los profesionales que necesita". Por otro lado, "está en parálisis permanente para recuperar profesionales de medicina y enfermería que ha expulsado al exilio económico tras su formación en las universidades y centros sanitarios de Andalucía".

Por su parte, desde UGT Granada se considera que este recorte "produce una grave distorsión para la actividad asistencial, dado que se pone en la calle a más de 8.000 profesionales que lo han dado todo en la pandemia de la Covid-19 y que, en lugar de renovarles, se les despide, por lo que esto dará lugar a que se vayan a trabajar a otras comunidades y a la sanidad privada".

El sindicato de enfermería SATSE, concentrado frente al hospital del PTS, calificó como "insuficiente" la propuesta del SAS de renovar menos del 45% de los contratos que finalizan a 31 de octubre, "mostrando así un desprecio laboral y profesional hacía unos profesionales sanitarios que han puesto en riesgo su salud y seguridad durante la pandemia del Covid-19, y propiciando a su vez, un desmantelamiento del sistema sanitario público andaluz".

Para las enfermeras, el gran problema con estos despidos llegará en la Atención Hospitalaria de Granada, donde en el caso de Enfermería los contratos que se ofertarán serán el 30% de los vigentes. Exactamente igual sucede con las categorías de Fisioterapia y Enfermera Especialista cuyo personal se verá reducido en los hospitales.

Por el contrario, el aspecto positivo, es el caso de la Atención Primaria, donde se va a mantener e incluso se va a reforzar al personal, como es el caso de la Enfermería que se puede ver incrementado el número de profesionales contratados en un 10% aproximadamente. Aún así, SATSE insiste en pedir la renovación de todos los contratos para que la atención en los hospitales no se vea mermada.