¿Qué pasó con las casi treinta fábricas azucareras de Granada?

Granada llegó a albergar en su provincia a cerca de una treintena de azucareras e ingenios con los que explotar los cultivos de la caña de azúcar, en su caso en la Costa Tropical, y de la remolacha azucarera en la Vega, sobre todo en el valle del Genil, y algunas explotaciones en el Norte provincial. Algunos de estos espacios industriales se mantienen con otros usos, están abandonados, o directamente han desaparecido.

Las recuperaciones más significativas con la fábrica de Nuestra Señora del Pilar de Motril, que alberga en su interior el Museo Industrial del Azúcar, que recoge la tradición de este cultivo y el desarrollo industrial que conllevó al litoral granadino desde mediados del siglo XIX. También está prácticamente en la capital la Azucarera de Santa Juliana, que pertenece a Armilla, que se reconvirtió sesenta años después de su cierre en 1932 en lo que actualmente es Fermasa, la antigua Feria de Muestras.

En la actualidad, está en abandono, pero la Universidad de Granada tiene entre sus manos un proyecto ambicioso para recuperar la Azucarera de San Isidro, en la barriada de Bobadilla, para convertirla en el cuarto campus universitario de Granada capital. De hecho, ya está en marcha con la reciente licitación de la rehabilitación de la Nave de Enseres.

Las chimeneas forman parte del paisaje granadino. En la Costa es donde mejor se conservan sus vestigios, sobre todo en Motril, sin embargo de Almuñécar no queda ninguna de las tres que había, solo el Palacete de la Najarra, vivienda de los propietarios de la Azucarera San Rafael. En Salobreña, recientemente una nueva urbanización se levanta donde estaba la Azucarera San Francisco. De su pasado industrial ya solo queda el Rosario, en La Caleta.

En Granada capital hubo otras dos, San José, la entrada de la Carretera de la Sierra, y San Cecilio, en la actual plaza de la Ilusión. Para el resto hay que irse a la Vega. La antigua Cetarsa fue antes azucarera, o La Purísima, en el Puente de los Vados, ahora una zona de naves industriales que mantiene la chimenea. También pervive la de la Alcoholera San Francisco de Atarfe, pero sin sus edificios, al igual que la de La Vega, frente a la cementera abandonada.

Pinos Puente es el pueblo de las tres chimeneas porque tuvo tres azucareras. La de Carmen es ahora un matadero, la del Rosario se dedica al aceite, la nueva del Rosario es ahora el recinto ferial. En Valderrubio, San Pascual es una granja. De la San José de Láchar, una de las más importantes, no queda nada.

En el Norte, aparte de San Torcuato, en Benalúa está la azucarera del Carmen, que fue la que más tiempo funcionó. Cerró sus puertas en 1983 y aunque ahora no tiene uso, tiene un estado de conservación bastante bueno. Y en Caniles, junto a la antigua estación, aún está, pero abandonada, la de las Mercedes.