Tenían previsto aguantar hasta el Día de Reyes, pero finalmente los asistentes a la rave de La Peza han tenido que adelantar sus planes y tras varios días de fiesta son muchos los que han empezado a recoger y abandonar las instalaciones, aunque de momento la Guardia Civil niega que se trate realmente del fin de esta fiesta y mantiene que se trata de individuos que se marcha por motu propio y de forma aislada.

Desde el Cuerpo explican a este periódico que la decisión de cortar los accesos a la finca en la que se estaba celebrando esta fiesta ilegal ha provocado que muchos de los asistentes, ante la falta de suministros, hayan decidido marcharse finalmente. Como ejemplo, desde la Benemérita explican que actualmente solo funcionan dos de los seis escenarios que en un principio llenaban de música esta rave, debido precisamente a la imposibilidad de conseguir alimentadores para los mismos han tenido que cesar su actividad. 

Por su parte, el alcalde de La Peza, Fernando Álvarez, ha explicado a Efe que, de manera sorpresiva y unilateral, los congregados han empezado a desmontar escenarios y abandonar el municipio, de poco más de un millar de habitantes.

"Hace falta esperar a que el desalojo sea total y termine así esta historia", ha añadido Álvarez, que un día más se ha acercado a la zona de la "rave" para comprobar la situación.

Seis días y cinco noches han durando los casi dos mil personas que desde el pasado 30 de diciembre dieron inicio a esta rave que se ha saldado con cuatro detenidos (tres de ellos en las últimas 24 horas) y varios incidentes, aunque ninguno de gravedad. De hecho, desde el primer día, la Guardia Civil desaconsejó el desalojo de esta zona, temiendo que fuese peor el remedio que la enfermedad.