"Todos los días cae alguno". El director del IES Trevenque de La Zubia, Fernando Soto, suma dos móviles retirados a alumnado antes de las doce del mediodía de un día lectivo. El centro aplica a rajatabla la norma que ahora, este 4 de febrero, cumple dos meses. Fue el 4 de diciembre de 2023 cuando la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional lanzó una instrucción por la que se limitaba el uso de terminales en centros educativos. En dicha norma se establecía como única salvedad el uso de móviles para "fines exclusivamente didácticos". 

Han pasado dos meses y toca hacer balance. El director del centro de La Zubia señala que en su instituto la primera vez que se ve a un alumno con el móvil se le retira. Si el chaval es reincidente éste es expulsado por cometer una falta muy grave. Soto estima que era necesaria una normativa en este sentido que amparase a los centros, pero que queda camino para mejorar las pautas. En este sentido, aboga por clarificar qué consecuencias conlleva usar el móvil en el instituto. Actualmente, cada centro actúa en función de lo que se establece en su plan de centro. 

En el Miguel de Cervantes de Granada, su director, Juan Manuel Prieto, añade a este análisis su experiencia. Pese a la prohibición, hay alumnos que llevan móviles al centro. "Cada semana retiramos diez o quince. A diario cae alguno", señala, para apuntar que cada vez "son menos" los infractores "porque ven que las medidas son firmes".

En este centro de la capital granadina también señalan que las instrucciones de la Junta y la posible futura norma estatal suponen un "aval" a la gestión que del día a día tienen que hacer los centros.

Otros centros, como el Vega de Atarfe, llevaban años de aplicación de la política móvil cero. "Ahora se ha extendido a las extraescolares y al viaje de estudios", señala sobre la limitación de utilizar terminales el director de este instituto metropolitano, Antonio López, que apunta además que en este caso "nunca hemos requisado el móvil" a los alumnos. En el caso de pillar a un menor con el terminar, se llama a la familia. Los motivos que animaron a este centro a eliminar el móvil de las aulas fueron las "continuas distracciones" que sufría el alumnado y la necesidad de éstos de estar "pendientes" de sus pantallas. "Era un desastre".

Además de interferir en la atención del alumnado, en los institutos el uso de los móviles también conllevó directamente problemas de convivencia. En el Diego de Siloé de Íllora se tomó la decisión de erradicar los móviles de las clases hace tiempo. Antonio Abril, el director de este instituto, explica que el motivo de la prohibición estuvo en los conflictos que se generaban entre el alumnado, sobre todo por el mal uso de las redes sociales. "Los mayores problemas salen de ahí, de las redes sociales", reflexiona el director. En este centro si se observa que un alumno usa el móvil éste se lleva a Jefatura y se avisa a los padres para que se retire, además de sancionarse al estudiante. "Claro que ha mejorado la convivencia", expresa el responsable del centro, que añade que, incluso así, "nos salpican" problemas que se generan en redes sociales, fuera del centro, durante las horas en las que los chavales están delante de las pantallas.

Además de regular el uso de los móviles en los centros educativos también está sobre la mesa el debate del acceso de menores a determinados contenidos que ofrece internet y que son accesibles a través de smartphones. En Granada familias se unieron al movimiento por una infancia y adolescencia sin móviles y en el Parlamento andaluz también hay creado un grupo de trabajo para abordar la protección de la infancia. Especialmente significativa fue la intervención del juez de Menores de Granada Emilio Calatayud en una de las sesiones de este grupo de trabajo. El magistrado abogó por establece los 14 años como la edad a la que se puede tener acceso a un terminal. "Es la edad la que nos da seguridad jurídica", expuso, además de reflexionar sobre el papel de los padres y ahondar en casos de acoso e incluso agresión sexual en los que medió el mal uso de teléfonos móviles.

"La norma que limita los móviles ya se aplicaba, pero sin el apoyo de la Consejería", apunta por su parte el director del IES Arjé de Chauchina, José Madero, que añade que posiblemente las instrucciones sí hayan servido para que las familias "se conciencien. Quizá ha ayudado a eso".

En su centro los móviles que se retiran se quedan en la Jefatura hasta que los padres del alumno se lo llevan. "Los que traen móviles son siempre los mismos", argumenta, para apostillar que posiblemente "en los recreos los alumnos hablan más que por las tardes" cuando tienen la oportunidad de quedar. La diferencia es la presencia de los móviles. En este centro, como en el resto, se realizan charlas sobre los peligros de las redes sociales y la necesidad de hacer un uso responsable de estos dispositivos.

Tras la decisión tomada por comunidades autónomas, como Andalucía, de restringir el móvil en los centros educativos, el Ministerio de Educación trasladó a las propias comunidades una propuesta que aboga por un uso cero del móvil en Infantil y Primaria, y en limitarlo a actividades pedagógicas cuando el docente así lo considere en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.