Granada

El juez de menores de Granada Emilio Calatayud en el Parlamento andaluz: "Siempre les digo a los maestros puteadlos todo lo que podáis"

  • El magistrado interviene en el grupo de trabajo para garantizar la protección de menores ante la pornografía infantil con un alegato en favor de la responsabilidad de los padres

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Intervención del juez Emilio Calatayud en el Parlamento andaluz

El juez titular del Juzgado de Menores de Granada Emilio Calatayud fue uno de los ponentes en la sesión celebrada este martes en el Parlamento andaluz del grupo de trabajo para garantizar la protección de los menores ante la pornografía en internet. Y dejó titulares, muchos, además de repartir la responsabilidad de este hecho, el acceso al porno a través de los móviles por parte de menores, a los padres.

Calatayud, de baja médica, intervino de forma telemática. Comenzó con una aclaración: "Siempre digo lo mismo, entonces no creo que sorprenda lo que yo pueda decir". Y no sorprendió. "Lo único que puedo decir es que llevo 43 años de juez. He visto de todo", confesó.

"Hay que partir de la Ley de protección jurídica del menor que dice que cualquier persona o autoridad que tenga conocimiento de que un menor detecten una situación de riesgo O posible desamparo de un menor, lo comunicarán a la autoridad o a sus agentes más próximos, sin perjuicio de prestarles el auxilio inmediato que necesitan. Luego estamos obligados todos” a proteger a los menores, expuso ante el resto de participantes en el grupo de trabajo.

"Tenemos que empezar por la base y son los padres", apuntó el juez, que  aseguró que "no voy a hablar de los derechos de los menores porque tienen todos los derechos y no viene al caso. Lo que sí me viene a la mente son los dos artículos que son fundamentales, el artículo 154 del Código Civil y el 55".

El 154 del Código Civil dice que los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres. "Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral, representarlos y administrar sus bienes y decidir en lugar de residencia habitual, que solo podrá ser modificado con el consentimiento de ambos progenitores... Esos son los deberes de los padres", reseñó el magistrado, que ahondó en un artículo "que para mí es fundamental y que siempre recomiendo a los padres que lo pongan en la nevera de sus casas, que es el famoso artículo 155”.

El artículo 155 del Código Civil dice que los hijos deben obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad y respetarles. “Lo que digo es que lo mismo que se habla de derechos, que está muy bien, lo que hay que hacer es hablar también de deberes que tienen los niños", afirmó.

"¿Qué es lo que ha pasado? A los niños que se les ha transmitido muchos derechos y pocos deberes", adujo para explicar que "yo no soy partidario del cachete, pero vamos, confundir un cachete con maltrato me parece una auténtica barbaridad".

"La escuela para mí es fundamental. La responsabilidad de la educación de los hijos la tienen los padres, pero luego está la escuela", continuó el ponente. "La pena que más me da en este país es que no ha sido capaz ningún partido político en estos 45 años que llevamos de democracia de llegar a un pacto por una ley educativa. Y cada vez vamos a peor", valoró.

"Veo cada vez a los chicos más ignorantes y más maleducados", aseguró para añadir que "soy partidario del esfuerzo del trabajo. Si hay que suspender se suspende", y si se suspende "no pasa nada, que la frustración es muy buena en la vida", argumentó.

"No soy partidario de la expulsión de los centros escolares", prosiguió para asegurar que "siempre le digo a los maestros puteadlos todo lo que podáis durante todo el curso, pero al final aprobadlos porque no van a pedir los exámenes del niño".

Sobre el uso de teléfonos inteligentes, Calatayud también fue claro. "Lo llevo diciendo y está grabado en mis conferencias desde hace por lo menos 15 años. Y voy a entrar a saco".

"Es una droga", zanjó para explicar que "soy fumador y no se me ha ocurrido darle a mi hijo un Celta o un Bisonte cuando tenía 2 años y sin embargo yo estoy hasta las narices de ver a padres que se están tomando una cerveza en una terraza y para que el niño no les dé el coñazo le sueltan el móvil".

Sobre otros usos de la tecnología, arguyó que "es un instrumento muy peligroso para cometer hechos delictivos y es un instrumento muy peligroso para ser víctima de delitos". Para sostener sus afirmaciones el juez recordó el caso de un hijo que llamó a su madre para que le arreglara el wifi. La mujer dejó el trabajo para ir a casa. "Después de una hora de intentar arreglar el wifi, dice que se tiene que ir" y el menor  para que no se fuera la madre la agredió.

"He encerrado a niñas porque no sabían andar sin móvil", aseguró para decir que hay menores que pasan 18 horas enganchados al móvil. "Yo, desde luego, siempre he defendido que un niño no tiene que tener un móvil" y si es necesario, la familia le puede comprar "un llama cuelga".

Sobre la edad mínima, Calatayud señaló que ésta debería ser los 14 años. “Es la edad en la que se le exige cierta responsabilidad penal al menor", reflexionó. "Tengo una esperanza. Como ya vamos a ser laicos a este paso ya no va a haber comuniones ni va a haber Reyes Magos. Entonces por lo menos se ahorrarán los móviles de última generación", dijo con sorna. "Un menor no tiene que tener un móvil".

"¿Quién tiene la culpa? Los padres", agregó el magistrado para posteriormente dirigirse también a la Junta de Andalucía. "Hay que volver a la pizarra. Llega la Junta de Andalucía y manda los deberes de los niños por el classroom y el Séneca", afirmó para añadir "que tenéis ya a los maestros quemados, que se están jubilando todos porque ya están quemados. Lo que menos importa es el alumno, sino los estándares, los correos, la mandanga, la inspección que hoy me exige no sé cuántas cosas. Pero hombre, si lo que menos interesan son los niños. Así veo yo la cosa", continuó.

Además, indicó que la tecnología "es un instrumento para cometer delitos. Ahí empiezan los maltratos a los padres, el bullying, los acosos", enumeró. El juez recordó que los centros educativos "son responsables civiles de los delitos que cometen los niños mientras están en el colegio y muchos delitos de acoso se producen dentro del colegio y empiezan dentro del colegio".

"Voy a poner un caso que tuve hace unos años", prosiguió. A una niña de 12 años su novio le pidió “una prueba de amor”. "La niña se coge y le manda una foto por Whatsapp. Le dice el novio que esa prueba de amor es insuficiente, que necesita una prueba de amor más fuerte. La niña le manda una foto enseñándole las tetas. El nuevo novio le dice que esa prueba es es insuficiente, que necesita una prueba de amor más fuerte. La niña de 12 años no hace otra cosa que masturbar sedurante seis minuto. Se graba y lo manda por Whatsapp. El novio se lo manda al antiguo novio y el antiguo novio lo cuelga en las redes sociales. ¿Qué ahora qué?". Ese vídeo acumuló unas 15.000 visitas, dijo el magistrado.

Relató el juez otro caso, el de un menor de 16 años que le mandó un vídeo a una compañera de colegio un año menor. El joven le dijo que tenía "fotos y vídeos comprometedores suyos. O te acuestas conmigo o cuelgo las fotos y los vídeos", amenazó el menor. La chica accedió y a los tres días volvió a ser víctima del chantaje. "A los tres días colgó las fotos y los vídeos. ¿Sabéis cuántas veces tuvo que cambiarse esta chica de instituto? Tres", relató Calatayud.

"Además, como digo yo, vosotros sois unos violadores, pero es que además sois tontos, porque es que además se graban", adujo para añadir que en "muchos juicios" muestra los videos a los padres. "Tengo ahora tres menores, una por anorexia y otra por malos tratos a los padres y demás y adicciones. Las tengo internadas terapéuticamente con el protocolo de suicidio activo teniendo los que grabar durante las 24 horas porque han tenido muchos intentos de suicidio. Así está el patio".

"Ahora el Playboy se lo estamos dando en vivo en directo a criaturas de 8, 9 años”, continuó para proseguir con que "hacemos leyes con las que pueden abortar con 16 años sin conocimiento de los padres y no pueden comprar tabaco. ¿Cómo se come eso? Y te puedes cambiar de sexo". "Yo la sentencia que más pongo es condenarlos a estudiar", aseveró para finalizar con que “como se dice, para lo que me queda en el convento, me cago bien. Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido. Pero yo digo lo que pienso".

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