El rector de la Universidad de Granada afirma que el "enemigo" de los comedores "está fuera"

Pedro Mercado quiso adelantarse. "Sé que va a salir" el tema de la subida de precios de los comedores universitarios dijo el rector antes de dar explicaciones ante el claustro de la Universidad de Granada sobre la medida, que se aplicará a partir de septiembre de 2026 y supondrá un incremento de 0,50 céntimos hasta los 4 euros por menú para el estudiantado. El precio para la plantilla será de 5,5. Mercado habló de responsabilidad, de la necesidad de preservar la autonomía de la UGR y de la calidad de este servicio, el de los comedores, único por sus características en el sistema universitario andaluz.

La propuesta, una subida de 50 céntimos en el menú estudiantil para tomar en el comedor, llegó al claustro de este martes en Caminos, Canales y Puertos dentro del informe del rector, que aseveró que el "enemigo" de este servicio está "fuera" de la Universidad. Los nuevos precios públicos pasarán el miércoles a consejo de gobierno, donde se analizarán las cuentas para 2026, y el jueves irán a Consejo Social. Todo indica que los precios subirán, una "medida que no es caprichosa", insistió el rector, que calificó el incremento como "necesario dentro de la situación general"

Esa "situación general", en referencia a las cuentas de la Universidad de Granada, ha llevado al equipo de Gobierno a tomar "pequeñas medidas", según el rector, en relación con los precios públicos de cuestiones como las dietas o los precios en la Corrala de Santiago. Centros y departamentos han tenido que ajustarse, un "esfuerzo" que el rector agradeció en claustro y que, según dijo, permite que la UGR pueda "equilibrar el presupuesto".

"Se trata de ser responsable"

De todas las medidas tomadas -y las que llegarán- la que ha tenido posiblemente un mayor impacto ha sido la de los menús universitarios, un tema especialmente sensible en la comunidad universitaria. Los precios permanecían inamovibles prácticamente desde 2012. En 2022 se planteó incrementar los precios. Aquello no salió. El pasado año se aprobó modificar al alza las tarifas de profesorado y personal técnico, de gestión, administración y servicios PTGAS (5 euros presencial y 6 para llevar), y para estudiantes en el caso de menús para llevar (4,50 euros). El 85% de los usuarios de los comedores pertenecen al colectivo de estudiantes.

"Se trata de ser responsable con una de las joyas de nuestra Universidad", espetó el rector al claustro, ante quien defendió que este servicio es "el mejor y más barato de todo el sistema universitario" y que "debe segur siendo el mejor y el más barato". Mercado indicó que la medida se trasladó a la Delegación General de Estudiantes "en dos ocasiones" y que el hecho de abordar la subida en diciembre ha obedecido a la situación de incertidumbre sobre las cuentas para el próximo año. Este martes por la mañana todavía se desconocía cómo quedará la financiación autonómica para este mismo año 2025 y el jueves el Consejo Social debe dar el visto bueno a las cuentas de la Universidad para 2026.

"Los enemigos están fuera, los que dicen cómo es que la Universidad dan de comer a tres euros y medio o a cuatro", defendió el rector, que insistió en la necesidad de hacer "sostenible" el servicio y admitió, de esta manera, presiones por parte de terceros. Por ello la subida, para que los alimentos con los que se preparan los menús estén "mínimamente cubiertos por el precio". Recordó el dato del IPC, con una subida del 35% en estos años, y que las tarifas no se actualizan desde hace "más de diez años". También hizo referencia a su programa electoral, en el que se comprometió a no tocar los precios de los menús, para añadir que el esfuerzo es para "mantener la calidad y el mejor servicio".

Los sillones de Odontología

Por parte del estudiantado, se replicó que el dinero con el que cuentan los matriculados en la UGR "no ha subido un 35%" y que no se les había "informado con tiempo". Noviembre fue el mes clave para esta medida, un mes en el que "nos jugamos los presupuestos" y la "viabilidad", respondió Mercado, que recordó que la lista de acreditados a cátedra o titular suma decenas de personas o que se han retenido créditos a centros y departamentos, como dos cuestiones que se han visto afectadas por la financiación en estos meses.

"Nuestras reivindicaciones pasan por ser responsables", arguyó el rector, que fue secundado por su gerente, Miguel Ángel Guardia. "En Odontología llevan 35 años sin cambiar las sillas de la clínica odontológica", expuso éste, para añadir que la intención de la UGR es que el estudiantado salga satisfecho de los comedores y no diciendo que han comido "otra vez patatas fritas".

"Incertidumbre absoluta"

La sesión del claustro comenzó con el informe del rector, que recordó que todavía se está en negociación con la Junta sobre el cómo acometer el reparto dentro del modelo de financiación. "No sabemos con qué recursos contamos para este año", reconoció, para añadir que esto sitúa la gestión en un marco de "incertidumbre absoluta".

La Junta y rectores se comprometieron con un modelo que recogía la cláusula de salvaguarda, por la que ninguna universidad recibiría menos que el año anterior más los incrementos que deberían aplicarse por normativa o cumplimiento de sentencias. "Esa es la garantía de que al menos pudiéramos pagar las nóminas de forma medianamente suficiente". La diferencia entre lo planteado por la Junta y los rectores llevó a una negociación que a día 16 de diciembre seguía abierta. "Nuestra obsesión es que al menos se cubra la financiación básica", apuntó el rector, que reconoció que "no tenemos remanentes para infraestructuras". En este escenario, el borrador de presupuestos es "muy prudente" y explica medidas como la tomada con los comedores. Esta senda de "prudencia" se acompaña con "ajustes en pequeñas partidas" para cuadrar cuentas y garantizar así que las decisiones se sigan tomando en la Universidad de Granada.