Entrevista | Blanca Fernández-Capel | Gerente de la Escuela de Salud Pública

“Hemos adaptado el ritmo de vacunación a las dosis que llegan”

  • Asegura que la institución no se mueve de Granada pese al revuelo generado en el último año

“Hemos adaptado el ritmo de vacunación 	a las dosis que llegan”

“Hemos adaptado el ritmo de vacunación a las dosis que llegan”

La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), que lleva años haciendo un trabajo indispensable, pero discreto, ha saltado en el último año a primera plana por su protagonismo en la formación para la lucha contra el coronavirus y por el proyecto de integrar a la institución en el futuro Instituto Andaluz de Salud, lo que ha puesto un interrogante sobre su continuidad en Granada. Pero la gerente de la institución, Blanca Fernández-Capel, es tajante al respecto: “No podría estar negociando con Harvard o con la UGR si la Escuela fuera a desaparecer”, señala.

–La oposición en el Parlamento de Andalucía lleva un año alertando de la desaparición de la EASP. Incluso Susana Díaz dio una rueda de prensa en la puerta de la sede hace un mes, mientras que los trabajadores también han mostrado reiteradamente su inquietud. ¿Está asegurada la continuidad?

–La Escuela cierra algunos días y ese concretamente estaba cerrada, si no hubiese tenido mucho gusto en recibir a la señora Díaz. Lo que diga el PSOE tendrá que demostrarlo, yo me remito a todas las declaraciones que ya se han hecho en todos los ámbitos desde la Junta de Andalucía respecto a que la Escuela no se mueve de Granada. Si no somos fuertes no somos competitivos, y Andalucía tiene un material humano preparadísimo y se trata de poner en valor esa fuerza. Toda la formación sanitaria en Andalucía se va a ir centralizando en la Escuela de Salud Pública y la parte más investigadora, con matices, lo hará Progreso y Salud. Son dos pilares básicos y la Escuela, que colabora con Harvard o la OMS, seguirá estando en Granada, nadie le va a poner unas ruedas para trasladarla. Al contrario, nos estamos reforzando a marchas forzadas. Son tantos los proyectos que vamos a necesitar incluso refuerzos porque tenemos un personal bastante envejecido que no ha terminado de arrancar, por la estructura de la escuela hay que modernizarse. Yo no podría estar negociando con Harvard o con la UGR si la escuela fuera a desaparecer. Creo en la buena fe de las personas y los que opinan lo contrario es que no se habrán leído el informe que presentó el consejero. O no se quieren enterar. La escuela estaba en dificultades, se subió la subvención, nunca un consejero de Salud ha visitado tanto Granada, hemos subido en 2020 un 30% los ingresos internos en mitad de la pandemia. Cada uno es responsable de lo que dice, la escuela no se mueve y el movimiento se demuestra andando

–Respecto a la polémica entre Junta y Gobierno por la llegada de las vacunas, los andaluces representan más del 17% de la población, pero claro, el porcentaje de las personas en la franja de edad para vacunarse es mucho menor. ¿Está siendo equitativo el reparto?

–Nosotros hemos adaptado el ritmo de vacunación a la que nos llegan, cinco vacunas que llegan cinco que se ponen, por eso somos la primera comunidad autónoma en cuanto al ritmo de vacunación. Esta es la gran batalla de la Consejería y hay que tener en cuenta el alto grado de satisfacción de la población vacunada por la buena organización. El problema es que no lleguen las vacunas, porque en cuanto están aquí se ponen en 24 horas. Cuando se habla de los contagios se habla en números absolutos y si hacemos la cuenta de la vieja resulta que en Andalucía nos correspondería casi el 19% de los contagios y las muertes, cuando ni en los peores momentos se ha llegado al 6%.

–¿Entiende que haya un sector de la población con recelos hacia la fórmula de AstraZeneca por todos los vaivenes en cuanto a su administración?

–De este tema soy de la opinión que sólo debe hablar la Agencia Europea del Medicamento, y nadie más. Escucho a todo el mundo hablando de todo y hay que dar la voz a los expertos, con todos los respetos. Cuando se estudia Medicina y se estudia que en determinada prueba muere una persona cada 100.000 casos, eso no significa que a lo largo de tu vida profesional te vayas a encontrar con un caso, mientras que en otro hospital a lo mejor fallecen cuatro. Estamos hablando de estadística. En el caso de los problemas que han podido surgir en algunas personas vacunadas, que en todo caso es un porcentaje ínfimo respecto a las vacunas que se han puesto, habría que estudiar si tenían patologías previas. Estas cosas en Medicina no son tan claras como la gente cree. Es un producto de tener demasiada información y no adecuada en la mayoría de los casos, cada uno debe hablar de lo que sabe porque se genera mucha incertidumbre.

–Tras la primera ola se puso el foco en los rastreadores como una de las grandes soluciones para parar la pandemia, una formación liderada por la EASP. ¿Cree que este trabajo ha podido quedar en un segundo plano a nivel mediático?

–A mí me han llamado los rastreadores por un caso de un conocido y me resultó muy grato comprobar cómo me cuidan en la distancia, me sentí muy segura. Ahora están más olvidados porque en cada momento se centra el debate en un asunto, y ahora estamos con el tema de las vacunas cuando antes se habló sobre todo de las residencias o de los brotes.

–¿Cuándo se alcanzará la inmunidad de grupo a este ritmo?

–Llegaremos, no le quepa la menor duda. Insisto en que lo que necesitamos es que lleguen millones de vacunas. Hay que tener en cuenta el trabajo de organización tan tremendo que es la organización de las vacunas, estar atento a los que fallan a la cita para llamar enseguida a un sustituto para que no decaiga el ritmo de vacunación y se queden viales abiertos. Empezamos a formar a los vacunadores en diciembre, en torno a 17.000 personas han estado de forma virtual en nuestros cursos.

–¿Cómo les sorprendió la primera ola?

–La pandemia nos dejó conmocionados en las primeras semanas, como a todo el mundo. Pero nos rehicimos y nos recuperamos del golpe para ponernos a trabajar porque no podemos olvidar que la Escuela es un órgano de la Consejería de Salud. Además de la estrategia de vacunación en función de las dosis que llegan llevamos el análisis de los datos de cómo evoluciona  la pandemia, intentando anticiparnos con los datos a los posibles rebrotes. Cuando acabó la primera ola seguimos trabajando durante el verano, además de formar a los rastreadores no sólo para Andalucía, también para otras comunidades autónomas, la formación de las personas que vacunan, que hemos hecho de forma masiva online porque no se pude hacer en una farmacia, por ejemplo.  

–La cuarta ola parece que está llegando a su pico. ¿Qué espera para los próximos meses?

–Todos estamos cansados, como la fatiga del deportista cuando ha hecho un gran esfuerzo. Las personas que llevan las estadística de la pandemia hablan de las oscilaciones que está teniendo, algo parecido a lo que está pasando en Granada con el enjambre sísmico. Yo no puedo decir esto, pero insisto en que la única solución posible es la vacunación. Cuanto más contacto más contagio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios