Las rutas de autobús nacionales en la Granada Vaciada no se modificaban desde el Franquismo

Movilidad

El Gobierno mantendrá las rutas de autobús señaladas para eliminarse por el primer borrador de Nuevo Mapa de Concesiones, pero que estas tendrán que ser gestionadas por la Junta

Otro golpe a la Granada Vaciada: el Ministerio plantea eliminar rutas varias rutas de autobús nacionales

Un autobús sale de la estación de Granada
Un autobús sale de la estación de Granada / G. H.

La Granada Vaciada no se quedará sin autobuses. Eso es lo que defiende ahora el Ministerio de Transportes. La secretaria general, María José Rallo, aclaró a este periódico que "el Gobierno no va a abandonar" a las poblaciones del Norte de la provincia y que "nadie se va a quedar sin autobús". Sin embargo, incidió en que las propuestas del primer borrador del Nuevo Mapa de Concesiones de Autobús que prepara su departamento y que va a replantear la vertebración de los territorios en función de la demanda es necesario puesto que lleva sin hacerse "cien años".

"El mapa no evoluciona desde los años 20 y 30 del siglo pasado", añade Rallo, que explica que muchas de las ruta de autobús servidas por la Administración central del Estado, que son Obligaciones de Servicio Público, vienen heredadas de décadas anteriores, y que las concesiones no se actualizan "desde el Franquismo". Estas rutas se concedieron en un contexto muy diferente al actual ya que "muchas respondían a los viajes que se realizaban desde la España rural hacia los grandes focos industriales como Madrid o Barcelona en los años 50 y 60 del siglo pasado. De ahí que rutas desde Castril o Puebla de Don Fadrique hacia esas grandes ciudades estuvieran sostenidas por el Estado para favorecer la emigración desde esas áreas, y que en la actualidad no eran tomadas por ningún pasajero como la Cúllar-Diezma, Baza-Loja, Diezma-Málaga, Huétor Santillán-Sevilla o Guadix-Jaén.

"Hasta ahora no se había hecho un análisis general del mapa, solo puntualizaciones", aclara María José Rallo a este diario, que justifica también la decisión de eliminar estas paradas intermedias con la intención de hacer "más competitivos" los viajes de larga distancia, reduciendo los tiempos de viaje y que "no penalicen" el desplazamiento. "Si no, el autobús se muere", recalca la secretaria general de Transportes.

Pero esto no implica que se dejen de prestar estos servicios, si no que cambian de titularidad, y tendrán que ser garantizados por las comunidades autónomas, en este caso la Junta de Andalucía. Tampoco implicaría que todas las paradas propuestas se eliminen. Este documento, al tratarse de un primer borrador, está sujeto a negociación y desde el Gobierno aclaran que algunas, sobre todo las que pasan por cabeceras de comarca (como por ejemplo Baza), podrían mantenerse, pasando los pueblos más pequeños a tener 'lanzaderas' hacia núcleos de población más grandes, pero con servicios prestados por la autonomía. "Se trata de complementarlos con ellas", explica.

"Estamos en un proceso con las comunidades para negociar y definir los servicios, pero manteniéndolos", incide Rallo, que deja claro que "no pensamos dejar sin servicio los tráficos internos de cada comunidad". Tan solo se trata de un cambio en la titularidad de la concesión de la licencia de transporte. Así que el caballo de batalla será ahora la negociación de ese documento, una "versión cero" para el Ministerio, entre Gobierno y comunidades, el cual se ha "malinterpretado".

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