Patrimonio y Conservación

La salamandra penibética vuelve a la Alhambra 40 años después

  • Enigmático regreso de este anfibio protegido que desapareció del cauce del río Darro en Granada hace más de cuatro décadas

Un ejemplar de salamandra penibética

Un ejemplar de salamandra penibética / G. H.

Un ejemplar de salamandra penibética, un anfibio protegido que desapareció del cauce del río Darro granadino hace más de cuatro décadas, ha vuelto a verse en una acequia del Patronato de la Alhambra, un descubrimiento relevante por ser la especie con peor estado de conservación del sureste ibérico.

Según fuentes del complejo monumental, los trabajadores de la Alhambra han descubierto un ejemplar de salamandra penibética (Salamandra longirostris), un anfibio que durante décadas era común en el entorno de Jesús del Valle o en áreas como la conocida Cuesta de los Chinos alhambreña.

Sin embargo, y como pasó con otras poblaciones de anfibios, la salamandra dejó de pasear por la Alhambra hace casi medio siglo por el impacto del uso generalizado de fitosanitarios químicos, de detergentes y de otros contaminantes.

Esta salamandra, caracterizada por su color negro intenso con motas amarillas brillantes, no es un animal peligroso pero sí puede ser tóxico como reacción si alguien lo toca.

Aunque durante décadas no se había visto uno de estos ejemplares en los dominios de la Alhambra, los trabajos de limpieza de una acequia del Patronato han permitido descubrir esta salamandra penibética, desaparecida en toda el área metropolitana y los macizos montañosos granadinos.

Se trata de un subadulto de salamandra penibética, una especie que se encuentra específicamente entre los anfibios protegidos en la ley ambiental andaluza.

Los trabajadores que la encontraron sólo han logrado observar este ejemplar, probablemente en dispersión, y no se ha podido comprobar si existen puntos de cría o su ubicación, pese a lo que se trata de un hallazgo relevante porque esta especie es el anfibio con peor estado de conservación y más amenazado en todo el cuadrante del sureste ibérico.

Los expertos han recomendado que, si se observa un ejemplar de este anfibio, no se toque salvo que corra riesgo de atropello y que, si se deja, le hagan una fotografía e informen a la Alhambra del punto en el que ha sido visto.

La directora del Patronato, Rocío Díaz, ha recordado que el Patronato inició en 2008 un plan de actuaciones dirigidas a la protección de los anfibios presentes en el conjunto monumental.

En ese contexto, la Alhambra colabora con un proyecto de cría en cautividad del Aula de la Naturaleza Valparaíso del tritón pigmeo por el que parte de la suelta de anfibios se ha realizado en espacios hidráulicos del entorno.

Con anterioridad, la Alhambra ha trabajado en la conservación y reintegración de otras especies autóctonas de anfibios del entorno del Darro como el gallipato o el sapo partero bético.

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