"Hemos salido bastante reforzados de la crisis. Estamos en muy buena situación para crecer"
jerónimo luque. Director general de caja rural de Granada
La digitalización y el escenario financiero tras la fusión de Bankia y BMN son los principales retos que afronta el nuevo director de la cooperativa de crédito
-El pasado mes de julio, tras desarrollar toda su carrera profesional en distintos cargos de responsabilidad en la casa, fue nombrado director de Caja Rural de Granada. ¿Cómo han sido estos primeros meses al frente de la entidad?
-Es todo bastante nuevo, porque aunque llevo muchos años, las responsabilidades son totalmente diferentes. Estos primeros meses son importantes para abordar las decisiones que debes tomar de una manera más rápida, luego te puedes dar más plazo para hacer los cambios poco a poco.
-¿Cuáles han sido esas primeras decisiones urgentes?
-Hemos tomado varias. Una ha sido la remodelación de gran parte del área comercial, hemos reunificado dirección de red y de negocio. También se han cambiado bastantes directores de zona. Esos cambios son muy importantes porque afectan a 570 personas de la plantilla. Luego hemos hecho otros cambios para mejorar la eficacia en concesión de riesgos, para intentar que el proceso sea más rápido, sin bajar el listón del análisis del riesgo, que al final es lo que mata a las entidades.
-¿Ha sido una transición tranquila? Teniendo en cuenta que la Caja venía de una etapa de estabilidad de diez años que no se había dado con mucha frecuencia en la entidad...
-Eso aquí ha pasado solo un par de veces o tres, pero no es lo habitual. La transición ha sido muy tranquila, entre otras cosas porque intento ser una persona tranquila y hacer las cosas despacito. Teníamos un becario en Motril que decía que las bullas son para los ladrones y los malos toreros.
-Tras este importante cambio en la dirección, ¿cómo es la situación de Caja Rural, cómo se está adaptando la plantilla?
-La relación con la plantilla, por lo que a mí me llega, es muy positiva. Tenemos mucha suerte: es gente que tiene muy buena formación, con un gran nivel de licenciados y de titulados; es una plantilla bastante joven y muy motivada. Desde que se fundó la Caja en 1972 la gente ha sido consciente de que esto es lo que tenemos todos, de que para esto tenemos que trabajar.
-¿Se ha recuperado la confianza entre el Consejo y la dirección? Fue una de las razones que motivó el cese de su predecesor...
-Afortunadamente, sí.
-¿Cuáles son los objetivos que se ha planteado? ¿Cuáles son esos retos de los que hablaba Caja Rural cuando comunicó su nombramiento?
-Son bastante interesantes. El principal reto que tenemos es la digitalización y los cambios en la manera en que se va a competir. Además, nosotros tenemos una fuerte presencia en el ámbito rural, con oficinas en algunos casos pequeñas, y tenemos el reto que nos plantea la fusión de Bankia y BMN, que puede abrir una ventana de oportunidades en sitios donde a ellos no les interese estar. En cuanto a la digitalización, está cambiando muchísimo la manera en que la entidad se relaciona con los clientes. Ahora mismo, cada día más, el cliente está diferenciando entre las operaciones de alto valor añadido, como contratar una hipoteca o un fondo de inversión en las cuales necesita el asesoramiento de un profesional y lo lógico es que vaya a la oficina; y las operaciones habituales. Ahí hay que diferenciar dos cosas: las operaciones en las que se maneja efectivo, que la mayor parte se están haciendo por cajeros multifuncionales; y aquellas transacciones que no requieren efectivo físico, como son transferencias, ingresos en cuenta, cobros de recibos... Eso directamente se hace por el ordenador o por el móvil. Una vez que vences la reticencia inicial a la tecnología, todo el mundo va por ahí. En eso se está, en intentar volcar cada vez más operativa en el móvil, intentar que la banca móvil sea cada vez más agradable y fácil para el usuario. Ahora estamos en un proyecto que nos va a permitir de aquí a poco abrir directamente una cuenta en el móvil.
-¿Qué nuevo horizonte plantea el Real Decreto de medidas urgentes en materia financiera? El sistema de cajas rurales y cooperativas de crédito afronta un momento de cambios, que abre la puerta a fusiones o a la dotación de un fondo de reserva. ¿Cuál es la postura de Caja Rural ante esta nueva coyuntura?
-Nosotros vamos a firmar un Mecanismo Institucional de Protección (MIP). Hay dos opciones. Una es un SIP reforzado, que el tipo de modelo que ha hecho Cajamar, que ha montado un banco y todas las cajas se han fusionado en ese banco. Eso es prácticamente una fusión, aunque guardas un poco de independencia. Y luego está el que vamos a hacer nosotros, que es un MIP normativo. El Banco de España nos obliga para llevar a cabo este MIP normativo, que se va a firmar en el primer trimestre de 2018, a constituir un fondo ex ante. Es decir, antes de que ocurran los riesgos tenemos que tener el dinero para asumirlos. Ese fondo va a estar dotado por un importe del 1% de los activos ponderados de riesgo de todas las cajas rurales que estamos dentro de la Asociación Española de Cajas Rurales, y tenemos seis años para poner ese dinero. ¿Qué se consigue con ese fondo? Si alguna caja tuviera necesidades de fondos porque no cumpliera los ratios de capital o tuviera algún tipo de problema, entonces se cogería dinero de ese MIP. La dotación será de entre 300 y 350 millones de euros. Evidentemente, cada caja tiene que comprometerte a ciertas disciplinas en temas de riesgos.
-¿Con esta opción se descartan las fusiones en Caja Rural de Granada? ¿Es suficiente con la integración dentro de la Asociación de Cajas Rurales?
-Sí, totalmente. Nosotros siempre hemos apostado por ese modelo. Con las famosas fusiones al final lo que se hace, y lo estamos viendo, es reducir oficinas donde están duplicadas y reducir plantilla. Eso son la mayor parte de las sinergias. Nosotros creemos desde hace muchos años en el modelo de banca cooperativa que tenemos, con cada entidad independiente y luego para servicios que nos costarían mucho dinero tenerlos propios, tenemos empresas externas. Así conseguimos economías de escala y seguimos manteniendo la independencia, quedándonos pegados cada uno a nuestra tierra.
-Se evitaría así la parte negativa de una fusión...
-Intentamos aprovechar lo positivo de la fusión y obviar lo negativo.
-En Granada sabemos bastante de lo traumática que puede ser una fusión bancaria, tras la integración de CajaGranada en BMN y ahora de BMN en Bankia.
-A mí me da mucha pena. Aunque sea la competencia, era una gran empresa que generaba mucho empleo y mucha riqueza, que estaba muy implantada en la provincia.
-¿Y para Caja Rural qué ha significado? ¿Ha salido más reforzada de la situación de la competencia y de la crisis?
-Aquí hay dos cuestiones. El tema de la crisis hemos intentado gestionarlo lo mejor que hemos podido, recortando costes e inversiones, haciendo un esfuerzo muy importante para obtener fuentes alternativas de ingresos. Eso es una parte, y otra parte es si se abre una ventana de oportunidad con la fusión de BMN. Nosotros entendemos que sí, de hecho hay gente que ya está viniendo. También hay una realidad: Bankia cotiza en bolsa, y al cotizar tienen que dar un retorno sobre los recursos propios (ROI) mínimo, así que necesita oficinas que sean muy rentables. Nosotros, como no cotizamos en bolsa, con que una oficina cubra sus costes y dé algo de dinero, nos vale. Vamos a intentar por todos los medios no hacer exclusión financiera. Hay que tener en cuenta que al fin y al cabo somos una empresa mercantil de la que viven 800 familias, y si tienes un centro productivo que año tras año te está costando el dinero pues al final tienes que cambiar. Pero esa decisión siempre es traumática y será la última que se tome. Nosotros en Málaga cerramos algunas oficinas porque cuando las abrimos fue en la época del boom inmobiliario. Ahora, a todos los empleados siempre los hemos recolocado dentro de la propia entidad.
-¿Cuál es actualmente la cuota de mercado en Granada?
-Nosotros tenemos un 24,21% de cuota de depósitos y un 14,86% de cuota de inversión. El año pasado las cifras eran de 22,59 y un 13,72%, respectivamente. El crecimiento va bien. En oficinas tenemos algo más de cuota, el 26,3%. Eso es un tema que encaja con la estrategia de tener oficinas más pequeñas en muchos sitios. Estamos muy contentos con cómo vamos, y en Málaga y Almería, aunque tenemos cuotas muy pequeñas, también estamos creciendo.
-¿Cómo ha evolucionado la red territorial en los últimos años?
-En Granada tenemos 157 oficinas, en Málaga 31 y en Almería 9. En Almería empezamos en 2007, se paró y ahora estamos empezando a abrir a un ritmo de unas dos oficinas al año. Vamos a hacer las cosas despacito, que las oficinas hay que ponerlas en rentabilidad.
-¿Qué presencia tiene Caja Rural en esos pequeños municipios que podrían estar expuestos a la exclusión?
-Tenemos mucha implantación en la provincia, por nuestra vocación de servicio. Nosotros, mientras las oficinas sigan yendo medianamente bien, vamos a seguir dando cobertura. Puede que alguna haya que plantearse abrir solo un par de días a la semana y tener un cajero multifuncional; pero eso es una cosa que tenemos que valorar en función de cómo vaya este año.
-Pasados estos diez primeros años de la crisis, ¿cuál es el balance de Caja Rural?
-La recesión afortunadamente la hemos salvado, y la hemos salvado sin necesidad de fusionarnos con nadie. Hemos sido muy austeros en el gasto. También paralizamos todo lo que fuera expansión, aunque el año pasado empezamos a otra vez a remodelar y expandirnos poco a poco. El negocio bancario es un negocio que tiene que ser aburrido, tienes que prestar dinero con garantías, no hacer tonterías e intentar pagarle un salario justo a los trabajadores. Con eso la cosa va más o menos bien. Así es como lo hemos hecho, y creo que hemos salido bastante reforzados. La imagen de nuestra entidad es muy buena. Ahora estamos en muy buena situación para afrontar el futuro. Tenemos un volumen de recursos propios muy importante y una ratio de solvencia que está al 17,57%, cuando los requerimientos el Banco de España está en torno al 11%. Para crecer necesitas dos cosas: tener recursos propios y tener dinero para prestar. Ahora estamos en una situación muy buena para empezar a crecer. Ya lo estamos notando este año: está habiendo más demanda de crédito a corto, las empresas están invirtiendo y renovando maquinaria, se están viendo grúas, los particulares compran coches y pisos... La economía va mejor, y el empleo también va cada vez un poquito mejor.
-¿Cómo se va a cerrar 2017 para la entidad?
-El objetivo de beneficios para el año lo teníamos cubierto en septiembre. No tenemos problemas de recursos propios, que se nutren de dos cosas, por un lado tenemos las reservas y por otro el capital social. Tenemos un volumen muy importante de reservas, son aproximadamente el 65% de nuestros recursos propios, y tenemos una ratio de solvencia también muy buena. ¿Cuál es nuestro planteamiento? El año pasado nosotros dimos 25 millones de euros, este año la idea es dar entre 25 y 27. La diferencia de beneficio la vamos a llevar a cubrir fondos de insolvencia y otros fondos de prevención de riesgos. Preferimos que los beneficios vayan creciendo poco a poco, mantenernos constantes y con el resto ir dotando los fondos de solvencia y tener buenas coberturas.
-Este balance positivo tiene que ver con la menor exposición de Caja Rural de Granada al sector inmobiliario?
-Sí, aunque menos el Vaticano aquí todo el que ha prestado dinero ha tenido exposición al mercado inmobiliario. Pero sí, nosotros hemos tenido menos exposición y eso nos ha venido muy bien. En los años 2005 y 2006 cuando las entidades crecían en su balance al ritmo de 25%, nosotros fuimos bastante más conservadores. Hemos crecido menos, pero nos ha venido bien. Ese es uno de nuestros éxitos principales, hemos sido más conservadores a la hora de crecer en los riesgos.
-Como doctor en Economía, ¿cómo cree que ha evolucionado la economía granadina?
-La economía española está evolucionando muy bien, ahora mismo vamos a la cabeza de Europa en crecimiento. Tenemos un problema enquistado que es el empleo: nuestra economía necesita que el PIB crezca mucho para generar empleo. Ahí creo que debería haber un esfuerzo de todo el mundo por flexibilizar el empleo, esa es la asignatura pendiente. En términos de PIB vamos creciendo bien, se ha ralentizado un poco por el tema catalán, pero es normal. Interesaría que los precios crecieran un poco más, porque si los tipos de interés siguen tan bajos durante mucho tiempo se podría generar otra burbuja inmobiliaria. Y respecto a la economía de Granada, creo que nos hace muchísima falta que llegue el AVE, que va a ser una fuente de riqueza enorme. En todo caso va bien, las perspectivas son muy buenas. El PTS está funcionando muy bien, está siendo un foco de atracción de empresas y de innovación muy bueno; hay polígonos casi abandonados en los que se están implantando empresas... El futuro de Granada lo veo realmente bueno, soy muy optimista.
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