El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) celebrará el próximo miércoles la vista de apelación contra la condena a 22 años de prisión de Sergio R. A., juzgado por matar en noviembre de 2016 a su pareja de un tiro y abandonarla después en la calle para hacer creer que había sido atacada cuando bajaba a tirar la basura.

En la vista, prevista a partir de las 10:30 horas, se abordará la petición de nulidad del tribunal del jurado formulada por la defensa, que ha planteado también error en la valoración de la prueba.

Por su parte, tanto la Fiscalía como la acusación particular, que ejerce el letrado Luis Antonio Fernández Porcel en nombre de la familia de la fallecida, se han opuesto a las pretensiones de la defensa y han pedido que se confirme la sentencia condenatoria.

El pasado 29 de junio un jurado popular declaró culpable de asesinato a Sergio R.A., juzgado en la Audiencia como acusado, por la Fiscalía y la acusación particular, de matar en noviembre de 2016 de un tiro a su pareja en la zona Norte de Granada.

Los miembros del jurado dieron “total credibilidad” a los testigos y peritos que declararon en la causa, mostrándose “convencidos” de que la víctima, Sara Correa, fue disparada estando tumbada en la vivienda y “sin posibilidad de defensa”, encontrándose los dos solos en la vivienda en el momento en que ocurrieron los hechos.

Este veredicto fue recibido entre lágrimas y abrazos por los numerosos familiares de Sara que se desplazaron a las dependencias de la Audiencia Provincial de Granada durante el juicio, sin embargo, ahora la condena tendría que pasar 'una revisión'.

Las acusaciones pública y particular pidieron de forma definitiva para él 23 años de prisión como autor de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, mientras que su defensa solicitó finalmente que fuera condenado a la pena mínima posible.

Además, el jurado consideró culpable de encubrimiento al otro acusado, Ignacio Q. R., al considerar probado que ayudó al asesino a bajar el cuerpo de Sara hasta la calle y depositarlo en un contenedor de basura cercano para intentar ocultar el crimen.

Los nueve miembros del jurado también dieron por probado que el asesino de la joven no tenía licencia de armas, según pusieron de manifiesto durante la última sesión del juicio. Las defensas ya anunciaron que recurrirían el veredicto y solicitaron que, en todo caso, se aplique a sus patrocinados las penas mínimas.

Durante la primera sesión del juicio, el principal acusado dijo al jurado popular que era inocente y que trató de auxiliar a su pareja, a la que quería mucho, cuando la encontró herida en el calle.

El acusado expuso que mantenía desde hacía cuatro o cinco meses una buena relación sentimental con la víctima y que no entendía cómo la investigación policial le atribuía la posible autoría del crimen.