El sector de la almendra en Granada, preocupado ante la guerra arancelaria entre EEUU y Europa
COAG califica de “traición” el permitir la entrada de almendra californiana con aranceles irrisorios, de entre el 2% y el 5%
Declarada oficialmente la plaga de la avispilla del almendro en Granada tras detectarse en zonas de Orce, Galera y Cúllar
El sector de la almendra en Granada, uno de los principales productores de este cultivo en España, mira con preocupación a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y Europa. A las distintas problemáticas que ya afrontan, como la aparición de la plaga de la avispilla y la exclusión del fruto seco del decreto de ayudas por la sequía del Gobierno, se suma ahora este problema burocrático que amenaza con atacar directamente a uno de los sectores productores más rentables de la agricultura de la provincia.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado este viernes la situación de desprotección que sufre el sector de la almendra en España como consecuencia directa de las decisiones tomadas en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. Pero el problema no reside en los aranceles a la exportación del fruto al país norteamericano, sino en la importación de la almendra californiana a tierras continentales
"La situación, agravada especialmente durante el último año, se ha tornado insostenible tras el anuncio por parte de la UE de los ridículos aranceles aplicados a la importación de almendra californiana, lo que convierte a la almendra española en la gran sacrificada dentro del contexto de intereses en torno a la guerra arancelaria protagonizada por ambos titanes geopolíticos", ha indicado el miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG y responsable del sector de frutos secos de COAG, Javier Fatás.
La organización ha lamentado que la Unión Europea haya perdido la oportunidad de establecer una igualdad arancelaria real que garantice unas condiciones justas de competencia. En su lugar, según han denunciado, "la UE continúa permitiendo que la almendra estadounidense entre con tarifas mínimas, de entre el 2% y el 5,8%, mientras los productores europeos ven cómo se encarecen sus exportaciones y se degrada su posición en el mercado internacional".
De esta manera, el sector español, que principalmente cultiva sus almendras en tierras granadinas de secano, se ve obligado a competir en el mercado en desventaja con el sector norteamericano, generador del 85% de la almendra mundial y que además es cultivada en explotaciones intensivas de regadío y aprovechándose del uso extensivo de fitosanitarios.
Frente a esta situación, COAG denuncia que la producción española se encuentra sometida a fuertes restricciones medioambientales, tanto en el uso del agua como en el empleo de productos fitosanitarios, lo que a su vez limita su capacidad competitiva. Aunque es cierto que, por otro lado, estas restricciones aumentan su valor en términos de calidad de sabor y ambiental, llegando a ser muy superior respecto a la californiana, y destacando en el mercado ecológico.
Ventaja en calidad que no compensa
Sin embargo, esta ventaja en la calidad ha sido sacrificada por la UE en la negociación de la guerra arancelaria, convirtiendo a la almendra española en la "moneda de cambio de estos intereses, pues se está viendo obligada a pagar aranceles que, en el mejor de los casos, triplican los que soporta la americana al entrar en Europa", ha explicado Fatás. Una clara desventaja comercial que está terminando de catapultar al sector hacia una competencia desleal difícil de sostener, según COAG, victimizando el producto y dañando gravemente a sus productores.
Por todo ello, COAG ha pedido al Ejecutivo español y a las instituciones comunitarias que, en caso de no corregirse esta desigualdad, se habiliten compensaciones directas al sector que permitan paliar los efectos de esta política comercial claramente perjudicial. “Si Europa opta por sacrificar al sector de la almendra, al menos debe asumir su responsabilidad y proteger a quienes sostienen nuestras zonas rurales”, ha pedido Fatás.
Hay que recordar que la provincia de Granada está a la cabeza de la comunidad autónoma andaluza en el cultivo del almendro. Las explotaciones granadinas acaparan más de la mitad del terreno destinado a este cultivo en Andalucía, con una tendencia al alza en superficie en las últimas campañas. Además, es uno de los principales productores de este fruto en toda España.
Por último, COAG ha expresado su preocupación ante las posibles consecuencias derivadas del conflicto comercial entre Estados Unidos, la Unión Europea, y terceros países como China. "Con un 10% de las exportaciones españolas de almendra dirigidas al mercado chino —frente al 7% de las estadounidenses—, existe el riesgo de que los flujos comerciales se desvíen o se utilicen de forma especulativa, afectando aún más a los productores europeos", ha denunciado la organización.
“La especulación siempre encuentra su oportunidad en la incertidumbre. Y quienes más tenemos que perder somos quienes producimos con criterios sostenibles y cuidando el territorio. No queremos privilegios, sólo condiciones justas para competir”, ha concluido Fatás.
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