"Solo he visto una vez en mi vida al denunciante y si me lo encontrara en la calle no lo reconocería. En cambio él sí me conoce a mí, por lo que estoy expuesta a sus locuras". Isabel Nieto le dirigió estas palabras a la fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Sara Muñoz-Cobo, en las que hace referencia al empresario Ramón Arenas, que denunció un supuesto trato de favor del Ayuntamiento hace el promotor García Arrabal en la construcción del pabellón deportivo Mulhacén.

La denuncia de Arenas es uno de los dos puntos de arranque del Caso Nazarí, que tuvo como origen la investigación de ese proyecto urbanístico y de otro conocido como Ciudad de la Luz. Sobre ambas operaciones, con promotores diferentes, llegaron a la Fiscalía denuncias de afectados por las mismas fechas, en el verano de 2015.

La Fiscalía pidió entonces información al Ayuntamiento y le dio la opción de presentar alegaciones. La propia Isabel Nieto firmó y remitió un escrito en el que explicaba a la Fiscalía toda la operación urbanística del Pabellón Mulhacén y la parcela colindante, propiedad de Ramón Arenas, desde el punto de vista municipal.

En esa alegación, cargada de elementos técnicos sobre las condiciones urbanísticas de las parcelas, las ventas y los concursos que se hicieron, la exedil acusa a Ramón Arenas de haber utilizado su denuncia ante la Fiscalía como método para presionarla a ella y a los funcionarios, dado que su pretensión era obtener del Ayuntamiento el pago de casi 8 millones de euros, en compensación por los supuestos perjuicios que sufrió a lo largo del tiempo con esa parcela colindante al pabellón de hielo. Según Nieto, "se ha cumplido escrupulosamente el planeamiento y miente y presenta denuncia falsa el Sr. Arenas".

En esta alegación y en una ampliación posterior, la exconcejala de Urbanismo dirige contra el empresario duras acusaciones sobre su ánimo de "especular" en este caso utilizando para ello a la Justicia. Pero va más allá, pues le atribuye presiones y coacciones constantes a los funcionarios y a ella misma, hasta el punto de que habla de las "falsas acusaciones" que, según ellos, sufren constantemente "unas veces por motivos políticos y otras veces por mafiosillos, como el actual denunciante".

Especialmente en su segundo escrito, la exedil se queja del "acoso" al que la somete el denunciante. Nieto pone en conocimiento de la fiscal una carta que le remitió el propio Arenas (publicada por este periódico el pasado 7 de mayo) en la que personaliza en ella los problemas sufridos con la parcela y la acusa de graves delitos. Sobre esa misiva, la exedil dice a la Fiscalía que "si se vuelve a repetir" tendrá que "pedir amparo, porque el denunciante ha traspasado las barreras de la tutela de los tribunales".

La exconcejal asegura que "la única intención del denunciante es chantajear y presionar a los denunciados (sean políticos o funcionarios) para que accedan a concederle una indemnización millonaria para solucionar sus problemas económicos". Y agrega: "Problemas, que como es vox populi en Granada no derivan de la concesión de la parcela contigua", que se investiga en este caso.

En sus segundas alegaciones, Nieto recalca reiteradamente que "la concejal solo firma resoluciones, aunque no conozca los expedientes, ni los haya estudiado, porque esa no es su función". Insiste en que todas las decisiones políticas se basan en los informes de los técnicos de su área: "yo, como concejal, ni hago actas de inspección, ni cuento aparcamientos, ni mido los metros cuadrados de las edificaciones para saber cuantos aparcamientos debe haber, ni valoro..."