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Cálculos que podrían durar 25 años se harán en 24 horas: Así revolucionará la investigación Albaicín, el nuevo supercomputador de la Universidad de Granada

  • Con un presupuesto de 1,2 millones, se une al resto de equipos de la UGR para afianzar la investigación y ser base de proyectos como el acelerador de partículas o ser sede de la Agencia y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial

Uno de los técnicos, en el nuevo equipo.

Uno de los técnicos, en el nuevo equipo. / José Velasco / PS

"Es como pasar de un teléfono analógico a un smartphone". El ejemplo que emplea la investigadora de la Universidad de Granada Blanca Biel revela el salto que supone para los grupos de investigación contar con un nuevo supercomputador. De nombre granadinísimo, Albaicín, dará servicio a científicos de todas las áreas de las universidades andaluzas de Sevilla, Jaén, Pablo de Olavide, Almería, Huelva y Cádiz. Está en Granada y es uno de los diez más potentes de España. Albaicín, además, se presenta como clave para que Granada sea sede del acelerador de partículas o de la Agencia Nacional de Inteligencia Artificial. Biel, que es profesora del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la UGR, reconoce que sin un equipo de estas prestaciones "no podría hacer mi trabajo".

Esta investigadora explica que en este supercomputador se pueden realizar simulacros, predecir cómo va a comportarse un determinado material ante unas condiciones específicas. En el caso de las nanopartículas, no es posible realizar este trabajo en un laboratorio. Las hipótesis se plantean en máquinas como Albaicín. De una forma muy didáctica explica que la revolución que supone el supercomputador puede asimilarse a la evolución que cualquiera ha tenido en su propio hogar con un ordenador personal. "Hace unos años, las cosas que se podían hacer eran básicas. Al mejorar el software, hacen falta ordenadores más potentes" que a su vez permiten nuevas aplicaciones, más velocidad, mejores prestaciones. En la ciencia ocurre lo mismo. 

La rectora, en su visita a la instalación. La rectora, en su visita a la instalación.

La rectora, en su visita a la instalación. / José Velasco / PS

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, presentó el nuevo ordenador en el Servicio de Supercomputación del Centro de Servicios Informáticos y Redes de Comunicación (CSIRC). Albaicín alcanza los 822 teraflops de rendimiento pico, la unidad que mide la capacidad de cálculo de este tipo de infraestructuras, indica la UGR en un comunicado. El equipo se ubica en las instalaciones del Edificio Mecenas, junto a Ciencias, donde se presta servicio a 125 grupos de investigación y más de 500 investigadores buena parte de Andalucía. "Estos grupos trabajan en líneas muy variadas: estructuras biomoleculares, modelos atmosféricos, dinámicas estelares, nanopartículas, electromagnetismo, modelos de aprendizaje e inteligencia artificial, estudios estadísticos y otras muchas áreas que necesitan procesar datos de forma masiva", indica la UGR.

El vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, hiló esta adquisición con la necesidad de infraestructuras en una institución que está "a la cabeza de la ciencia y de la producción científica". La UGR es "líder" en la consecución de financiación para infraestructuras científicas, que a su vez -explicó Herrera- redundan en una mejor investigación, más proyectos. En el horizonte están tanto el IFMIF Dones -que requerirá de equipos como el Albaicín para el desarrollo del trabajo que se quiere hacer en esta infraestructura científica- como ser sede de la Agencia y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial. Por ahora no hay otras ciudades candidatas y el próximo día 21 la rectora mantendrá un encuentro con la ministra de Economía, Nadia Calviño, para analizar la candidatura de Granada. 

La delegada de la rectora para la Universidad Digital y profesora del Departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores, Begoña del Pino, señaló que la supercomputación es un “elemento decisivo para impulsar la investigación, la innovación, la transferencia de alto nivel y la formación especializada”. Su carácter es estratégico en la UGR, dentro de las líneas que marca la Agenda Digital para Europa y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La supercomputación en la UGR dio sus primeros pasos hace 30 años. Como hitos destacados se señaló la adquisición primero del UGRrid, activo desde 2007, y el Alhambra, que presta servicio desde 2013. El Albaicín, que se espera que esté a pleno rendimiento durante unos cinco años, se suma a estos dos equipos tras una inversión de 1,2 millones.

El ordenador recién estrenado "incluye los últimos componentes en tecnología de computación e interconexión de ordenadores. El equipo dispone de 170 nodos fabricados por Huawei que incluyen 9.520 núcleos de proceso de última generación de procesadores Intel. La interconexión entre todos los componentes de cómputo y almacenamiento se realiza mediante una red Infiniband no bloqueante de muy baja latencia, con equipamiento Mellanox y tecnología HDR de 200 Gbps. Adicionalmente, este nuevo ordenador va a aumentar la red de almacenamiento masivo", indica la UGR.

Al tratarse de un equipo destinado a la investigación, estas capacidades resultan clave en los procesos complejos que hay detrás de muchos proyectos científicos. “Los 9.520 núcleos de Albaicín son capaces de reducir a tan solo 24 horas procedimientos científicos de altísima complejidad que podrían llegar a durar 25 años”, explica el jefe de servicio del CSIRC-Sistemas de Investigación y Supercomputación, Jesús Rodríguez Puga.

La UGR ofrece el testimonio de otro docente sobre cómo revolucionará este ordenador el trabajo en los laboratorios. Desde el Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, el catedrático Carlos Abia Ladrón de Guevara también utiliza los superordenadores en sus estudios sobre la composición química y la evolución de las estrellas en la fase final de su existencia. “Ahora mismo estamos calculando la interacción que pueden tener planetas y estrellas, y cómo estos planetas pueden modificar la evolución y la composición química superficial de las estrellas. Para simular dichas colisiones se precisan equipos muy potentes”, especifica Abia.

A futuro, el Servicio de Supercomputación prepara potencialmente a la UGR para acoger instalaciones de alto nivel científico, como el acelerador de partículas IFMIF Dones o los diferentes proyectos que pretenden situar a Granada como sede y referencia nacional e internacional de la inteligencia artificial.

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