Sucesos

Enorme susto en Granada por la explosión de una grúa en Los Pajaritos

  • La deflagración ha tenido lugar esta tarde en la calle Cisne del barrio de la capital y no ha habido que lamentar heridos

Está siendo un verano raro, el más raro para casi todos. Pero en esa ecuación de extrañeza no confluyen sólo las mascarillas y el coronavirus, sino que en un periodo estival en el que afortunadamente la crónica de sucesos está relativamente tranquila los grandes sustos están siendo muy singulares. Al estrambótico tiroteo junto a la Catedral de hace unas semanas que puso el corazón en un puño a quienes paseaban por el centro de la ciudad, ayer se sumó la explosión –afortunadamente sin heridos– a la hora de la siesta en la calle Cisne de Los Pajaritos. El barrio entero dio un respingo cuando en torno a las 16:15 horas se escuchó una fuerte deflagración con el resultado de una grúa totalmente calcinada, el hollín manchando los edificios colindantes y el corazón de los vecinos latiendo a mil.

El aparatoso humo que provocó la combustión del vehículo se elevó hasta el cuarto piso y llegó a colarse por algunas ventanas que, como es lógico por las temperaturas, estaban abiertas. Por tanto, generó diversos problemas en la respiración de algunos vecinos.

La grúa pertenecía al taller frente al que estaba aparcado y afortunadamente en el momento en el que echó a arder no había nadie subido. Su conductor, todavía con el susto en el cuerpo, relataba que justo se había bajado unos minutos antes de ella para aparcar la moto en la calle Cisne cuando empezaron las llamas a salir de la grúa por lo que le dio tiempo suficiente para apartarse. Eso sí, no se le olvidará.

Al ser una hora de cierre de comercios y poco tránsito no hubo que lamentar heridos y la grúa que acabó siniestro total fue el mal mayor del incidente. El taller, que estuvieron inspeccionándolo, se encontraba en perfectas condiciones y tampoco hubo desperfectos en los edificios aledaños más allá de los escombros recogidos a las pocas horas y el hollín que tardará en salir de las fachadas.

Además, la rápida actuación de los Bomberos de Granada y de la Policía Local ayudó a sofocar el fuego de inmediato para tranquilidad de los numerosos vecinos que al ver las llamas bajaron a la calle Cisne para conocer de primera mano lo ocurrido. A algunos residentes es que no les quedó más remedio, puesto que los efectivos de seguridad desalojaron el edificio próximo para comprobar si todo estaba orden.En fin, una tarde de 19 de agosto que pintaba tranquila y que estremeció a Los Pajaritos.

Así ha quedado la grúa tras la explosión Así ha quedado la grúa tras la explosión

Así ha quedado la grúa tras la explosión / Sara Martín

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