Entre las callejuelas del Realejo bajo, la antesala a la apertura de la Carrera de la Virgen apenas se entreveía lo que aguardaba a una decena de metros de distancia. Un paso, otro y quienes anduvieran con la cabeza en otro mundo se veían atropellados por un hormiguero de color y conversaciones entrelazadas.

Es 15 de septiembre y el tiempo, las citas y los quehaceres se aplazan porque Granada celebra uno de sus días grandes. Con hoja perenne, la ofrenda floral a la Virgen de las Angustias se mantiene ya lleguen cambios de siglo o haya llegado –finalmente– el `milenialismo’ del resplandor de las pantallas.

Imperecedera es la cita de miles de granadinos con su Patrona, que además se convierte en una celebrity del streaming porque estrena canal de televisión homónimo. Con las puertas abiertas, la Virgen de las Angustias se asomó como cada año para continuar el rito granadino de la reciprocidad: la imagen devolvió la mirada a quienes desfilaron frente a su basílica para rendirle honores en forma de ramos de flores.

La arquitectura efímera, al principio hecha de andamios desnudos, se cubrió de un manto de flores por segundos alimentada por los ramos que no han cesado de llegar. La multitud ha sido tal que los granadinos han tenido que esperar hasta dos horas en la cola para llegar a los pies de la Virgen. La fila incluso ha llegado a alcanzar la Acera del Darro en su punto álgido, en torno a las 19:30 horas.

La Carrera de la Virgen se ha mantenido llena de vecinos, devotos, visitantes e incluso de aquellos turistas que no repararon en la fecha de hoy y se veían sorprendidos por la amalgama que contemplaba el tapiz en evolución de la fachada del templo. Todos ellos, muchos vestidos de gala como manda la tradición de los domingos, han aprovechado la tarde para participar en una de las tradiciones con más solera de la ciudad y que ha traído gente desde puntos de toda la provincia.

La cola para dejar el ramo de flores llegó a durar 2 horas y alcanzó la Acera del Darro

El final del rito sería la eucaristía en honor de las Angustias pero mucho antes, miles de granadinos tendrían que desfilar frente a la basílica para dejar su flor y mirar a la Patrona.

El día de la Virgen de las Angustias ha llegado un año más como guiño a sus devotos y como señal en el calendario de que el verano extingue sus últimos días. Como cada 15 de septiembre la Patrona de Granada se convierte en protagonista y testigo de cómo su ciudad se llena de color y alboroto en torno a su casa, que ha abierto sus puertas para que la Virgen fuera un poquito más partícipe de la fiesta popular.

La tarde se adivinaba tibia y con los cielos límpidos y brillantes en una edición en la que muchos tendrán en la cabeza el mal recuerdo del paso de la gota fría por la provincia en el día de ayer, que ocasionó numerosos daños. No obstante, la tradición manda y aunque lo cielos amenazaran lluvia como sucedió el año pasado, los devotos no hubieran claudicado y habrían acudido a su cita anual con la Patrona.

En torno al momento de la ofrenda floral que ha comenzado a las 18 horas y se dilató hasta que todo el mundo había dejado su ramo, ha tenido lugar otro de los ritos imprescindibles. Desde por la mañana las calles de la ciudad ya comenzaban a verse vecinos con la compra recién hecha: la torta de la virgen –de chocolate o cabello de ángel, según mande el gusto– bajo el brazo, y para quien la devoción no es la palanca de movimiento, sí lo es la animación que cogen las calles en este día puramente granadino.

La música ha sido también testigo de excepción: saetas, pasodobles y hasta serenatas de la tuna del Distrito Universitario de Granada que tras la primera incursión de la formación de Arquitectura el año pasado, este se ha animado a tocarle unas cuantas canciones a la Virgen.

En plano oficial también cobró protagonismo con la presencia de autoridades locales. Portavoces y miembros del Gobierno de la ciudad fueron entrevistados por la televisión pública, TG7, en su programa especial. Intervenciones que por una vez corrían por el mismo cauce independientemente del color y que contó en primer lugar con Sebastián Pérez, el primer teniente de alcalde. El popular ha recordado todo el sentimiento que hay “tras cada ramo de flores” que se ha dejado a los pies de la Patrona, una tradición que, ha dicho, sirve entre otras cosas para encontrarse con gente y con la ciudad.

A continuación intervino Paco Cuenca, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, que aseguraba estar orgulloso de tradiciones como la Ofrenda que además provoca que sea “un día de calle y de familia”.

Por último, y tras el cierre oficial de la ceremonia con el himno de Granada de fondo, el alcalde Luis Salvador ha dado las gracias a todos los que participaron en el día de ayer, “cada uno intentando hacer la mejor ofrenda posible”.

El regidor, sobre las tradiciones granadinas, aseguraba que la ciudad “entró en la historia por la puerta grande desde los Reyes Católicos”y que se trata de una población que vive de las tradiciones que además se difunden de generación en generación. Esto último, lo ha añadido en referencia a la multitud de familias con niños que hoy han llenado el centro de Granada.