Un taxista de Granada recibe una paliza de un cliente y este le roba el coche de madrugada
El presunto agresor recorrió unos 28 kilómetros con el vehículo hasta abandonarlo en la Avenida de Cádiz de la capital
Avisa a la Policía Local de Maracena para evitar que un vecino con síntomas de embriaguez conduzca el coche
Un taxista de Granada ha recibido esta madrugada una paliza de parte de un cliente que se subió a su taxi, y que después le robó el vehículo y huyó con el durante un total de 28 kilómetros hasta dejarlo abandonado en la capital. Afortunadamente, el coche ha podido ser recuperado sin daños materiales y el conductor profesional, aunque aún tiene el susto en el cuerpo, no ha requerido de ingreso en un centro hospitalario.
Según ha detallado el presidente de la Gremial del Taxi de Granada, Juan José López, a este periódico, este "suceso de película", como lo ha calificado, "podía haber acabado muy mal, con el vehículo estrellado o quemado", pero finalmente ha sido todo un susto a la espera de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan dar con el presunto agresor de su compañero, que se encuentra en paradero desconocido.
Todo comenzó en torno a las 02:30 de esta madrugada, cuando el taxista, que se encontraba estacionado en la parada de taxis de la Plaza Albert Einstein de Granada capital, recibió a un cliente de complexión fuerte, poco pelo y que vestía "unas bermudas muy llamativas", según ha detallado el presidente de la Gremial. Este le pidió al conductor profesional que lo llevara hasta el municipio de Las Gabias, en el Área Metropolitana de Granada. Concretamente a la zona más alta de la localidad, conocida como Piadoli.
Durante el trayecto, todo transcurrió con normalidad hasta que el vehículo llegó a su destino. Fue entonces cuando el cliente se convirtió en agresor, sacando del coche al taxista, arrastrándolo por el suelo y golpeándolo fuertemente. En ese momento, el hombre se subió a la plaza del conductor del taxi y robó el vehículo.
El taxista avisó rápidamente a la Gremial del Taxi de la situación, y desde la central se dió aviso tanto a la Guardia Civil como a la Policía. "Todos los vehículos llevan un localizador GPS, por lo que los compañeros de la central pudieron ir siguiendo todos los movimientos del coche e informar a los agentes de por donde estaba circulando.
28 kilómetros hasta dejar el coche
Según ha detallado Juan José López, el presunto agresor comenzó su huida por una ruta que le llevó a recorrer nada menos que 28 kilómetros con el vehículo robado. Inició su camino hacia La Malahá por la carretera A-338, y una vez pasada la localidad se incorporó a la A-385 hasta llegar a la zona del Restaurante Mayerling, ya en Otura, e incorporarse a la Circunvalación de Granada.
A partir de aquí, el supuesto ladrón puso dirección hacia Granada capital, se incoporó momentaneamente a la Ronda Sur para llegar a las inmediaciones del Parque Tecnológico de la Salud. Consciente de que estaba siendo buscado por la Policía, decidió dejar abandonado el coche en la Avenida de Cádiz de la capital y seguir su huida ya a pie, donde se le perdió definitivamente la pista.
El presidente de la Gremial del Taxi ha confirmado que los agentes de criminalística de la Policía Nacional, una vez recuperaron el coche, tomaron las huellas dactilares del vehículo para cotejar su base de datos e identificar al presunto agresor, que se encuentra en busca y captura. Por su parte, el taxista se encuentra "magullado y con el susto, pero bien", y no ha necesitado asistencia sanitaria.
"Imaginate el susto. Un coche nuevo, de un patrón que lo estaba pagando después de haber tenido un accidente, y el compañero nervioso pero bien. Hace poco también intentaron atacarlo en la Estación de Aubuses, forcejeó con un cliente y le puso un cuchillo en el cuello, pero por suerte no pasó nada. Ahora hay poco trabajo, y te encuentras con individuos de este tipo, y hay que tener mucho cuidado", ha valorado López a este periódico.
El presunto agresor, antes de bajarse del coche, se hizo con la caja de esa noche, todas las monedas, billetes y el cambio. Pero un mal menor teniendo en cuenta lo que había podido pasar y el susto que tanto el taxista como toda la Gremial del Taxi de Granada se llevaron en ese momento.
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