La mañana del 9 de marzo del pasado 2017 la zona Norte registró un tiroteo con menores de por medio, que acabó con un joven de 21 años fallecido, cuyo cuerpo apareció en medio de una corrala de edificios de la calle Fray Juan Sánchez Cotán, dos heridos, una alarma vecinal ante el temor de que se desatase una 'guerra de clanes' y el foco a nivel nacional puesto sobre este barrio granadino. Un homicidio por el que la Fiscalía solicita para el acusado 20 años y medio de prisión y cuyo juicio, que arrancará el próximo 10 de diciembre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, se celebrará bajo la fórmula de jurado popular.

Eran sobre las once y media de la mañana del 9 de marzo cuando la víctima mortal, un joven marroquí de 21 años, acompañado de su hermano, de 24 años, y otro varón, acudieron a una vivienda que, según reprochaban, el ahora acusado, de entonces 44 años, habría ocupado.

Tal y como relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, estas tres personas esperaban en el rellano de la vivienda, al que salió el acusado junto a un menor –su hijo–, ambos armados. El acusado portaba una nueve milímetros y el menor llevaba un revólver y, “actuando de común acuerdo con la clara e inequívoca intención de causales la muertes”, iniciaron un tiroteo.

Durante la balacea, el hermano de la víctima, que sufrió una herida de bala en la mejilla, consiguió huir junto al otro varón que los acompañaba por unas escaleras que desembocaban a una corrala, o patio central, formada por varios bloques. Tras ellos, iba la víctima, quien también abrió fuego y alcanzó al acusado, al que le causó una herida de bala en la pierna.

Sin embargo, los disparos que efectuó el acusado –al menos cinco según el relato del fiscal– alcanzaron hasta en tres ocasiones a la víctima, la que además también recibió un número “no inferior a seis” tiros por parte del menor. Ante ello, el joven cayó desplomado en la corrala, provocando un gran revuelo. Todo ello mientras que, su hermano se escondía en un portal cercano al lugar de los hechos.

A los pocos minutos de registrarse este episodio, multitud de personas se agolparon en torno al cadáver, entre las que se encontraba una periodista de un programa de Tele5 que se encontraba en la zona trabajando en un reportaje sobre la marihuana, y que, con cámara oculta, grabó todo lo que ocurría a continuación.

También está acusada una mujer de 45 años por encubrimiento de pruebas

En las imágenes se podía comprobar cómo un hombre, de todos los que se acercaron hasta la corrala, aprovechaba el revuelo para tapar con una gorra un arma de fuego que había junto al cadáver del joven. Posteriormente, cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional, este hombre se acercó a una mujer que parecía muy alterada por lo ocurrido, le dijo algo en el oído y la acompañó como para irse. Al pasar por al lado del arma, ya oculta con la gorra, la mujer se agachó, cogió ambas cosas sin que nadie se diese cuenta y abandonó el lugar.

Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, el arma no se recuperó hasta la noche del día siguiente, si bien cuando ya se había limpiado “con objeto de dificultar la investigación”. Por ello, esta mujer, de 45 años que se encuentra en libertad condicional y que también será juzgada el próximo 10 de diciembre, se enfrenta a una petición fiscal de dos años de cárcel por un supuesto delito de encubrimiento.

El acusado, al resultar herido en la balacea, fue trasladado hasta el hospital donde pasó varios días ingresado. Fue allí donde en una primera declaración a los agentes encargados de la investigación, como apuntó por entonces Granada Hoy, indicó que había sido su hijo, menor de edad –fue puesto por entonces a disposición de la Fiscalía de Menores–, quien habría efectuado los disparos.

Pese a ello, desde entonces este hombre se encuentra en prisión provisional, acusado de un delito de homicidio, otro de tentativa de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas, por los que se enfrenta a una petición fiscal de 20 años y medio de prisión.