Pilar Cernuda
La mayor corrupción jamás conocida
El triángulo del fuego está formado por tres componentes: el combustible, el comburente (el oxígeno) y la energía de activación (la chispa). Para extinguir cualquier incendio es necesario eliminar uno de los tres vértices del triángulo.
Como esta definición de manual es algo más tediosa, los bomberos de Granada decidieron sacar ayer su maquinaria y sus habilidades a la calle para enseñarle a los ciudadanos cómo es su día a día. Que si un accidente de tráfico, que si un incendio forestal, un rescate en la ciudad o un fuego urbano fueron algunos de los escenarios simulados que sirvieron de modelo para que los vecinos se acercaran al colectivo.
La plaza del Humilladero fue el lugar donde el Cuerpo de Bomberos exhibió todas sus destrezas. Lo hicieron con motivo de la celebración del día del patrón que tendrá lugar el próximo día 8 de marzo en el que se impondrán las condecoraciones por actos meritorios a los integrantes del cuerpo. "Este año, como novedad, han organizado una mañana de puertas abiertas a la ciudad para que los vecinos participen y vean demostraciones de las distintas intervenciones que tienen que hacer los bomberos. Son cosas que a los que no nos dedicamos a esto nos sorprende aunque para ello es su día a día", apuntó la concejal de Seguridad Ciudadana, Telesfora Ruiz.
Jesús Cabrera, el jefe de bomberos de Granada destacó que entre las simulaciones realizadas llamó mucho la atención la que recreaba un accidente de un trabajador que se queda colgado en un cable. También explicaron cómo se excarcela a un conductor que ha quedado atrapado en un amasijo de hierros tras tener un accidente con su coche.
Otra de las actividades que más atractivo despertó fue la simulación de un fuego en una cocina, un escenario más común de lo deseado y que sirvió a los agentes para demostrar a los granadinos cómo hay que actuar en estos casos. "Lo que no hay que hacer nunca delante de una sartén ardiendo es echar agua porque puede salpicar e incluso provocar una explosión", relató Jesús Cabrera, quien de una forma muy didáctica explicó que hay que cubrirlo con un trapo de forma que se rompa el contacto entre la llama y el oxígeno.
El asombro y el interés que generó entre los vecinos la actividad de los bomberos demuestra que la formación en seguridad es todavía escasa entre la población. "En otros países hay más cultura de tener un extintor en casa, si viéramos la estadística de cuántas personas tienen aquí un extintor en la cocina, nos daríamos cuenta de que son muy pocas", relató Cabrera.
El colectivo pretende que esta iniciativa perdure en el tiempo de forma que los ciudadanos conozcan de primera mano la labor de los bomberos, esas personas que cuando todo el mundo huye del peligro ellos van a buscarlo.
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