Balance

El turismo se desploma en julio: la ocupación hotelera se queda al 40% en Granada

  • El sector prevé una bajada aún más pronunciada este mes de agosto

  • Solo el 5% de los turistas que han visitado la provincia son extranjeros

Varios turistas por los alrededores de la Catedral de Granada.

Varios turistas por los alrededores de la Catedral de Granada. / Jesús Jiménez/Photographerssports

Turismo nacional, rural y con un gasto mínimo. A grandes rasgos, esta es la radiografía turística que ha dejado en Granada un mes de julio en el que se ha evidenciado que el desplome de visitantes sigue golpeando fuertemente al sector de la hostelería. Y es que, si junio no dejó buenos resultados –fueron 20.465 los visitantes a la provincia frente a los 280.000 del mismo mes del año pasado, lo que supone un desplome de más del 92% respecto al 2019–, la radiografía de julio no ha sido muy diferente. El mes se ha cerrado con una ocupación hotelera de apenas el 40% con una importancia capital del turismo nacional. ¿Los motivos? El contexto sanitario y el miedo a los rebrotes, lo cual ha frenado unos números que, si bien se preveían incluso peores, quedan lejos de los habituales en un mes de verano.

"Ha sido una bajada significativa", afirmó a Granada Hoy el presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, quien, sin embargo, reconoce que ha resultado ser "mejor de lo que nos esperábamos".

La calle Navas, prácticamente desierta. La calle Navas, prácticamente desierta.

La calle Navas, prácticamente desierta. / Jesús Jiménez/Photographerssports

Trujillo coincide a su vez con el delegado de Turismo de la Junta en Granada, Gustavo Rodríguez, quien afirmó que el turismo nacional y de cercanía "puede salvar los muebles" a chiringuitos, comercios y restaurantes. El 95% de los turistas han sido nacionales, con especial incidencia en zonas con un gran número de segundas residencias, una cifra que contrasta con la del año pasado. Y es que en 2019, el mejor en la historia de Granada, el 52% de los más de cinco millones de visitantes que pasaron por la provincia eran de nacionalidad española.

Trujillo también hizo hincapié en la falta de un pilar "importantísimo": los extranjeros. Pese a que la provincia no depende "tanto" de ellos, el porcentaje que suponían otros años se ha perdido casi por completo. En todo caso, el presidente de los chiringuitos avanzó la previsión de que haya "más problemas" de cara al final del verano.

"Estoy convencido al 100% de que la bajada en agosto será superior a la de julio", afirmó Trujillo. Pese a que la gente está "cada vez más concienciada" y que la obligatoriedad de las mascarillas, el parcelamiento o el cierre puntual de algunos tramos en las playas "no han afectado", Trujillo señaló el miedo a los rebrotes como principal causa del descenso del turismo.

A ello se suma una bajada en el gasto de los turistas: "La gente se aprieta más el cinturón, hay menos consumo por comensal. La gente no viene con la alegría de estos años atrás", añadió Trujillo, quien valoró positivamente medidas como el "bono turístico" de la Junta con las que poder paliar el "importante descalabro" que se espera en septiembre y se puedan mantener "tantos puestos de trabajo como sean posibles".

A medidas como el bono turístico y una posible reducción del IVA para el sector también se refirió este miércoles como "fundamentales" el delegado de Turismo.

Ocupación hotelera

La ocupación hotelera ha llegado en la Costa al 60%, cifra que previsiblemente se mantendrá también este mes. Si bien, los números de la capital se han visto reducidos a casi la mitad que en el litoral, al registrarse una ocupación del 35%, cifra que se espera que pueda aumentar ligeramente este agosto.

Varios turistas en la terraza de un chiringuito de Salobreña este mes de julio. Varios turistas en la terraza de un chiringuito de Salobreña este mes de julio.

Varios turistas en la terraza de un chiringuito de Salobreña este mes de julio. / G. H.

Pese a ello, este año las cifras de ocupación hotelera no reflejan fielmente los datos turísticos con los que cuenta la provincia. Y es que existen aún establecimientos que permanecen cerrados y que hacen que la capacidad hostelera de la provincia sea menor que en años anteriores y, por tanto, la caída turística quede maquillada y no muestre un descenso aún mayor.

"Veíamos que más de un 30 o 35% no se iba a ocupar", explicó a este diario el presidente de la Federación Provincial de Hostelería y Turismo, Gregorio García, quien advirtió de que, en los lugares donde esa cifra se ha superado, puede no ser un "dato real" ya que muchos locales aún se encuentran cerrados.

A todo ello se suma el hecho de que tanto anulaciones como reservas se produzcan a última hora también dificulta el conteo. "La cosa ahora mismo está muy parada" y las sensaciones "son malas", sentenció García, a pesar de las promociones que han puesto en marcha con la Junta y el Patronato de Turismo.

Sin embargo, la nota positiva del mes de julio la ha puesto el interior de la provincia. El turismo rural, especialmente prolífico durante los fines de semana, alcanzó unas cifras de ocupación del 80% en el Altiplano y las comarcas de Baza y Huéscar e incluso se prevé un ascenso que puede llegar hasta el 90% de ocupación en el mes de agosto.

El actual contexto sanitario y el temor a los rebrotes en las zonas más masificadas han beneficiado este turismo "más sereno y seguro", destacó el delegado de Turismo, quien auguró un futuro "espléndido" para que territorios como Guadix o Altiplano "puedan aprovechar la crisis como oportunidad".

Pese a las campañas de promoción y sellos de la Junta e instituciones locales, que subrayan la seguridad de los destinos, las cifras evidencian que las noticias sobre la pandemia frenan el avance del turismo. Si bien, pese a las previsiones, el sector hostelero mantiene en agosto, el mes vacacional por excelencia, su última bala para salvar una temporada estival atípica y encomendada al turismo rural y nacional.

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