La Universidad de Granada inaugura un nuevo espacio para la investigación en la Azucarera de San Isidro
En al almacén de azúcar, debidamente rehabilitado, ahora trabaja el Laboratorio de Investigación e Innovación en Maderas
La decisión sobre los nuevos títulos de grado, el 21 de mayo

La Universidad de Granada está de enhorabuena. Tras la visita técnica este miércoles al UGR Dones en Escúzar, ahora anuncia la inauguración de la nueva sede del Laboratorio de Investigación e Innovación en Maderas en la Azucarera de San Isidro, propiedad de la UGR y sobre el que se proyecta un eco campus pionero a nivel nacional.
La nueva sede del Laboratorio es una "firme apuesta por la sostenibilidad y la reutilización responsable del patrimonio industrial, ha rehabilitado y adaptado un antiguo almacén de azúcar de la Azucarera de San Isidro para convertirlo en la nueva sede del Laboratorio de Investigación e Innovación en Maderas (UIMA). Con esta actuación, se inicia el conjunto de intervenciones programadas y que irán rehabilitando el que será el futuro Campus Sostenible de la UGR", indica la institución en un comunicado.
El edificio objeto de la actuación ha sido una nave industrial de 1.332 metros cuadrados construidos —de los cuales 1.254 son útiles—, independiente y de una sola planta, con una altura libre interior de siete metros. Este almacén de azúcar fue construido en la década de 1960 y es, de hecho, la edificación más reciente del conjunto fabril. Su estructura está compuesta por cerchas metálicas de cubierta a dos aguas, fachadas de ladrillo visto y amplios portones de acceso, lo que la convierte en un espacio amplio, versátil y fácilmente adaptable.
La actuación, diseñada por la arquitecta Amor Hernández Moreno, y supervisada por la Unidad Técnica de la UGR, ha sido especialmente cuidadosa en términos de conservación. No se ha intervenido en la estructura portante ni en la envolvente, preservando íntegramente la volumetría original del inmueble.
Una rehabilitación reversible
Se trata de una rehabilitación reversible y de bajo impacto, que permite el nuevo uso administrativo, docente e investigador sin comprometer el carácter arquitectónico del edificio ni los valores del entorno Bien de Interés Cultural en el que se integra, señala el comunicado.
El edificio ha sido recepcionado por la UGR este pasado martes, 6 de mayo, en un acto al que asistieron, entre otros, la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad, Montserrat Zamorano Toro, el director de la Unidad Técnica de la UGR, José Francisco Moriana, y Antolino Gallego, catedrático de Física Aplicada y coordinador de UIMA.
Esta rehabilitación permite poner en valor una edificación en desuso como este para dotar a la comunidad universitaria de un espacio puntero bajo un enfoque integral que conjuga funcionalidad, respeto patrimonial y responsabilidad ambiental. El proyecto de la Azucarera San Isidro no solo responde a una necesidad académica, sino que se consolida como un ejemplo de intervención sostenible en el patrimonio industrial andaluz.
La transformación ha incluido la adecuación de la nave para alojar maquinaria de laboratorio, la renovación de baños y oficinas, la reorganización de espacios interiores, y la incorporación de sistemas de aislamiento térmico y acústico. Entre las soluciones sostenibles aplicadas destacan la mejora de la carpintería metálica con acristalamiento doble, el uso de trasdosados de cartón-yeso con aislamiento, suelos flotantes con barreras antihumedad, y un sistema de ventilación híbrida que asegura la calidad del aire interior.
Además, el proyecto se ha diseñado cumpliendo con los principios del Código Técnico de la Edificación (CTE), especialmente en cuanto a ahorro energético, accesibilidad, salubridad y gestión eficiente de recursos. El edificio dispone ahora de aislamiento térmico de 5 centímetros en suelos y techos, iluminación natural optimizada y sistemas de recogida de residuos conforme al Real Decreto 105/2008 sobre gestión de residuos de construcción.
También te puede interesar
Lo último