Vox fue el partido que se quedó más cerca de sumar otro escaño en la provincia de Granada. A la formación de Santiago Abascal le separaron 4.731 votos del siguiente diputado, el que le habría arrebatado al PP con el concejal Onofre Miralles viajando a la Carrera de San Jerónimo en lugar de Pablo Hispan, uno de los grandes agraciados de la noche a nivel local.

Esa diferencia de menos de 5.000 votos es la gran lectura de una noche en la que, eso sí, el escrutinio marcó durante toda la noche el resultado final y solamente en algún momento de la noche existió una diferencia cercana a los 1.000 votos. Pero, al final la distancia se fue alargando y, evidentemente, fueron las mesas de la capital las que impidieron que Vox adelantara a los populares.

Respecto a la participación, el dato fue bastante alto y la bajada de 1,39% es muy poco representativa si se tiene en cuenta el agotamiento político con el que se presentaban estos comicios e, incluso, el frío que hizo en la provincia durante la jornada electoral del 10 de noviembre.

Los partidos minoritarios obtuvieron votos el que más votos ganó tras Más País fue el animalista Pacma con 4.017 apoyos, seguido del PCTE con 741, de Por un Mundo Más Justo con 599 y de Andalucía X Sí con 590. El último, IZAR con 144 votos.   

37. 435 votos naranjas desperdiciados

Fran Hervías, candidato de Cs al Congreso por Granada.

Cuatro de cada diez votos de las candidaturas de Ciudadanos (Cs) y de Más País en las elecciones generales de este domingo se pueden considerar sufragios 'perdidos', puesto que no se tradujeron en escaños en el Congreso de los Diputados.

En concreto, las listas de Albert Rivera, cuyo partido ha sido el más damnificado por la repetición electoral, fueron apoyadas por un total de 1.637.540 electores en las 52 circunscripciones, pero sus diez escaños en la Cámara Baja sólo se lograron en siete provincias.

Así, 764.776 de esos sufragios, el 46,70% del total, no tuvieron utilidad en tanto que no sirvieron para obtener representación en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo. De las 52 circunscripciones, Zaragoza fue donde la formación naranja cosechó más votos 'inútiles', con un total de 46.645 papeletas que quedaron sin representación, seguida, por este orden, de Granada (37.435), Asturias (36.852) y Córdoba (36.039).

En el caso de Más País, el porcentaje de votos 'perdidos' en las 18 provincias donde se presentaba solo o en coalición llegó al 38,82%. Los de Íñigo Errejón y sus coaliciones con Equo, con Compromís en las tres provincias valencianas y con la CHA en Zaragoza obtuvieron 524.747 sufragios pero sólo sumaron tres escaños (dos en Madrid y uno en Valencia). Y es que de ese total, 203.724 papeletas no se plasmaron en escaños, fundamentalmente en las circunscripciones de Alicante (35.415 papeletas) pero también en Zaragoza (22.989), Sevilla (22.182) y Málaga (14.004) y Granada (8.496).

Los socialistas bajan de 165 a 162 municipios

El PSOE gana las elecciones y PP y Vox se reparten el naufragio de Cs

El resultado es que en los 174 pueblos de la provincia, el PSOE ha salido vencedor en 162, solamente se le han escapado 12. Comentaba en la noche del domingo el secretario general de los socialista, Pepe Entrena, con que el mapa era prácticamente rojo y que solamente la mancha azul de la Puebla de Don Fadrique, un pueblo con un gran término municipal, ponía el contrapunto a lo que era una 'pata de jamón' coloreada de "rojo pasión" con minúsculas pintas de otros colores que responden a los pueblos en los que los socialistas no han sido la primera opción.

En este sentido, cabe destacar que el PSOE ha perdido tres municipios respecto a los comicios de hace medio año cuando fue el ganador en 165 y que el PP suma uno más respecto a las generales del 28-A pasando de siete a ocho con la conquista de la Puebla de Don Fadrique.

La gran novedad son los dos triunfos de Vox en Vegas del Genil y Nívar mientras que Unidas Podemos mantiene su idilio con Dehesas Viejas, el último bastión de la izquierda en la provincia de Granada. Además, en la noche más triste para Ciudadanos a Fran Hervías, catalán aunque con orígenes granadinos, solamente le queda el consuelo de que Quéntar su pueblo, el de sus padres y abuelos, sí votó por la formación naranja.