El Granada CF ganó cuando más falta hacía. Cuando, tras diez jornadas sin conseguirlo, o vencía o acababa la jornada en descenso. Y lo hizo a lo grande, recuperando el espíritu de las exitosas pasadas campañas, tal y como pedía en la previa un Rubén Torrecilla que ha lavado la cara del equipo y ha hecho que los jugadores vuelvan a creer.

Se impuso por 2-3 ante el Alavés, al que deja descolgado en la pelea por una permanencia hacia la que los rojiblancos dan un paso de gigante. Tras una aceptable primera parte en la que Maximiano paró un penalti, marcó Escudero el 0-1 al inició de la segunda, pero remontó el Alavés en siete minutos.

En un espectacular final de encuentro, cuando todo se veía más negro que nunca, el Granada creyó y ganó porque fue mejor, acabó mucho más entero y sus jugadores sacaron esa calidad que tanto tiempo llevaba oculta. Firmaron Puertas y Luis Suarez el 2-3 final.

Volvió el triunfo, volvió la sonrisa y, con Torrecilla, Mainz, Avilés y toda la buena banda de la gente del club, volvió también la piña. Se celebraron los goles como en la añorada etapa de Diego. Todos juntos en la banda, todos juntos en el campo, todos juntos en casa. También Alberto Soro y Yan Eteki, que no le hicieron caso a Robert Moreno, se quedaron y vuelven a ser importantes.

El Granada compareció muy bien al partido. Dominó los instantes iniciales de un primer tiempo entretenido y divertido para el aficionado, aunque quizás no tanto para los seguidores de dos escuadras con poco gol que vieron cómo los suyos fallaron varias ocasiones claras. Ya las meterían tras el descanso.

Luis Milla y Álex Collado se mostraron activos como interiores y una gran acción entre ambos acabó con el madrileño marrando un mano a mano ante Pacheco en el minuto 4. Clarísima opción fallada con 0-0, como en salidas pasadas para jugar ante el Real Madrid, la Real Sociedad o el Valencia.

El Alavés creció con el paso de los minutos hasta el punto de meter en su área en varios momentos a un Granada cómodo con el balón, pero sometido sin él. Maximiano se puso la capa de salvador al cuarto de hora con un manotazo para evitar el gol de Petrovic en propia meta tras un saque de esquina local.

También brilló el portugués en la opción más destacada del primer tiempo al parar una pena máxima lanzada por Joselu (26’), que recibió una tarascada de Escudero, titular como tercer central del equipo, que Cuadra Fernández vio cuando le avisaron para que visitara el VAR.

No fue el trencilla al monitor en el minuto 41, pese a que Luis Milla recibió una durísima entrada de Tenaglia que era más naranja rojizo que amarilla.

Recobró el balón, y por tanto el control, el Granada en los instantes finales del primer tiempo, y le volvió a faltar sólo el gol. Quini disparó mal, le anularon un tanto a Escudero por fuera de juego previo de Jorge Molina, al que siempre es un gustazo ver sobre el verde, y Álex Collado se nubló en una posición clarísima para marcar o asistir con mayoría de rojiblancos en el área de Pacheco.

Segundo tiempo, cinco goles

El Granada volvió a empezar mejor que el Alavés el segundo tiempo, aunque esta vez con la diferencia de que sí acertó ante la meta rival. La pizarra de Torrecilla saltó al verde para que Escudero empalara a la perfección el balón puesto por Álex Collado desde la esquina.

Era el minuto 50 y el problema es que la alegría sólo le duró al Granada tres minutos, ya que en el 53’, en otro saque de esquina, Escalante le ganó la partida a Carlos Neva, que se lesionó en esa acción y fue reemplazado por Alberto Soro, para marcar de cabeza en el área pequeña.

Luis Suárez corre para celebrar con sus compañeros el 2-3

Como lo que va mal siempre puede ir a peor, en el minuto 57 se durmió la defensa en un centro de Luis Rioja desde la izquierda y Manu Vallejo, en semifallo completó la remontada. Del 0-1 al 2-1 en siete minutos. Ver para creer.

El cambio de planes del Granada fue inminente. Luis Suárez y Antonio Puertas reemplazaron a Uzuni y a Álex Collado y pasaron a defender los granadinos con cuatro atrás pasando a mejor vida la opción inicial de tres centrales y dos carrileros.

Medía hora quedaba por delante y al Alavés no le importaba que tuviera la pelota el Granada, al que como suele ocurrir en este tipo de situaciones le costó mucho trabajo generar peligro.

Alberto Soro dispuso de una medio ocasión de cabeza, pero remato forzado lejos del marco de Pacheco, y el remate de Luis Suárez lo tocó un rival para acabar en córner.

Éxtasis final

Cuando más oscuro se empezaba a poner el panorama, un rocambolesco saque de esquina visitante con varios cabezazos en el área, de Luis Suárez, de Jorge Molina y de Antonio Puertas, acabó con un gol del almeriense que validó el VAR tras un par de minutos de dudas al confirmar que Pacheco sacó el balón cuando ya había entrado del todo. 2-2 en el minuto 78.

Se creció el Granada en un partido que parecía una montaña rusa y Luis Suárez volvió a fallar lo que no puede fallar tras una maravillosa asistencia de Jorge Molina: mandó el esférico fuera en el mano a mano a campo abierto ante Pacheco.

Mendilibar, sin quererlo, había dado oxígeno al Granada quitando del campo a Joselu y agotó cambios Torrecilla con las entradas de Yan Eteki y de Machís por Petrovic y Jorge Molina. La jugada no pudo salir mejor, ya que a renglón seguida anotó Luis Suárez el 2-3.

Era el minuto 87 cuando Luis Milla arrancó desde atrás conduciendo el balón como si fuese el minuto 2, Machís tiró el desmarque en el momento justo y puso el balón donde parecía que no podía llegar a nadie, aunque por allí apareció Luis Suárez para reencontrarse con el gol y callar mil bocas.

Dio Cuadra Fernández ocho minutos de añadido, que se convirtieron en diez cuando una trifulca junto al banquillo visitante entre Aarón y Escalante acabó con la expulsión del meta suplente del Granada.

Maximiano sólo tuvo que actuar una vez, a un cabezazo lejano de Lejeune. Estaba claro que los tres puntos ya no se iban a escapar. Victoria, con remontada, cuando más falta hacía. Y Torrecilla, al frente del equipo si no pasa nada hasta final de temporada.