Dijo Aitor Karanka en la rueda de prensa previa al definitivo partido contra el Espanyol, en relación a sus jugadores, que había que estar al cien por cien para tener cabida en el once inicial. Quizás por eso tanto Gonalons como Machís se quedaron de inicio en el banco, el galo con molestias musculares durante la semana y el venezolano tras haber faltado a los últimos encuentros.

Entró Petrovic en la medular tras varios partidos partiendo desde el banco, mientras que la otra novedad en relación al anterior choque contra el Betis fue el regreso al lateral zurdo de Escudero después de cumplir un partido de sanción en Sevilla. El resto, los mismo que frente al Betis, con Luis Suárez arrancando desde la banda zurda. Todo en el 1-4-2-3-1 habitual de Karanka.

En el Espanyol, que salió con el mismo dibujo, el preparador Luis Blanco metió cuatro cambios en relación al once de la pasada jornada ante el Valencia. Ocupó Puado la punta del ataque ante la ausencia del siempre peligroso Raúl de Tomas, sancionado por acumulación de tarjetas, mientras que regresó a la titularidad, precisamente tras haber estado castigado, el medio venezolano Yangel Herrera, ex jugador del Granada.

No obstante, en ataque el equipo visitante convertía a Aleix Vidal prácticamente en un extremo por la derecha, mientras que el lateral zurdo, Cabrera, se dedicaba a tapar atrás y apenas progresar. 

La pizarra del Granada CF-Espanyol

Pese al ímpetu rojiblanco del inicio, con un par de buenas ocasiones para marcar pronto, el Espanyol trató en todo momento de crear peligro a través de la posesión de balón, con acciones que siempre pasaban por las botas del talentoso Darder.

Luis Suárez y Antonio Puertas interpretaron bien lo de arrancar desde banda pero ser capaces de aparecer casi por cualquier sitio para intentar sorprender y crear peligro, que es lo que mismo que hicieron Escudero y Quini, valientes e inteligentes a la hora de irse al ataque, buscando casi siempre la superioridad numérica en sus progresiones.

Cambio obligado

Casi todos los ataques peligrosos del equipo tuvieron en común que el balón pasó por las botas de Álex Collado, que se quedó sin socio en la medular cuando a la media hora se tuvo que retirar del campo por problemas musculares Luis Milla.

Entró en su lugar Yan Eteki y no cambió nada en cuanto a planteamiento, ya que el camerunés se colocó en la medular junto a Petrovic. Estuvo tocado el Granada unos minutos tras la sustitución, como tratando de volver a reencontrarse, aunque acabó bien el primer tiempo y, de nuevo, casi marca.El transcurrir del partido demostró que la lesión de Luis Milla trastocó planes y fue un impedimento importante, sobre todo a la hora de gestionar otra sustituciones.

Karanka heredó un equipo que, aparte de tener varios lesionados de importancia, estaba muy mermado en lo físico, como lo demuestra el bajón dado por muchos jugadores en cada encuentro a partir de la hora de juego.

Esto se evidenció, aún mas, este domingo frente al Espanyol, con futbolistas como Álex Collado, Antonio Puertas o Petrovic al límite en lo físico. No obstante, el técnico gastó su segunda ventana de cambios con un solo relevo. Uzuni por Luis Suárez, sin que variara nada en cuanto a esquema ya que el albanés se colocó como extremo zurdo.

A la desesperada

Se había superado ya el minuto 80 y, con el Cádiz y el Mallorca ganando, estaba claro que había que marcar sí o sí.

Se la jugó Karanka, no le quedaba otra, con Gonalons, Bacca y Germán. El francés se colocó de pivote único en el 1-4-1-3-2, con el que acabó el equipo, con Germán acompañando arriba a Jorge Molina para intentar cazar una en el área.

Carlos Bacca se colocó como extremo en la zurda al irse más para adentro Uzuni, y tuvo el colombiano la última opción del partido para marcar y, por ende, para que se salvara el Granada, pero el palo evitó el tanto.

El plan de Aitor Karanka, teniendo en cuenta el estado físico del equipo, salió más o menos como estaba previsto. Sólo faltó el gol para ganar y para salvarse. En realidad lo que faltó es hacer antes los deberes.