El Granada es un desastre. Lo ha sido desde que empezó la temporada y lo sigue siendo. Si uno ve al equipo, pensar en una posible permanencia es un acto de fe que no te lo firma ni un hincha del Alcoyano. Los partidos de los rojiblancos son pura impotencia e incapacidad. Tal y como están, ni le ganan a nadie ni le van a ganar a nadie. Getafe sirvió para comprobar que la leve mejoría mostrada en los anteriores partidos fue una raya en el agua, un espejismo, una mentira.

El Granada perdió en Getafe por 2-0 tras firmar una primera parte lamentable y una segunda en la que dominó sin gol. Volvieron los errores defensivos, tan groseros como en la época de Paco López, de los de antes de los refuerzos, y se mantuvo la nada más absoluta en ataque. Ni a nivel global ni a título personal se salva casi nadie. Sólo cuando la pelota está en las botas de Bryan da la sensación de que puede pasar algo.

La puesta en escena rojiblanca no fue mala, con Arezo haciendo de Boyé y los otros diez los mismos de la última jornada, con Ignasi Miquel en el once por delante de Piatkowski. Centró Uzuni desde la derecha sin rematador en la primera, y durante mucho tiempo única, llegada visitante.

Greenwood tardó poco tiempo en mostrarle a Carlos Neva que le iba a dar la noche. Sin ayuda ni de Bryan ni de Gonzalo Villar, el gaditano soñó con el inglés. En el minuto 8 casi marca en su primera acción personal.

Sin que pasara nada del otro mundo en el verde, cada vez era el partido más del Getafe y Borja Mayoral se encontró con un paradón a bocajarro de Batalla ante su cabezazo. Sólo era el minuto 10 y ya iban dos avisos.

A la tercera, en el 21’, marcó el Getafe. Greenwood recibió en campo propia y fue capaz de conducir hasta la frontal del área sin que nadie le inquietara. Cuando Neva y Villar se pararon en británico chutó flojo, pero el balón toco en la espalda de Ignasi Miquel y se fue para dentro.

Con 1-0 se vio realmente la incapacidad del Granada con balón. El Getafe presionaba bien y los rojiblancos ni llegaban al campo contraria. Además, a Arezo no se la puedes lanzar en largo para que la baje, como ocurre con Boyé en los momentos de apuro. Solo Bryan, con una jugada personal que acabó fuera por poco.

La desgracia llegó en el minuto 36 en forma de resbalón de Batalla, que cuando quiso golpear el balón se topó con la pierna de Borja Mayoral para el 2-0 a placer del delantero. Peor imposible.

Antes del descanso remató fuera Uzuni en el único córner a favor de los rojiblancos. El Getafe vivía plácidamente.

Segundo tiempo

En la segunda parte, como es normal, se fue arriba el Granada. Empezó con un centro maravilloso de Bryan que no aprovechó Uzuni. Después chutó fuera Ricard una acción a balón parado, aunque en esa acción tocó con el brazo Jordi Martín tras cabezazo de Gonzalo Villar. Pitó penalti el árbitro tras consultar el árbitro en el VAR previo aviso desde la Sala VOR. Era el minuto 59 y Uzuni mandó el chut desde el punto fatídico al palo.

Tardó poco en entrar Melendo, que firmó buenos minutos, por Gumbau y se acordó de atacar el Getafe con una contra de Borja Mayoral mal resuelta. Respondieron Ricard y Bryan con sendas jugadas individuales que no culminaron bien ni Gonzalo Villar ni Sergio Ruiz.

El partido entró en el ‘naísmo’ que buscaba el Getafe, en ese paso de los minutos sin que nada destacado ocurriera en el césped, en esa situación que tan bien conoce el Granada cuando va por debajo en el marcador. Soria rompió el hastío con buenas paradas ante los intentos de Melendo y Gonzalo Villar.

Medina no tocó más su banquillo hasta el minuto 88, como si las cosas fuesen a las mil maravillas. Más de uno se preguntará si en lugar de tanto jugador no sería necesario buscar un entrenador en el mercado invernal. Entraron Antonio Puertas y el debutante Maouassa.