Las espadas se mantienen en todo lo alto en la pugna por el ascenso directo a Primera División cuando faltan tres jornadas para la conclusión de la fase regular, con hasta cinco equipos peleando por un mismo objetivo que matemáticamente son seis si se añade al Albacete.

Ascender disputando eliminatorias, que para muchos ya es un éxito, es actualmente poco menos que un fracaso, ya que todos quieren ser uno de los dos primeros y meter la cabeza de forma directa en la máxima categoría. Seguro que muchos lo ven de otra forma dentro de un mes.

El partido entre el Eibar y Las Palmas, que cerró el lunes por la noche la jornada 39, ha dado una vuelta de tuerca a la situación de todos los candidatos, ya que la clasificación se ha apretado más que nunca, lo que hace que las posibles combinaciones, a día de hoy, sean miles.

En clave rojiblanca, la victoria amarilla ha hecho que el Granada vuelve a no depender de sí mismo para subir. Un triunfo del Eibar habría permitido al conjunto que dirige Paco López el ascenso en caso de ganar los tres partidos sin tener que mirar a nadie.

Con los tres puntos sumados por Las Palmas ya no es así, ya que canarios y Eibar tienen en la tabla un punto más (67) que Granada y Alavés (66), que a su vez aventajan en otra unidad al Levante (65) y en cuatro al Albacete (62).

Por buscar un lado bueno a la derrota del Eibar, si es que hay algo positivo en pasar de depender de ti mismo a no hacerlo, el triunfo de los vascos los hubiera disparado en la tabla y se habrían quedado cuatro equipos pugnando por una segunda plaza de ascenso directo, mientras que ahora hay una lucha de cinco por dos posiciones.

Las cuentas para subir, como ha venido ocurriendo en las últimas jornadas, van a ir cambiando con el paso de los fines de semana y de los encuentros de cada uno de los equipos, pero pensando sólo en el Granada están más o menos claras.

El equipo dirigido por Paco López no depende de sí mismo, pero viendo los últimos resultados y los pinchazos de todos tiene bastante opciones de subir directo si gana los tres partidos que le quedan, que son en casa ante el Lugo y el Leganés y fuera en el feudo del Mirandés.

En este caso necesitaría que se deje puntos alguno de los dos equipos que marchan por delante de él, Eibar o Las Palmas. Con un empate de uno de ellos en lo que falta, aunque ganen todo lo demás, sería suficiente siempre que los rojiblancos venzan todo lo suyo.

Lo que viene

El Eibar tiene que jugar en el feudo del Racing de Santander, recibir al Sporting de Gijón y cierra la fase regular en el campo del Huesca, mientras que Las Palmas espera la próxima jornada al Villarreal B, después visita al Cartagena y cierra la temporada como local frente al Alavés.

En cuanto a los otros dos contendientes, el Alavés cierra la temporada visitando al Albacete, recibiendo al Málaga y en el feudo de Las Palmas, mientras que el Levante aún tiene que jugar ante Ibiza y Oviedo en casa, aparte de visitar al Villarreal.

A partir de ahí existen actualmente miles de combinaciones más que pueden acabar con el Granada en Primera de manera directa aunque no gane los tres partidos que le quedan. De hecho, se puede dar el caso que sume nueve puntos y no suba, pero que sí lo haga alcanzando menos en las tres jornadas que faltan.

Para resumir, la fórmula es que se cumplan tres de los siguientes cuatro requisitos: el Eibar suma dos puntos menos que los rojiblancos, Las Palmas se va a dos unidades menos que el Granada, el Alavés consigue los mismos o un punto menos que los de Paco López y el Levante suma uno menos que los nazaríes.

Algunas de estas combinaciones pueden dar lugar a triples y hasta cuádruples empates, casos en los que la situación final en la tabla y, por tanto, el ascenso se decidiría por los famosos golaverajes, que en el caso del Granada casi nunca son buenos.

A título individual sólo se lo tiene ganado al Alavés y sale mal parado prácticamente en todos los empates en los que aparecen tres o más equipos, por lo que no es buen negocio acabar empatado a puntos con otros.

Lo previsible es que esta situación cambie cada semana y que todo se decida en la jornada final. Para no calentarse la cabeza más de la cuenta, el Granada sólo tiene que pensar en sumar el mayor número posible de puntos, si es posible nueve de nueve en lo que queda, y la lógica dice que los otros equipos se seguirán dejando puntos en el camino, como llevan haciendo todo el curso.

Un ascenso del Granada bien vale una buena dosis de matemáticas y calculadora. Con la sensación de que lo de hacer números no ha hecho más que empezar.