Granada CF-Oviedo

Final feliz para el Granada tras mucho picar piedra

Antonio Puertas trata de marcharse de un rival en una acción del partido

Antonio Puertas trata de marcharse de un rival en una acción del partido / José Velasco / Photographerssports (Granada)

Tras varias jornadas realizando varios cambios en su once inicial de un partido a otro, Paco López parece haber encontrado la alineación adecuada tras el notable encuentro jugado por el Granada en el Carlos Belmonte ante el Albacete. Sin embargo, la marcha de Uzuni y Weissman con sus respectivas selecciones nacionales obligaron al técnico a tener que meter un par de cambios entre los elegidos.

No hubo lugar a las dudas en el caso de Famara, que fue el elegido para la punta al ser el único ‘nueve’ disponible. Para el otro puesto libre manejaba el técnico muchas posibilidades y la mayor parte de ellas incluían un cambio de dibujo. El escogido finalmente fue Bryan Zaragoza, jugador muy usado pero pocas veces de inicio.

Esto no provocó que el habitual 1-4-4-2 que suele usar el preparador desde enero en sus planteamientos iniciales variara, ya que Callejón se colocó arriba junto a Famara y Melendo y Bryan arrancaron como extremos, con el ex jugador del Espanyol buscando constantemente el esférico por dentro.

Atasco

El Oviedo de Álvaro Cervera apostó en el Nuevo Los Cármenes por el clásico 1-4-4-2 que suele caracterizar al técnico, con el ex rojiblanco Ángel Montoro como jugador más destacado y como el auténtico centro de atención durante toda la estancia del equipo ovetense en Granada. Se metía una y otra vez entre los centrales para iniciar los ataques de los suyos.

El atasco en el juego del Granada fue evidente desde el principio, con el choque jugándose al lento ritmo que más interesaba a los visitantes. Sólo cuando el equipo local era capaz de mover el balón rápido descolocaba algo a la ordenada y junta zaga ovetense. Tal era la incapacidad nazarí que en el minuto 25 hubo una pequeña modificación en el plan que tampoco funcionó, ya que el duelo apenas varió.

Callejón se colocó como extremo zurdo, Bryan se fue a la derecha y Melendo centró su posición de partida para acompañar a Famara pero algo más retrasado que él, en un 1-4-2-3-1 que tampoco logró alterar la tranquilidad de la zaga rival. De hecho, la mejor ocasión del primer tiempo fue de un Oviedo que, todo hay que escribirlo, tampoco creó incertidumbre casi nunca antes del descanso cuando tuvo el balón.

Cambios

Con Antonio Puertas calentando en la banda desde antes de la media hora de juego, y ante los problemas ofensivos del Granada, parecía claro que en el descanso iban a realizarse cambios. Fueron dos, con la entrada del almeriense y también de Alberto Perea por un intrascendente y fatigado Famara y por Bodiger, al que pesó tanto la tarjeta amarilla que vio al inicio como su lentitud a la hora de crear fútbol con el balón en los pies.

Recuperó Paco López el 1-4-4-2 del inicio, con Melendo acompañando a Pol Lozano en un ofensivo doble pivote, Perea y Bryan partiendo desde banda y Puertas y Callejón como dúo atacante. El Granada pareció salir mejor, aunque el Oviedo rozó de nuevo el 0-1 y, otra vez, lo evitó el salvador Raúl Fernández con una gran parada ante Borja Bastón.

Tuvo más el Granada el balón que en el primer tiempo, pero su incapacidad para penetrar en la defensa visitante fue la misma. Buscó nuevas soluciones el técnico en el banquillo cuando el choque ya estaba en su último cuarto con la entrada de Meseguer y de Alberto Soro, que reapareció tras varios meses inédito por lesión y su posterior puesta a punto.

Más sustituciones

No hubo variación en el dibujo porque el maño se colocó arriba junto a Antonio Puertas y Meseguer en el doble pivote con el indispensable Pol Lozano, que fue a más con el paso de los minutos. Ese 1-4-4-2, con Soro con mucha libertad balanceándose entre la posición de media punta y la de segundo delantero ya se mantuvo hasta el final del choque, aunque antes Paco López agotó sus sustituciones.

Espero hasta el minuto 83 y metió en el campo a Petrovic por Pol Lozano, lo que hizo que el Granada ganara en fuerza en la medular hasta el final. De hecho, el balcánico es el que provoca la secuencia de saques de esquina que acaba con el único gol del partido. En general, los cambios mejoraron al equipo, que apenas necesitó crear ocasiones para ganar.

Montoro

Tras el justificado jolgorio por el triunfo, y ya acabado el choque, el Nuevo Los Cármenes despidió a Montoro como se merece: en pie, gritando su nombre y rendido a sus pies. Muchos de sus ex compañeros le hicieron el pasillo camino de vestuarios. Más que emotivo.

 

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios