La Segunda División es algo parecido a un torneo de golf, de esos que tienen cuatro días de campeonato pero en los que te quedas sin posibilidad de pelear por la victoria si fallas en los dos primeros y no consigues pasar el corte de los mejores.

El Granada CF dio la sensación durante algunos momentos de la primera vuelta que no iba a ser capaz de pugnar con los mejores, que quedaba descolgado. Sin embargo, sus buenos números en casa y la llegada al banquillo de Paco López le han hecho mejorar y ha sido capaz de superar la criba del ecuador de la competición.

Pese a su nefasta racha de resultados como visitante, la victoria lograda este domingo ante el Cartagena (1-0) ha colocado al cuadro rojiblanco en el pelotón cabecero de la clasificación, algo que sin duda hubiera firma todo granadinista de bien hace apenas un par de meses, cuando el plantel zozobraba con Aitor Karanka en el banquillo, incapaz de dar la talla a domicilio y dejándose algunos empates en casa.

Ahora sigue sin ganar fuera. De hecho, continúa sin marcar y perdiendo partidos, mas han mejora esas sensaciones como visitante y pinta a que las victorias empezarán a caer más pronto que tarde, y el Granada es un conjunto férreo y fiable en casa, lo que le ha valido para salvar el vacío e instalarse con los mejores.

Con los mejores

Un vistazo a la clasificación lo demuestra. Se ha pasada el corte para poder mantenerse a tiro del objetivo, que no es otro que las dos primeras plazas para un ascenso directo que se podrá pelear en la segunda mitad de la competición, en esas decisivas siempre dos últimas jornadas del torneo de golf.

Si la trayectoria no es tan buena como todo el mundo desea siempre quedan las eliminatorias, pugnar por la meta en esos cruces finales a vida o muerte, aunque la intención a día de hoy es no tener que llegar a ese desempate golfístico. Jugarse la victoria a un hoyo, que todo penda de un buen o mal golpe es un riesgo que actualmente pretende evitar el equipo.

Es evidente que con tanta competición por delante pueden pasar muchas cosas a nivel clasificatorio, pero pocos dudan de que la primera jornada de la segunda vuelta ha servido para aclarar el panorama, para dejar ya a los cinco favoritos por delante de los demás en la tabla.

Lidera el Eibar con 40 puntos y le sigue cerrando el ascenso directo Las Palmas con 39. Con 37 están el Levante y el Alavés, y con 35 el Granada y el Burgos, que empieza a descolgarse y cierra la zona de eliminatorias de ascenso. La amenaza por abajo se llama Leganés, recuperado para la causa y ahora con 33 unidades.

Las paradas de Raúl

La victoria del domingo ante el Cartagena deja varios nombres propios. Uzuni vuelve a aparecer, aunque sea de penalti, para dar otro triunfo. Conviene recordar que es suyo el gran taconazo antes del penalti a Alberto Soro.

Rochina confirma que está perseguido por la mala suerte desde que comenzó su nueva aventura en el club. Y es una pena por el equipo y por él. Carlos Neva ratifica que está con la flecha para arriba y que será difícil verlo en Segunda mucho tiempo más porque seguro que no le faltan pretendientes en Primera. Ojalá de nuevo en la máxima categoría con el Granada.

Otro nombre propio, aunque se hable de él menos que de otros, es Raúl Fernández. Se puede escribir todo lo anterior del Granada gracias a él, clave y fundamental en el triunfo ante el Cartagena por protagonizar tres sensacionales paradas, una con 0-0 en el primer tiempo y dos con 1-0 en el tramo final del partido.

Hubo partidos en los que no estuvo a su mejor nivel y el equipo lo pagó, como el día de su tempranera expulsión en Leganés, pero es necesario destacar su sensacional actuación del domingo. Es imprescindible tener un portero que te dé puntos, y Raúl Fernández los dio contra el Cartagena, para poder aspirar al ascenso.

Cabaco

Se habla mucho del magnífico partido de Cabaco. Paco López ya dijo en sala de prensa que no le sorprendía la gran actuación del uruguayo, al que conoce de sobra porque lo tuvo a sus órdenes en el Levante.

Está claro que el central es de esos jugadores con unas condiciones futbolísticas que están fuera de toda duda, pero que sólo rinde cuando en lo mental también está a su máximo nivel, como ha mostrado en el Granada y en otros equipos.

Uno de los grandes retos de Paco López en lo que queda de curso es intentar que Cabaco mantenga ese rendimiento.

La afluencia

Se colgó por primera vez el cartel de ‘no hay entradas’ en el Nuevo Los Cármenes y la afluencia al estadio fue de apenas doce mil espectadores. Es inentendible e incongruente. Porque la mitad de los abonados no se quedaron en casa, que es lo que dicen las inciertas cifras de afluencia. Es una polémica ya antes vista.

Por motivos que sólo LaLiga entiende, la cuenta de los tornos para facilitar la asistencia se cierra mucho antes de lo previsto y nunca coindicen los datos aportados con los reales.

Siempre se dan menos espectadores de los que son. La mayoría de ocasiones, mucho menos. Es un detalle sin importancia. La misma importancia que tiene hacer las cosas bien o no hacerlas.

El estadio

El Nuevo Los Cármenes está muy feo por fuera. Feísimo. En algunas zonas luce más amarronado que blanco. No necesita una mano de pintura, sino tres o cuatro, entre otras muchas cosas.

Y cuando llueve, como el pasado domingo, se puede comprobar bien todo lo que hace falta arreglar, modificar o construir por dentro, que no es poco.

Sería conveniente que club y Ayuntamiento, que Ayuntamiento y club, dejen de jugar al ratón y al gato con el convenio y le metan mano a la instalación. Aunque sólo sea por la propia imagen de ambos. Porque algunas imágenes que deja el estadio, por dentro y fuera, son para ponerse colorado.