Tras dos partidos con mejor resultado que sensaciones, porque ante el Málaga y el Burgos ganó el Granada pero estuvo muy lejos de alcanzar el nivel real que se le presupone al equipo, Paco López dio otra vuelta de tuerca más a su once inicial este domingo contra la Ponferradina. Después de varios choques contando con un once bastante fijo y con pocas variaciones de una semana a otra, metió varios cambios de inicio la pasada semana en El Plantío e hizo lo propio ante la ‘Ponfe’, con media alineación nueva.

Regresaron Ricard, Ignasi Miquel, Carlos Neva, Bodiger y Jorge Molina, mientras que se mantuvo Antonio Puertas pero un puesto diferente, ya que fue carrilero ante el Burgos y esta vez jugó en una posición más avanzada y habitual para él. Todo en el 1-4-4-2 que suele usar el técnico, aunque en el choque anterior optó de primeras por la zaga de tres centrales.

La Ponferradina llegó con dos jugadores en sus filas, y en el once titular, que dejaron grato recuerdo en el Nuevo Los Cármenes al haber formado parte del Granada de Diego que consiguió el último ascenso a Primera: Adri Castellano y Dani Ojeda. El equipo berciano, muy necesitado de puntos, utilizó su habitual 1-4-4-2.

Pronto se vio que la principal tarea rojiblanca sin balón iba a radicar en evitar las rápidas salidas de los visitantes, con el meta Amir preciso y potentísimo en sus envíos y el punta Derik siendo una bala y tirando buenos desmarques. El brasileño, afortunadamente, no estuvo acertado en las dos claras opciones que tuvo nada más empezar el partido. Mejoró este aspecto el Granada con el paso de los minutos.

El equipo se apoyó mucho en las salidas en ataque en Jorge Molina. El veterano atacante aporta cosas que no dan ni Weissman ni Uzuni. Seguro que por eso su titularidad. El Granada también penetró bien por ambas bandas, con Ricard y Carlos Neva muy arriba aprovechando los huecos dejados por Antonio Puertas y Callejón, que constantemente se iban para dentro. Quizás se echó algo en falta juego asociativo creado por los pivotes, pero ni Sergio Ruiz ni Bodiger se caracterizan por su virtuosismo con balón.

Primer tiempo

Con todo, las tuvo el Granada de casi todos los colores en el primer tiempo para adelantarse en el marcador, convirtiendo en héroe a Amir. Ni Uzuni ni Jorge Molina, que gozaron de las opciones más claras antes del descanso, pudieron superar al meta asiático.

La segunda parte empezó con un cambio en el Granada al quedarse en el vestuario Carlos Neva y entrar al campo Jonathan Silva, sin que variara en nada la estructura del equipo. Como al inicio del choque, Antonio Puertas arrancó desde la derecha y Callejón desde la izquierda tras haber cambiado sus posiciones en algunos tramos del primer tiempo.

Paco López usó su primera ventana cuando apenas se habían jugado diez minutos de la segunda parte, y Amir ya había salvado otra vez a los suyos, esta vez ante Bodiger. Entró al campo Weissman y se marchó Jorge Molina. Además, lo hizo renqueante al haber sufrido un golpe en una acción anterior, aunque la sustitución estaba preparada con anterioridad.

Estaba atascado el Granada, con problemas para gobernar el choque y también para llegar, y tiró el técnico de Bryan Zaragoza, que reemplazó a un irregular Antonio Puertas sin que variara en nada en dibujo. El canterano se colocó también en la banda derecha como punto de partida y nada más pisar el césped, cuando la Ponferradina había cambiado su dibujo a línea de tres centrales y dos carrileros, montó el tacó y llegó el 1-0 en el penalti que provocó.

Inseguridad

Entonces ocurrió lo que no había pasado en los últimos meses: el Granada se mostró débil en la zaga y los visitantes, en un abrir y cerrar de ojos, remontaron el partido con sendos errores del equipo en tareas atrás. En el 1-1 no se defendió bien el balón parado, mientras que en el 1-2 fallaron varios jugadores.

Sostuvo al Granada en el partido Raúl Fernández, que fue quien evitó el 1-3 con una sensacional parada ante Heri, mientras Paco López agotaba las sustituciones. Entraron Famara y Alberto Perea por Callejón y Sergio Ruiz, pasando Uzuni a jugar en banda con el mismo dibujo, que ya se mantuvo hasta el final del partido. Eso sí, los locales cargaron con todo, con futbolistas como Ignasi Miquel metidos por momentos prácticamente como delantero