El Granada CF ha encontrado en casa al sustituto del destituido Robert Moreno, al menos a corto plazo. No ha necesitado buscar en el exterior al nuevo entrenador, como hacen la mayoría de equipo cuando cesan al responsable del plantel principal.

El dúo que conforman Rubén Torrecilla y Diego Mainz, en sus cargos de primer entrenador y segundo técnico respectivamente, es el que se va a hacer cargo desde este lunes del Granada, al que llegan promocionando desde el filial.

Se sentarán en el banquillo del Nuevo Los Cármenes en el vital choque que el Granada disputa el próximo sábado contra el Elche. Lo que pase en ese compromiso determinará seguramente si siguen hasta final de temporada o se mira hacia el exterior para contratar a un nuevo preparador.

Pasaban unos minutos de las doce y media de la madrugada del sábado al domingo cuando el Granada confirmaba la destitución de Robert Moreno al frente del primer equipo. Nueve jornadas sin ganar, con derrota en la última ante el resacoso Valencia, pesaron demasiado.

Sólo unos instantes después, cerca de la una de la madrugada, la entidad confirmaba la llegada al banquillo como sustituto de Rubén Torrecilla. Lo hizo con un comunicado que parecía más motivacional y que buscaba la unión que informativo.

“Nuestro lema es ‘Eterna lucha’ porque los valores del Granada CF exigen siempre lo máximo de todos los que formamos parte de este club. Es necesaria una reacción basada en nuestra identidad. Por ello, Rubén Torrecilla, actual entrenador del Recreativo Granada, ha asumido interinamente la dirección técnica del primer equipo”, indicó el club.

“Es momento de unidad, ilusión y trabajo. Cuando la afición, los jugadores y los estamentos del club se unen, es cuando estamos a la altura de nuestro lema y de nuestra historia. ¡Eterna lucha!”, añadió la entidad.

Aún se perfila cómo va a quedar el organigrama técnico tanto del primer equipo como del filial, al que Torrecilla dirigió este mismo domingo con total normalidad en la derrota por 1-2 sufrida por el Recreativo frente al Marchamalo.

Los jugadores del plantel principal completaron en la misma ciudad deportiva donde se jugaba ese choque una sesión de recuperación tras la derrota del sábado en Valencia. El destituido Robert Moreno se despidió de ellos durante la misma.

Será este lunes cuando se produzca el primer contacto entre Torrecilla y sus nuevos jugadores. Cinco días por delante para preparar el choque del sábado en el Nuevo Los Cármenes frente al Elche.

Duelo vital para que el equipo se reencuentre con el triunfo, para que el Granada siga fuera del descenso y para saber si la interinidad del nuevo técnico tiene o no fecha de caducidad.

Llega con Diego Mainz

Lo que sí que está claro es que junto al nuevo preparador promociona desde el filial Diego Mainz, su principal ayudante y uno de los ex jugadores con más partidos disputados en la historia reciente del Granada.

Están juntos desde que ambos firmaron hace dos campañas un histórico papel con el equipo juvenil del Granada. El pasado curso se hicieron cargo del Recreativo cuando su situación no era buena y lograron evitar su descenso. El resto que se les presenta ahora es mayúsculo.

Como Mainz, Torrecilla también es un ex jugador profesional de fútbol que pasó, entre otros muchos equipos, por el Granada, cuando el club militaba en Segunda B. Después se asentó en la ciudad hasta que entró en la infraestructura del club como entrenador.

No es la primera vez que en las últimas campañas se recurre al técnico del filial tras ser destituido el del primer equipo. Pasó con Pedro Morilla tras la salida de José Luis Oltra. Anteriormente, con Luis Planagumá tras la de Paco Jémez.

Ninguno de los dos logró asentarse, fueron apuestas fallidas, aunque hay importantes diferencias entre ambos casos y el actual. También entre el perfil de esos dos preparadores y del dúo que forman ahora Torrecilla y Mainz. En sus manos, al menos a corto plazo, está el destino del Granada. Su suerte es la suerte del equipo.