No son días fáciles en el Granada CF. Un descenso siempre es difícil de asimilar y más aún cuando todo hacía indicar que no se iba a producir. La llegada de Aitor Karanka había revitalizado a un cuadro rojiblanco que afrontó las dos últimas jornadas con la salvación en el bolsillo.

Esta situación positiva y este optimismo generalizado en torno a la probable permanencia ha provocado que bajar haya sido una tragedia deportiva de grandes dimensiones que, encima, ha pillado al club con el pie cambiado.

En la misma noche del domingo, apenas una hora y poco después del descenso, el club emitía un comunicado pidiendo disculpas por los errores cometidos y anticipando un trabajo desde ese mismo momento en busca de un solo objetivo: regresar lo antes posible a Primera División.

Desde entonces, ni se han producido movimientos hechos públicos por la entidad ni ningún dirigente rojiblanco ha dado explicaciones de forma pública. Sólo algunos jugadores han usado sus perfiles personales en diferentes redes sociales para mostrar su parecer, reconociendo el fracaso y disculpándose ante la hinchada.

Los días posteriores al chasco del domingo sí que han servido para que desde dos importantes altavoces se exija a la propiedad del club, entre otras cosas, que “dé la cara” y que exponga el proyecto de futuro de la entidad.

No sólo la hoja de ruta para regresar a Primera, sino también los planes de futuro del Granada.Primero lo hicieron diferentes colectivos de aficionados rojiblancos, algunos tan importantes y fuertes como el G19 o la Grada 1931.

Solicitaron a la propiedad del Granada que “dé la cara” porque “es lo mínimo que merece esta afición y esta ciudad” y que “exponga el proyecto deportivo” del que “todos” son “partícipes”.

También exigieron que la propiedad “depure responsabilidades y tome cartas en el asunto”, agregando que “mañana es tarde y tiene que ser ahora”.

Además, pidieron que “se escucha a la afición”, “se vele por la propagación del espíritu granadinista”, “se fomente la unión entidad-grada” y “se establezcan lazos de comunicación permanentes”.

“Debemos de ser escuchados y nos deben dar explicaciones, 91 años de historia se basan en una masa social con un valor incalculable y que, esta temporada, se ha dejado de lado”, finalizaron su comunicado los representantes de la afición del Granada.

El club no para

La postura del club, según fuentes consultadas por este diario, está clara. Por ahora hay silencio pero dejan claro que, en ningún caso, inmovilismo.

Las altas esferas de la entidad, con una propiedad que sigue estando en China en el conglomerado empresarial DDMC, trabajan para planificar el futuro del club desde todos los puntos de vista con el objetivo deportivo de regresar a Primera.

No hablan, pero sí trabajan. Se espera que en los próximos días también lleguen las explicaciones públicas y se expongan esos planes de futuro.