Las excusas de Aitor Karanka agravan las derrotas del Granada CF

Granada CF

El técnico rojiblanco apela a justificaciones poco creíbles tras cada chasco del equipo, el último el domingo en Tenerife con una pobre imagen

Desolación rojiblanca tras la derrota en Tenerife
Desolación rojiblanca tras la derrota en Tenerife / Agencia Lof

No fue fácil comprarle a Aitor Karanka la tesis de que el Granada CF no rendía por las bajas que acumulaba, que ese era el motivo que le impedía desarrollar el juego que él deseaba. Muchos, de hecho, no lo hicieron.

La mejora de imagen ante la Ponferradina y el contundente triunfo frente al Sporting de Gijón acercaron la razón al técnico, pero lo del domingo en Tenerife ha sido demasiado para el cuerpo.

Karanka dio una vuelta de tuerca más a su discurso en la sala de prensa del Heliodoro al achacar el mal juego y la derrota de los suyos al cansancio y al riesgo de lesión de varios de sus futbolistas.

No es fácil deducir donde está la delgada línea que separa una excusa de una realidad. Para la mayoría de aficionados rojiblancos lo de Karanka tras las derrotas son más excusas que realidades, aunque es algo subjetivo, como tantas otras cosas en la vida.

Lo que no es discutible es que el nivel de autocrítica del preparador vasco es nulo. Siempre hay algún motivo para caer y siempre es ajeno a él. Para hacérselo mirar.

La imposibilidad de ver los entrenamientos y la ausencia de partes médicos, incluso de cualquier información sobre el estado físico de los jugadores, circunstancias ambas que lleva a cabo el club por órdenes y deseo del cuerpo técnico, según recalcan desde la entidad, impide conocer más detalles para acercarse a saber con mayor exactitud el grado de certeza o de exageración que hay en las declaraciones de Karanka posteriores al partido de Tenerife.

Sea más o menos real que la derrota y el mal juego de Tenerife se deben al cansancio y al riesgo de lesión de varios jugadores, hay muchos aspectos que es conveniente citar por preocupantes y reiterativos.

Ahí la retahíla, que podría ser interminable: alarmante incapacidad para crear ocasiones de gol, fragilidad mental, impotencia total tras los golpes recibidos en forma de goles en contra, bajo rendimiento de algunos jugadores llamados a marcar diferencias, desastroso partido de Cabaco, sensación de impotencia, empeoramiento tras cambiar el sistema en el segundo tiempo...

Además, no parece lícito quejarte cuando todos los equipos han tenido también jornada intersemanal, cuando cualquiera de tus rivales quisiera para sí la plantilla que tiene el Granada y cuando estás en la jornada 11.

Si después de escuchar a Karanka recuerdas el plantel con el que subió el Granada de Diego y rememoras el Granada que durante varios meses de dos temporadas alternó Liga de Primera, Copa y Liga Europa a un excelso nivel, te tienes que reír, aunque muchos lo que harán será echarse a llorar.

Se puede repetir la historia

A Aitor Karanka se le está poniendo cara de José Luis Oltra, técnico del Granada en la primera campaña en Segunda tras el anterior descenso que acabó siendo destituido por los malos resultados y las sensaciones del equipo a domicilio.

Eso ocurrió bien entrada la temporada, cuando subir de forma directa ya era complicado y seguían a tiro de piedra los puestos de eliminatorias de ascenso.

La clasificación de ahora, con un cuarto de campeonato apenas jugado, es aún medio anecdótica y el Granada está relativamente bien situado, aunque los de arriba empiezan a demarrar y cada partido fuera de casa supone una pájara que hace al equipo perder algún punto con los mejores.

No vale con ganar y convencer en casa si fuera haces todo lo contrario, perder y decepcionar. El equipo tiene que competir y que transmitir como visitante porque si no eres capaz de conseguirlo es imposible subir.

Y si no lo logras, al menos asúmalo y busca soluciones para remediarlo. Las justificaciones fuera de lugar hacen tanto daño como la segunda mitad del Granada en el Heliodoro.

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