El encuentro ante el Valencia fue el tercero que disputó el Granada en seis días, tras recibir el domingo pasado al Eibar y visitar el miércoles al Alavés. Pese a la apretura del calendario, Diego Martínez rotó a varios jugadores en Mendizorroza y lo hizo con éxito (0-2), lo que le permitió contar ante el conjunto che con el once más parecido posible al mejor que habita en la mente del técnico, teniendo en cuenta el ya conocido condicionante de la lesión de varios futbolistas importantes.

Por la mañana se conoció el alta médica y el consiguiente regreso a la convocatoria de Rui Silva, que volvió al once tras dos titularidades seguidas de Aarón. En total fueron siete jugadores los que retornaron a la alineación tras no actuar de inicio en Mendizorroza. Repitieron Foulquier, Domingos, Yangel y Soldado.

El dibujo

Tanto en los partidos anteriores al confinamiento como en todos los posteriores la gran duda antes del choque radicaba en el sistema que iba a elegir el entrenador. Ante el Valencia, igual. Diego apostó esta vez por la zaga de tres centrales y dos carrileros en un 1-5-2-3.

Víctor Díaz se metió como tercer central junto a Domingos y Germán, con Foulquier y Carlos Neva en los carriles, el doble pivote volvió a ser para la ‘doble Y’ (Yan y Yangel) y el tridente de arriba estuvo formado por Machís, Carlos Fernández y Soldado, con el sevillano partiendo desde la derecha pero con libertad total de movimientos.

Siete novedades

El Valencia, que como el Granada había jugado tres días antes, también apostó por las rotaciones en un once condicionado por las bajas de Rodrigo y Ferrán por lesión. Voro, otra vez vestido de apagafuegos en el incendio de club che, eligió el habitual en el cuadro blanco 1-4-4-2, con Manu Vallejo y Gameiro formando una punta de ataque casi inédita este curso. Voro también metió en el once inicial siete novedades respecto al del anterior partido.

Rui Silva volvió a la titularidad.

Machís, entre líneas

La primera media hora fue igualada, siempre con mayor dominio local pero con dificultad de ambas escuadras para penetrar en las bien organizadas defensas del rival. El Granada sólo encontraba alivio cuando era capaz de recibir Machís, aunque lo hacía más entre línea que pegado a la cal.

En el cuarto de hora final entró mucho más en juego Carlos Fernández. Entre sus participaciones y el balón parado llegaron varias posibilidades locales de gol no concretadas por poco.

Profundidad por banda

Los movimientos hacia adentro tanto de Machís como de Carlos Fernández tenían como objetivo permitir las subidas de los carrileros, aunque Carlos Neva por la izquierda percutió más que un tímido Foulquier por la derecha..

Cambios visitantes

No efectuó cambios Diego Martínez en el descanso, algo que era habitual en cada encuentro desde el reinicio de la competición. Voro no estaba tan contento como su colega gallego con la primera parte.

Vico, al campo

Tardó más de una hora Diego en mover su banquillo, y lo hizo con la entrada de Fede Vico para formar un doble pivote muy ofensivo junto a Yangel Herrera, sin variar el dibujo. Sí que hubo cambio de esquema poco después, cuando el Valencia logró el 1-2 y el Granada pasó a defensa de cuatro en un 1-4-4-2 al entrar Antonio Puertas por Víctor Díaz.

Con todo

El dibujo de los rojiblancos ya no cambió hasta el final del choque, aunque sí que fue aún más ofensivo el once de Diego al jugar como laterales dos jugadores muy atacantes como Foulquier y, en la izquierda, Gil Dias, que reemplazó en los instantes finales a Carlos Neva.

Logró el Granada el empate y mereció un triunfo que buscó hasta el final pero que no llegó ante un Valencia pobre que fue superado en todo salvo en pegada por un cuadro nazarí que firmó su mejor partido desde el retorno de LaLiga.