Quince años sin mandatarios locales en el Granada CF

Granada/Un grupo de empresarios granadinos se encuentra en conversaciones con los máximos dirigentes del Granada CF para la compra del club rojiblanco, que pasaría a manos locales quince años después. Se dice pronto, pero desde hace tres lustros no mandan granadinos en el Granada.

Las conversaciones se siguen llevan con el máximo sigilo y lo poco que trasciende es que se mantienen y que se quieren acelerar estos días. Todo hace indicar que esta semana será clave para el futuro.

Estos diálogos están encabezados por Ignacio Salcedo, consejero delegado de Greening Group, que es uno de los principales patrocinadores del club y que es el hombre fuerte en la operación.

Es curioso que su ámbito de trabajo, las energías, sea el mismo que el del anterior máximo mandatario granadino en el Granada, Ignacio Cuerva, aunque Salcedo pertenece a otra generación.

El objetivo de este grupo de empresarios granadinos es claro, que el club deje de tener propietarios orientales, en concreto DDMC, y pase a ser controlado por manos locales, aunque se trata de una operación compleja por lo económico y por las ramificaciones judiciales que tiene. De ahí lo mucho que hay que hablar para ponerse de acuerdo. Quince años de espera bien merecen la pena.

Es una evidencia que nadie desea la propiedad oriental. Quedó bien claro en los últimos partidos del equipo esta temporada con los cánticos y los pitos contra los mandatarios chinos y los gestores que ahora dirigen el club.

La operación sería redonda desde el punto de vista del aficionado, no solo porque se cambia de propietarios sino porque los nuevos serían de casa, que es lo que siempre se desea en un club de fútbol y en un proyecto de esta envergadura. Los más jóvenes casi no recuerdan la última vez que sucedió.

Era primeros de marzo de 2009 cuando tomó posesión una nueva bajo la presidencia de Ignacio Cuerva. Tomaba el poder en el Granada tras el grave vacío que se produjo con la marcha de la familia Sanz.

Eran otros tiempos mucho más difíciles. El club no era sociedad anónima deportiva y estaba al borde de la desaparición por las deudas. Además, militaba en Segunda B y hacía décadas que no se pisaba el fútbol profesional.

Si lo de ahora puede ser una compra por muchos millones de euros, ya que las conversaciones empezaron en 50 kilos, lo de entonces era un grupo de locos que se ponían al frente de un club que se hundía porque no había nadie que lo hiciera.

La llegada de la gestora fue aprobada por los socios del club días antes en una Asamblea General Extraordinaria.

La constitución y la primera toma de contacto de los miembros de la gestora se produjo en una reunión celebrada en la sede de Recogidas. Estaba claro que eran otros tiempos.

Nombres propios

Los miembros de la gestora, todos granadinos, coincidían en su juventud y en que casi ninguno tenía pasado vinculado al club histórico.

Junto a Cuerva estaban nombres recordados por ese acto de valentía como Joaquín Rubio, Pedro González Segura, Javier Paéz, Manolo Albendín, Víctor González o Gonzalo Martín.

Estuvieron unos meses en el cargo. Los suficientes para mantener con vida al Granada y atraer al club a Gino Pozzo y Quique Pina, cuya llegada fue el inicio de la época dorada del club con su reconversión en SAD y el regreso a Primera.

Ignacio Cuerva dejó de ser presidente en diciembre 2009 para que fuera nombrado Pina máximo mandatario. Aunque se mantuvo un tiempo en el club como vicepresidente no tardó en abandonar la entidad. Ahí dejó de haber mandatarios granadinos en el Granada. Hace quince años.

El propio Cuerva retornó al club tras la llegada de la propiedad china en 2016, primero como vicepresidente de relaciones externas y luego uniendo a ese cargo su presencia en el Consejo de Administración de la entidad.

Como con Pina, no duró mucho tiempo en el club por desavenencias con los máximos mandatarios. De todas formas, en estas dos últimas etapas, separadas por más de un lustro entre ambas, ya no era el que mandaba.