Mallorca-Granada CF | La Pizarra

Señas de identidad y júbilo

  • El Granada también demuestra el día que sube los rasgos que han llevado al conjunto a la élite

Fede San Emeterio presiona a Salva Sevilla

Fede San Emeterio presiona a Salva Sevilla / Miquel Borras / LOF (Granada)

El director general del Granada, Antonio Fernández Monterrubio, reconocía en los minutos previos al partido contra el Mallorca ante las cámaras de Gol Televisión que "el pasado domingo contra el Cádiz había cosas preparadas y al final no salió" a modo de advertencia de que no se puede vender el oso antes de cazarlo, de que no se puede pensar en la celebración del ascenso antes de conseguirlo. Se escapó en la primera oportunidad, pero no en la segunda.

No ganó el Granada pero ayudó que el Málaga logró que el Albacete tampoco venciera. Los nervios de los últimos minutos fueron inevitables, aunque el cuadro rojiblanco, pese a estar muy pendiente de lo que pasaba en el Carlos Belmonte, fue capaz de empatar el partido para caso de que hubiera llegado un triunfo del Albacete hubiese servido con otro empate de los rojiblancos ante el Alcorcón en la jornada final.

El partido ofreció diferentes disposiciones tácticas El partido ofreció diferentes disposiciones tácticas

El partido ofreció diferentes disposiciones tácticas

Once inicial

El técnico Diego Martínez introdujo en el once inicial con el que formó en Son Moix el Granada dos novedades respecto al del pasado choque ante los gaditanos. Al final se recuperó Bernardo y fue el elegido para reemplazar en el centro de la defensa al lesionado Martínez. Con esa decisión descartó la otra opción, que hubiera sido el retorno al once, muchos meses después, de Álex Martínez y cambiar de su ubicación habitual tanto a Quini como a Víctor Díaz. La otra modificación fue la vuelta de Fede San Emeterio en el doble pivote, tras cumplir un partido de sanción contra el Cádiz, para devolver al banquillo a Alberto Martín. Ni que decir tiene que Martínez repitió su habitual 1-4-2-3-1.

El rival

La elección de jugadores del técnico Vicente Moreno para el once titular del Mallorca seguro que influyó en que Martínez optara por Bernardo y no por Alex Martínez, ya que Víctor Díaz parecía el lateral idóneo para tapar a un jugador rápido y habilidoso como Lago Junior y un delantero ‘tronco’ como Budimir se adapta bien a las condiciones de Bernardo. El cuadro bermellón optó de inicio por el 1-4-3-3, su dibujo habitual.

Nervios

Los primeros minutos del Granada no fueron buenos y, además, Rui Silva cometió un par de errores, algo inhabitual esta campaña, incluyendo un penalti que no vio el árbitro. Sin embargo, esos fueron los dos únicos lunares de los rojiblancos en una primera parte en la que crearon poco peligro pero en la que apenas pasaron por apuros atrás. Y como el resultado de Albacete acompañaba, tampoco había necesidad de apretar.

Muy pendiente

Como era de esperar, Víctor Díaz estuvo muy atento a los movimientos de Lago Junior y lo tapó bien. Eso provocó que el lateral rojiblanco se prodigara muy poco en ataque en el primer tiempo, aunque lo hizo también ante el talentoso jugador bermellón que este se tuvo que cambiar de banda para intentar crear peligro.

Vadillo al mando

Desde el inicio del choque se vio que el jugador más inspirado con el balón en los pies era Vadillo. Regateó, percutió por izquierda y fue el que propuso más en ataque. Sin llegar demasiado, el Granada sí que tuvo un buen control de juego a partir de la posesión de balón y de tapar bien, además de a Lago Junior, a Salva Sevilla, el auténtico motor de los rojillos.

Segundo tiempo

No varió nada el Granada en el segundo tiempo en cuanto a dibujo, aunque el gol del Mallorca y las sustituciones sí que servirían para cambiar el esquema. Entró Adrián Ramos en lugar de Rodri y todo siguió igual. Poco después, con un cuarto de encuentro aún por delante, Pozo reemplazó a Fede Vico, lo que llevó a equipo a colocarse en un habitual en varios partidos 1-3-4-2-1, con zaga de tres y tanto Pozo como Quini de carrileros.

Regreso a cuatro atrás

No obstante, Martínez se vio obligado a volver a variar porque Bernardo, que había estado con problemas físicos durante la semana no pudo acabar el duelo. Entró por él Dani Ojeda y se colocó el plantel en el 1-4-2-3-1 de casi siempre, aunque con Pozo de lateral derecho dando mucha profundidad al equipo por ese lado y Víctor Díaz de central.

Alegría

Las consecuencias del partido, el ascenso, restan protagonismo a todo el repertorio táctico de un Granada que en Mallorca volvió a demostrar, con sus variaciones de dibujo y su capacidad para empatar, el equipazo que es.

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